¿Sabes qué es el ‘geocaching’?
El clásico juego de la búsqueda del tesoro ha evolucionado con las nuevas tecnologías y ahora millones de usuarios usan el GPS de su móvil para encontrar diferentes objetos escondidos por el mundo real.
El GPS se ha vuelto indispensable para muchos usuarios de ‘smartphones’. Su uso va mucho más allá de mostrar el camino a un destino determinado. Permite, por ejemplo, saber qué recorrido se ha realizado en Google Maps, encontrar casa gracias a herramientas como BBVA Valora View o entretenerse con aplicaciones que precisan de la ubicación como el Pokemon Go. Este último juego es uno de los muchos que han evolucionado con esta tecnología. También lo ha hecho la clásica búsqueda del tesoro. El ‘geocaching’ consiste en esconder y encontrar cajas con objetos con la ayuda del GPS de nuestro teléfono móvil.
Hay varias ‘apps’ con las que participar en esta actividad de moda. La más conocida se llama 'geocaching', está disponible tanto para iOS como para Android y fue creada en el año 2000. Desde entonces, ha sido descargada en la Play Store por más de cinco millones de usuarios. En la actualidad cuenta con más de tres millones de geocachés —cajas con objetos escondidas por otros jugadores— repartidas por más de 190 países. Se trata, según sus creadores, “de una aventura que cualquier día y en cualquier momento puede llevarte a lugares bonitos e impresionantes”.
Para jugar solo se necesita un teléfono móvil con conexión a internet. El usuario debe crearse una cuenta gratuita. Inmediatamente después, se abrirá un mapa de la zona en la que esté con indicaciones sobre todos los geocachés cercanos. Hay que elegir el que se quiere encontrar y usar el GPS hasta llegar a la ubicación. La aplicación móvil proporciona información de la dificultad para encontrar el geocaché, el tipo de terreno y el tamaño del tesoro. También muestra pistas sobre dónde está escondido o si el usuario se está acercando a él.
Una vez en el lugar indicado, hay que encontrar el tesoro, que normalmente estará dentro de una caja impermeable que contiene una hoja o un cuaderno en su interior. El usuario debe apuntar en el mismo su nombre y la fecha para que quede registrado que lo ha encontrado. También debe confirmarlo en la aplicación. El tesoro suele contar además con algún objeto de poco valor. Por ejemplo, un llavero, un imán o un muñeco que pueden ser intercambiados por cualquier otra pieza. Por último tiene que dejar el geocaché bien escondido en el mismo lugar donde lo encontró.
Los usuarios también pueden esconder sus propios tesoros. Para ello, hay que preparar una caja con una libreta de registro en su interior, solicitar permiso al propietario del terreno en el que vaya a esconderlo si fuera necesario y ponerlo a al menos 161 metros de otros tesoros. Además, debe pegar una etiqueta que identifique el objeto como geocaché. Los creadores aconsejan encontrar al menos 20 cajas antes de esconder una: “Cuanto mayor sea la variedad de geocachés que encuentres, mejor entenderás cómo crear una experiencia divertida para otros geocachers”.
Geocachers
Entre las razones para participar, los usuarios destacan que aprenden cosas sobre la Tierra, descubren nuevos lugares, salen a la calle, caminan y hacen amigos. En los últimos años se ha creado una amplia comunidad de usuarios de la aplicación en todo el mundo. Entre ellos, se envían mensajes e intercambian pistas y consejos. En el apartado de comentarios de cada geocaché, comentan por ejemplo cómo les ha ido la búsqueda del tesoro, si lo han encontrado y si han dejado algo en su lugar.
Internet ha facilitado la creación de nuevas actividades e iniciativas que unen a personas que comparten intereses. Mientras que muchos de los geocachers son amantes de la naturaleza, hay webs y aplicaciones que unen a quienes les gusta, por ejemplo, leer. El ‘bookcrossing’ consiste en dejar libros en lugares públicos para que sean recogidos por otros lectores, que los leerán y los dejarán en otro sitio. Los libros llevan una etiqueta con una identificación que al introducirla en una web permite hacer un seguimiento de en qué parte del mundo están. Otras iniciativas buscan llevar un seguimiento de determinados billetes por el mundo. Eurobilltracker permite comprobar por dónde viajan los billetes de euro. Para ello, los usuarios introducen los números de serie de cada billete que pasa por sus manos y la información de su localización. Where's George? y Where's Willy? hacen lo mismo con dólares estadounidenses y canadienses.