Regulación 'fintech': en busca de un terreno de juego igual para todos
Bancos y ‘fintech’ deberían competir en el mismo terreno de juego, lo que supone todo un reto para la regulación y supervisión financieras. Santiago Fernández de Lis, responsable de Sistemas Financieros y Regulación de BBVA Research, revisa en un informe reciente las prioridades regulatorias que plantea la disrupción digital de los servicios financieros. En su opinión, el eje de la política en materia de regulación ‘fintech’ debe ser la construcción de “un terreno de juego equilibrado para todos los actores involucrados, que permita afrontar los riesgos que se plantean y garantizar una competencia justa”.
La relación con el consumidor a través de canales digitales, con un asesoramiento automatizado y nuevos intermediarios; los nuevos productos, tanto en el segmento de pagos, como créditos, depósitos o inversión; y la creación de una nueva infraestructura bancaria han trastocado no solo al sector, sino a los reguladores y supervisores, que en muchas ocasiones han ido un paso por detrás de la innovación financiera.
Por ello, reguladores y supervisores tienen que valorar estas innovaciones a la luz de sus objetivos tradicionales: la eficiencia, la estabilidad financiera, la protección del consumidor y la integridad del sector, según detalla BBVA Research.
Es necesario un terreno de juego equilibrado para todos los actores involucrados, que permita afrontar los riesgos que se plantean y garantizar una competencia justa"
BBVA Research
Retos y beneficios de la era digital para la regulación financiera
En el caso de la eficiencia, los beneficios de la transformación digital se notan en la automatización, la desintermediación con tecnologías como ‘blockchain’, la mayor flexibilidad y escalabilidad de las infraestructuras tecnológicas, la creciente competencia y los menores costes.
Para la estabilidad financiera, supone un reto gestionar los nuevos riesgos tecnológicos, la relación con nuevos proveedores, la mayor presión sobre la rentabilidad de los bancos y la creciente volatilidad. Al mismo tiempo, estas transformaciones tienen impactos claramente positivos, al fomentar un ecosistema más diverso y surgir nuevas herramientas para manejar los riesgos.
Desde el punto de vista de la protección del consumidor, las nuevas tecnologías suponen de entrada una mejora enorme, ya que ponen al consumidor en el centro de las decisiones, mejoran el control y la trazabilidad de las interacciones con clientes y les da más independencia. Por otro lado, supone nuevos riesgos de seguridad, plantea cuestiones alrededor de la protección de los datos, sobre todo en la medida en que los nuevos jugadores entren con reglas más laxas en el mercado.
Respecto a la integridad del sector (relacionada sobre todo con la lucha contra el blanqueo de dinero), la disrupción digital supone un mejor sistema para seguir y analizar las transacciones, pero también plantea dudas alrededor de cuestiones como las monedas virtuales y los sistemas de pago, además de la autenticación digital de los clientes.
BBVA Research
Mismos servicios, misma regulación
BBVA Research considera que debe existir un mismo trato regulatorio para actividades con niveles de riesgo similares, independientemente de quién las realice, lo que fomenta la estabilidad financiera, la protección al consumidor y la integridad del sistema. Asimismo, pide eliminar las barreras innecesarias a la competencia en el acceso a las infraestructuras de pago, el uso de los datos de clientes siempre que haya consentimiento y un marco regulatorio y supervisor conocido.
En este entorno, las normas prudenciales bancarias y las lagunas regulatorias conducen muchas veces a asimetrías en la competencia entre bancos, más regulados, y otros jugadores no bancarios, menos regulados.
¿Cómo pueden reducirse estas asimetrías? BBVA Research propone tres vías: Limitar el alcance de la regulación prudencial de los bancos para actividades ‘fintech’ que no forman parte del núcleo de los servicios bancarios, acotar las lagunas existentes en la regulación de los nuevos entrantes y facilitar la innovación para todos los jugadores, a través por ejemplo de entornos de prueba seguros o ‘sandboxes’.
La regulación de los datos, clave
Los datos son un activo estratégico clave en la economía digital y también podrían ser una fuente para la construcción de un terreno de juego igualitario para todos los participantes en el ecosistema digital. De esta forma, las regulaciones sobre la accesibilidad y portabilidad de los datos de los clientes tienen amplias implicaciones para la protección del consumidor, la competencia y la estructura del mercado de los servicios financieros.
Las autoridades europeas están considerando estas cuestiones para el establecimiento de su postura reguladora alrededor del ‘fintech’, regulando nuevos modelos de negocio y servicios, identificando nuevas fuentes de riesgo y promoviendo la innovación y la competencia.
La Comisión Europea ha definido los principios de su política al respecto, cuyos objetivos son fomentar el acceso a los servicios financieros, incrementar la eficiencia, reducir las barreras de entrada al sector y buscar un equilibrio entre el acceso a los datos de clientes con su protección. Asimismo, la EBA (siglas en inglés de la Autoridad Bancaria Europea) ha publicado recientemente las líneas de trabajo futuras respecto al ‘fintech’. Europa afronta también la entrada en vigor de dos nuevas normativas que regulan por un lado los sistemas de pagos (PSD2) y por otro el acceso a los datos de los clientes (GDPR).
Es importante que el acceso a los datos de clientes, siempre con su consentimiento, se plantee de forma que los bancos puedan competir en pie de igualdad con los grandes gigantes digitales. Asimismo, hay que evitar que las regulaciones sectoriales como PSD2 puedan crear asimetrías entre los jugadores en un contexto digital en el que los límites entre los sectores se vuelven borrosos.