Reunión del BCE: sin pistas sobre la normalización de la política monetaria
Tal y como se esperaba, tras su reunión mensual, el Banco Central Europeo dejó invariables los tipos de interés. A su vez, el presidente Mario Draghi introdujo el tipo de cambio como elemento de incertidumbre, destacando que vigilará las fluctuaciones del euro y sus posibles consecuencias. Asimismo, reiteró la posibilidad de ampliar el programa de compra de bonos, continuando con su política acomodaticia, que seguiría acompañada por tipos de interés en mínimos por un período largo de tiempo.
Tal y como se esperaba, el Banco Central Europeo mantuvo, tras su reunión de enero, los tipos de interés sin cambios. Además reiteró que el programa de compra de activos se ejecutará a un ritmo mensual de 30.000 millones de euros hasta septiembre de 2018. Mario Draghi no descartó, si fuera necesario, la posibilidad de ampliar este programa tanto en términos de tamaño como duración. A la vez reafirmó su postura de mantener las tasas de interés sin cambios hasta mucho más allá de la finalización del programa de compras de activos inicialmente previsto. De hecho, señaló que las posibilidades de que se produzca una subida de tipos este año son muy escasas. Una de las razones que soportan esta estrategia es que no ha habido muchos cambios en las perspectivas de crecimiento, únicamente un fortalecimiento de la economía.
Como señala BBVA Research en su informe Observatorio BCE, aunque no parece que la autoridad monetaria europea tenga intención de acelerar la normalización de la política monetaria, debería dar pistas al respecto durante la primera mitad de 2018 para preparar al mercado ante posibles cambios. Se especula con la posibilidad de que se den detalles en marzo o abril, una vez se haya confirmado que la inflación ha tocado fondo.
Asimismo el presidente del Banco Central Europeo señaló que la reciente apreciación del tipo de cambio del euro representa una fuente de incertidumbre que requiere supervisión, ya que es importante para el crecimiento y la estabilidad de precios. El presidente del BCE hizo hincapié en que la volatilidad del tipo de cambio podría tener implicaciones negativas para la estabilidad financiera, que incluso podría llevar a un endurecimiento no deseado de las condiciones financieras, y si así fuese el caso, podrían replantearse su estrategia de política monetaria.
En cuanto a las perspectivas de crecimiento, la expansión económica continúa a un ritmo robusto y los riesgos que rodean a la zona del euro siguen siendo ampliamente equilibrados.