Reunión del BCE: la inflación es la clave
Tal como se esperaba, el BCE ha mantenido política monetaria y los tipos sin variaciones, y no ha hecho anuncios significativos en la reunión del mes de enero, donde hay que prestar especial atención a las palabras de Mario Draghi sobre la inflación.
Así, los tipos de interés continúan en el 0%, la tasa de facilidad de depósito en el -0,4% y el volumen de compras en 80.000 millones de euros al mes hasta finales de marzo de 2017 (será de 60.000 millones al mes entre abril y diciembre de 2017). La institución europea reiteró, además, su intención de mantener tanto la política de bajos tipos de interés por un periodo prolongado de tiempo, que superará la duración del programa de compra de activos.
Tal y como recoge BBVA Research en su informe ECB Watch, el BCE destacó ayer la mejora en el crecimiento económico de la Eurozona. Sin embargo, el banco central reconoce el riesgo que rodea a la eurozona sobre todo por factores globales, aunque aún es pronto para saber el efecto que tendrá el cambio de gobierno en EE.UU. o las negociaciones sobre el brexit, aún en marcha.
Lo más destacable de la reunión, según BBVA Research ha sido la opinión de Mario Draghi sobre el reciente aumento de la inflación (subió hasta el 1,1% en diciembre de 2016, su nivel más alto desde 2013). Y, añadió, aunque ha desaparecido el riesgo de deflación de la zona euro, “la subida de la inflación debe ser duradera, no transitoria, sostenible, y en el conjunto de toda la eurozona, incluso cuando la política monetaria extraordinaria desaparezca”.
De esta forma, el BCE continuará proporcionando apoyo a la recuperación económica en la zona euro en el corto plazo. BBVA Research considera que esto es positivo en un contexto de gran incertidumbre tanto a nivel mundial como a nivel europeo. Dicho esto, advierte de que un escenario negativo prolongado de bajos tipos de interés conlleva elevados riesgos para la estabilidad financiera.
En resumen, BBVA Research valora positivamente la mejora de las perspectivas de crecimiento y el aumento de las expectativas de inflación que harán más fácil, por tanto, la vuelta a la normalización de la política del BCE en algún momento.