Ruta BBVA: Las 7 rutas a pie más espectaculares

Isla Robinson Crusoe. Chile (2009)

El archipiélago Juan Fernández, a 700 km de la costa chilena, es uno de los rincones más especiales que ha visitado la Ruta. Este recóndito lugar en medio del océano Pacífico sirvió de escenario para ambientar la novela Robinson Crusoe de Daniel Defoe. La Expedición 2009 tuvo el privilegio de conocer su isla principal y disfrutar de los 18 km de marcha que les acercó a su flora endémica y a las escasas personas que habitaban la isla.

Nevado Quehuisa, donde nace el Amazonas. Perú (2014)

El objetivo de esta ruta a pie era llegar hasta las fuentes del río Amazonas, situadas a 5.170 m en la región del Colca. Los ruteros tuvieron que realizar varias etapas de aclimatación en los días previos para acostumbrarse a la altura. La caminata comenzó en las cercanías de Lloqueta y tras 4 horas de ascenso, Ruta BBVA llegaba al nacimiento del Amazonas, un pequeño manantial glaciar con una placa conmemorativa. La parte más difícil llegaría durante el descenso: el retraso en el horario previsto y la desorientación de los guías locales, hicieron que la expedición tuviera que finalizar la marcha de noche y a menos 10 grados. Eso sí, un mar de estrellas del sur bañaba los pasos de los expedicionarios que lograron su objetivo tras cerca de 20 horas de actividad.

La Chorrera, Gocta. Perú (2011)

La catarata de Gocta, conocida también como La Chorrera, es una de las más altas del mundo, con 771 m de altura, y se localiza en la región peruana de Chachapoyas. La Expedición 2011 emprendió la marcha hacia la catarata desde la fortificación de Kuelap, enclave privilegiado donde tenían situado su campamento. 10 horas de marcha para recorrer los 13 km que les separaba de su objetivo. Una exigente etapa con una recompensa única, ver una de las caídas de agua más espectaculares del continente americano y bañarse en las gélidas aguas de su manantial.

Selva del Darién. Panamá (2013)

La región de Darién, al sur de Panamá, alberga una de las selvas más peligrosas de toda América. Conocida como el Tapón del Darién, esta zona es el único punto donde desaparecen las conexiones terrestres entre América del Sur y Centroamérica. Caracterizada por una frondosa vegetación y una fauna en la que el rey es el mosquito morrongoy, la Expedición 2013 se enfrentó a 8 horas interminables para recorrer los 11 km que separaban el poblado emberá de Playona de la población wuonaan de Sinaí. Las fuertes lluvias, el cansancio y los kilos de barro adosados a las botas fueron los principales problemas a los que los ruteros tuvieron que enfrentarse. Unos parajes igual de duros a los que tuvo que desafiar Núñez de Balboa antes de descubrir el océano Pacífico.

Volcán Paricutín, Michoacán. México (2007)

La historia de este volcán situado en el estado mexicano de Michoacán es singular desde su inicio: es el único volcán en el mundo que cuenta con un testigo de su nacimiento. Dionisio Pulido, en febrero de 1943, vio ante sus ojos cómo aparecía de la nada. La Expedición 2007 subió hasta su cráter a más de 2.500 m tras una larga caminata de 8 horas sobre cenizas y rocas volcánicas. Las vistas desde arriba, incomparables. Como incomparable la sensación de tener bajo los pies el latir de la Tierra.

Parque Tayrona. Colombia (2015, 2012)

Situado a 30 km de Santa Marta, el Parque Nacional Tayrona es uno de los enclaves más espectaculares del caribe colombiano. Tanto la Ruta BBVA 2015 como la del 2012 acamparon en la playa del parque para afrontar una marcha de cerca de 30 km. Los estudiantes disfrutaron de frondosos parajes con espesa vegetación tropical pero también de zonas de rocas donde se vieron obligados a escalar. La marcha, que les llevó hasta un antiguo asentamiento de la cultura Kogui, finalizó con un gratificante baño en la playa del caribe de San Juan de Guía.

Selva de Tacotalpa, Tabasco. México (2010)

En Tabasco se encuentra la selva de Tacotalpa. La Expedición 2010 recorrió este estado mexicano y se embarcó en una ardua marcha por el complejo de Kolem Jaa. Los 20 km del recorrido resultaron más difíciles de lo previsto por la persistente lluvia tropical que acompañó a los ruteros en gran parte del recorrido. Tramos de espesa vegetación donde apenas pasaba el sol daban paso a fuertes subidas en roca, todo ello rodeado de una variada fauna con gran diversidad de aves. Naturaleza en estado puro para una gran marcha.