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¿Sabes por qué se está desacelerando el crecimiento mundial?

Es una realidad que el comercio se está desacelerando. Sin embargo, lo que no se conoce es por qué, en qué medida se ve afectado por un genuino freno del crecimiento económico o hasta que punto influyen las medidas restrictivas para frenar el comercio de bienes y servicios. Julián Cubero, de BBVA Research explica el motivo principal.

Han habido aumentos de tarifas en EE. UU. y represalias en otras geografías tratando de contestar esas medidas de aranceles, un elemento que está frenando la actividad comercial mundial. Más en el corto plazo, en estos últimos meses han habido mejores perspectivas. Muestra de ello es el acuerdo comercial entre EE. UU. y China, que permite alargar la tregua comercial vigente y ofrece mejores perspectivas para cerrar un acuerdo a medio plazo.

Pero, a la vez de que existe esa mejor situación en uno de los focos de interés, existe también una perspectiva negativa del sector automotriz. A la vez que EE. UU. está acordando con China un acuerdo comercial, se levanta la posibilidad de que se frene el comercio de coches, un sector clave que cuenta con un 3% del comercio mundial y un 1% del PIB del mundo. En este caso, cualquier medida que terminase afectando a través de aranceles al freno del sector automotriz, incidiría directa y negativamente a la actividad del PIB mundial, un hecho destacado por distintas instituciones y también BBVA Research.

¿En qué estado se encuentra la gobernanza del comercio?

En una situación de tensiones comerciales no resueltas. Actualmente existen negociaciones entre EE. UU. y China que tienen buenas perspectivas de salir adelante. En ese caso, puede ser que China compre más en EE. UU. o que le dé mayor acceso a su mercado doméstico. Aun así, teniendo en cuenta esas medidas, existen temas a largo plazo que no se van a resolver en un futuro cercano.

Lo mismo pasa entre EE. UU. y Europa. La eurozona también se sitúa en un periodo de tregua pero, aun así, existe la amenaza de posibles tarifas y aranceles en el comercio automotriz, una de los claves entre el comercio europeo y estadounidense. Ante esta situación, se debería abandonar el esquema de negociaciones bilaterales en las que la parte más fuerte considera que todo lo que gana es lo que tiene que perder el otro. Al final, esto se traduce en un juego de suma-cero que termina siendo un error de partida.

En esta situación, lo mejor que se puede conseguir es algo peor que lo que ya se tenía, esa situación donde se trataba de reforzar el comercio a través de organizaciones multilaterales como la organización del comercio mundial.