Resultados de BBVA: ocho claves para entender las cuentas del ejercicio 2019
Los ingresos de carácter más recurrente (el margen de intereses y las comisiones netas) siguen creciendo de manera robusta y alcanzaron récord histórico en 2019. Según Carlos Torres Vila, presidente de BBVA, el banco ha obtenido unos excelentes resultados, a pesar de una complejidad del entorno macroeconómico mayor de la esperada. “Mirando hacia adelante, en BBVA nuestro objetivo será profundizar en nuestra estrategia integrando los intereses de clientes, empleados, accionistas y de la sociedad en su conjunto, equilibrando el punto de vista económico con el medioambiental y el social en todo lo que hacemos”, ha señalado.
El Grupo BBVA logró un beneficio sin extraordinarios de 4.830 millones de euros en 2019, un 2,7% más que en 2018, y el más elevado desde 2009. Al incluir el impacto por el ajuste del fondo de comercio de Estados Unidos en el cuarto trimestre y las plusvalías por la venta de Chile, el beneficio fue de 3.512 millones de euros, un 35% menos.
Ingresos recurrentes. Los ingresos de carácter más recurrente (margen de intereses más comisiones netas) registraron un alza del 4,6% interanual (un 5,3% a tipos constantes) hasta 23.235 millones de euros, alcanzando récord histórico para el banco.
Transformación. BBVA ha conseguido avances muy importantes en transformación, lo que le ha permitido ampliar su base de clientes, así como su satisfacción y su vinculación. A cierre de 2019, BBVA cuenta con 32,1 millones de clientes digitales (un 57% del total), y 29,0 millones de clientes móviles, que superan la mitad del total, con lo que se alcanza el objetivo marcado para el ejercicio. Las ventas digitales ya suponen un 59% del total en unidades vendidas y un 45% en términos de valor.
Sostenibilidad. BBVA ya ha movilizado 30.000 millones de euros para contribuir al desarrollo sostenible, casi la tercera parte de los 100.000 millones de euros de su Compromiso 2025. El banco BBVA ha anunciado también que, a partir de 2020, la entidad asigna un precio interno a sus emisiones de CO2, incorporando así este factor en sus procesos de toma de decisiones, con el objetivo de ser neutro en emisiones directas de CO2.
Eficiencia. La contención de los gastos de explotación y la positiva evolución de los ingresos de carácter recurrente han permitido mantener las ‘mandíbulas positivas’ y mejorar el ratio de eficiencia, que se situó en el 48,5% a cierre de año, significativamente por debajo del cierre de 2018 (-92 puntos básicos a tipos de cambio constantes).
Solvencia. BBVA mantiene una sólida posición de capital. El ratio CET1 ‘fully loaded’ cerró 2019 en el 11,74%, dentro de la horquilla objetivo del banco, entre 11,5% y el 12%. BBVA generó 40 puntos básicos de capital de manera orgánica, tras absorber 25 puntos básicos por los impactos regulatorios.
Gestión de riesgos. Los indicadores de riesgo se mantuvieron estables en el ejercicio, con la tasa de mora en el 3,8% (la más baja en diez años) y la de cobertura en el 77%.
Rentabilidad. Excluyendo el impacto del deterioro del fondo de comercio, BBVA presenta unas métricas de rentabilidad en torno al doble dígito, con un ROE del 9,9% (frente al 5,9% de la media de entidades europeas comparables a septiembre de 2019) y un ROTE del 11,9% (frente al promedio del 7,0% de este grupo de bancos europeos).
Creación de valor para el accionista. El valor contable tangible por acción más dividendos cobrados alcanzó 6,53 euros en 2019, lo que supone un incremento del 11,5% frente al ejercicio anterior. Además, la entidad tiene previsto someter a la consideración de los órganos de gobierno un pago en efectivo de 0,16 euros brutos por acción en abril de 2020, manteniendo la misma cifra del año anterior.