¿Cómo controlar el nuevo programa Renta Web en 15 minutos?
La Campaña de la Renta ya está en marcha y este año cuenta con una novedad que en los primeros días ha acaparado todo el protagonismo. Se trata de Renta Web, el nuevo servicio de la Agencia Tributaria (AEAT) para realizar la declaración a través de cualquier dispositivo, ya sea ordenador, smartphone o tablet, sin necesidad de descargar ningún programa.
Con la intención de facilitar la labor y acercarse a las nuevas tendencias sociales (los españoles cada vez hacen más trámites y tareas a través del móvil), la AEAT ha desplegado un servicio que podrán utilizar todos los contribuyentes, excepto los profesionales y autónomos que perciben rendimientos por actividades económicas.
La idea es que Renta Web sustituya al programa PADRE, un sistema bastante más complejo cuyo manejo conlleva más tiempo. Eso sí, se puede afirmar que el nuevo servicio es un especie de híbrido de este programa, ya que permite descargar todas las rentas de diferente naturaleza, también las que procedan del patrimonio o de inmuebles.
¿Cómo funciona?
Antes de comenzar a hacer la declaración en Renta Web, el contribuyente debe identificarse con el DNI electrónico, con una clave PIN o con un número de referencia que se puede recibir por SMS. A continuación se despliegan los servicios disponibles para el contribuyente según su naturaleza, siendo el primero de ellos el de Renta Web.
En servicios disponibles hay que hacer clic en Confeccionar declaración (Renta Web) para visualizar en pantalla completa el borrador. El primer paso es confeccionar los datos personales y familiares. Para disponer de los datos del cónyuge, debe introducirse el número de referencia de éste.
Si no es necesario aportar información adicional para trasladar datos fiscales, se accede inmediatamente al Resumen de resultados del borrador de la declaración. En este resumen se puede optar por presentar declaración, lo que permite continuar con el proceso para ultimar la renta del año pasado finalizando la presentación o imprimiéndola; ver datos fiscales, que conduce a una nueva ventana con todos los datos imputados; o ir a vista previa para generar una copia en PDF, no apta para su presentación.
En la ventana de presentación de la declaración hay que escoger el tipo (individual o conjunta, con hijos, etc.) y especificar si se va a realizar la presentación electrónica en ese mismo momento o se va a obtener la predeclaración para su posterior presentación en papel.
Cuidado con lo que viene a continuación, porque el servicio preselecciona las opciones de pago fraccionado y de domiciliación si el resultado es un ingreso. Si deseas cambiarlo, en esta misma ventana puedes hacerlo. Y así se daría por finalizado el proceso.
No tan rápido…
No obstante, es más que conveniente pararse un poco y dilatar el proceso para no incurrir en errores. La propia AEAT recomienda revisar con detenimiento el borrador antes de verificarlo. Las prisas no son buenas compañeras, y a la hora de la declaración del IRPF, tampoco. Y es que, según el sindicato de técnicos de Hacienta (Gestha), uno de cada tres borradores no es correcto debido a errores, omisiones e imprecisiones.
Desde Gestha recomiendan dedicar al menos una hora a repasarlo todo, sobre todo deteniéndose en comprobar los datos relativos a la vivienda, los datos personales y familiares, las cuotas sindicales o de donaciones, los planes de pensiones, o las deducciones autonómicas de distinta naturaleza. Si algún dato es incorrecto, Renta Web permite modificarlo sin tener que acudir a una oficina de la Agencia o tener que descargar el programa PADRE.
Por último, y muy importante, hay que memorizar los plazos. Por vía electrónica o telefónica los contribuyentes tienen hasta el 30 de junio para presentar la declaración del IRPF, mientras que de forma presencial se abre el plazo el 10 de mayo y también se prolonga al 30 de junio.