Resiliencia, característica positiva para la economía mexicana en 2018
El 2018 traerá para la economía mexicana importantes retos que definirán el rumbo de su crecimiento. Algunos de ellos están relacionados con factores externos que causarán incertidumbre. Aún ante este panorama, al que se suman las renegociaciones de Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las elecciones presidenciales, Carlos Serrano Herrera, economista jefe de BBVA Bancomer, señala en el artículo “Panorama económico 2018: resiliencia en medio de la incertidumbre” publicado en el periódico El Financiero, que la economía mantendrá su capacidad de resiliencia; es decir, que podrá enfrentar los episodios de volatilidad.
Serrano destaca que el crecimiento económico para este año se situará alrededor del 2% apoyado principalmente por el sector externo, donde la industria manufacturera de Estados Unidos seguirá creciendo y el comercio global se recuperará después de la crisis global. Las exportaciones mexicanas también irán en aumento a tasas de crecimiento que estarán en el rango de 10%. Y puntualiza que a medida que la inflación disminuya, la caída del consumo se detendrá y se recuperarán los salarios reales.
Más aumentos en la tasa de política monetaria significarán un viento en contra para la economía en una situación en que no son necesarios para contener la inflación”
El economista jefe de Bancomer expone que “la contracción económica observada en el tercer trimestre de 2017 fue un fenómeno transitorio explicado por los desastres naturales de septiembre, tanto los sismos como los huracanes”. Además, la inflación durante el 2018 tendrá una marcada trayectoria descendente, estimando se ubique por debajo de 4%; “el año pasado cerró en 6.8%, el nivel más alto desde el 2000”, que resultará transitorio y se explica fundamentalmente por el aumento en los precios de la gasolina y por la depreciación del tipo de cambio que significó una subida en los precios de bienes importados.
Serrano advierte que el Banco de México (Banxico) no debería seguir elevando la tasa de referencia, pues “más aumentos en la tasa de política monetaria significarán un viento en contra para la economía en una situación en que no son necesarios para contener la inflación”. En lo que compete a la política fiscal, el economista destaca que las metas del gobierno relacionadas con un superávit fiscal de 0.9% del Producto Interno Bruto (PIB) son adecuadas porque representarán que la deuda como porcentaje del PIB siga cayendo.
Un ajuste en el gasto corriente más que en la inversión, mayores exportaciones y la recuperación en los precios del petróleo, según Serrano, son los factores que permitirán que los fundamentales de la economía mejoren. “Veremos un menor déficit fiscal y un menor déficit de cuenta corriente, lo cual contribuirá a que México siga siendo más atractivo para los inversionistas internacionales que la mayoría de los países emergentes grandes”. Es así como la resiliencia económica estará presente para apoyar la trayectoria de crecimiento y soportar algunos acontecimientos de impacto para la economía mexicana.
La colaboración completa para el periódico El Financiero se publicó el 12 de enero de 2018 y puede consultarse en este Link.