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Personal directivo Act. 27 feb 2018

“El 'regtech' permitirá una comunicación ágil y rápida entre supervisores y bancos”

Ricardo Gómez Barredo vio nacer BBVA (con la fusión de BBV y Argentaria), un grupo al que lleva ligado más de dos décadas. Ahora está al frente de funciones tan críticas para un banco como la interlocución con supervisores y la elaboración de la información y el reporte financiero. En el plano profesional, se describe como un tipo autoexigente. Y piensa que lo mejor de su experiencia profesional ha sido siempre “la gente con la que he tenido la suerte de trabajar”.

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Entra en la sala donde hemos quedado con la carismática sonrisa que le caracteriza. En BBVA, Ricardo Gómez Barredo es conocido por estar dispuesto a ayudar a quien lo necesite. “Soy hijo de tendero. Mi padre era sastre y yo le acompañaba a la tienda todos los sábados por la mañana. Desde pequeñito viví este mundo de la persona que quiere agradar permanentemente”, confiesa.

Sin embargo, cree que su forma de ser tiene una doble lectura. “En las relaciones personales es una virtud, pero en el mundo profesional a veces es un defecto porque intentas llegar al acuerdo y esto no siempre es posible”, añade. A sus 52 años, acaba de ser abuelo. Un acontecimiento familiar que le parece una “maravilla”, aunque estar en “la primera línea generacional” le hace reflexionar sobre la vida. En sus ratos de tiempo libre, compagina una intensa vida familiar —tiene cuatro hijos— con dar paseos y su pasión por el cine. Las películas de cine fantástico le atrapan especialmente desde que vio El Señor de los Anillos. “El escapismo psicológico que logra este tipo de cine me gusta mucho más de lo que pensaba”, asegura. Su altura denota una afición desde joven por el baloncesto, además de la esgrima y el rugby. Unos deportes que con el tiempo cambió por el pádel.

Ricardo Gómez Barredo vio nacer BBVA (con la fusión de BBV y Argentaria), un grupo al que lleva ligado más de dos décadas. En el plano profesional, se describe como un tipo autoexigente. Y piensa que lo mejor de su experiencia profesional ha sido siempre “la gente con la que he tenido la suerte de trabajar”. El director de Accounting & Supervisors se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid y es Máster en Asesoría Fiscal por ICADE. Inició su carrera profesional en PricewaterhouseCoopers y en Industria Española del Aluminio, en ambos casos en el área fiscal. En 1994 dio el salto a la banca como director de Asesoría Fiscal en el Banco Hipotecario. A partir de ahí, ocupó diferentes cargos de responsabilidad en el Grupo BBVA, hasta su actual función en la primera línea de reporte del presidente. Su carrera dio un giro importante en 2003 al pasar al mundo de la planificación financiera, después de 15 años trabajando en temas relacionados con los impuestos. Ahora está al frente de funciones tan críticas para un banco como la interlocución con supervisores y la elaboración de la información y el reporte financiero. Reconoce que “cuando vas ascendiendo en la carrera profesional, te das cuenta de que el confort cada vez te lo da menos lo que sabes y más lo que eres capaz de transmitir y gestionar”.

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El responsable de la contabilidad y la relación con supervisores de BBVA lleva ligado al grupo más de dos décadas

-Pregunta: ¿En qué consiste el área de Accounting & Supervisors, creada hace un año?

-Ricardo Gómez Barredo: Accounting & Supervisors (A&S) es responsable de la elaboración de los estados financieros y el reporting del Grupo BBVA.

Su misión es garantizar la transparencia, la integridad y la exactitud de la información.

Desde el punto de vista jurídico, la presentación de las cuentas es una de las declaraciones extrajudiciales más importantes que realiza el Consejo de Administración. Para elaborar las cuentas, existen unos procesos financieros, sobre los que está establecido un modelo de control interno de cuya segunda línea de defensa es responsable directo A&S. Dicho de otra forma, es un departamento que se asegura de que la forma en la que el Grupo se relaciona con el exterior e incluso con su órgano de gobierno principal (el Consejo de Administración), cumple una serie de condiciones. De esta forma, es posible tener controladas las responsabilidades que asumimos.

El área tiene relación, en primer lugar, con el Consejo de Administración a través la Comisión de Auditoría; por otro lado, con los organismos de los mercados de valores, a través de la presentación de documentación, cuentas y hechos relevantes; con el supervisor bancario, para que conozca la realidad del grupo y entienda cómo gestionamos el riesgo y por qué tenemos que ser una entidad confiable; y, finalmente, con las haciendas públicas de cada jurisdicción.

-P: ¿Cómo es la relación con el Banco Central Europeo desde que es el supervisor de BBVA?

-R: Hemos notado claramente una presión supervisora. Los bancos hemos tenido que adaptarnos a las nuevas exigencias. El 4 de noviembre de 2014 entró en vigor el Mecanismo Único de Supervisión y, el 1 de enero de 2016, la Junta Única de Resolución, además de la adaptación de las nuevas directivas de capital CRD IV y CRR y a la directiva de resolución BRRD.

Todo esto hace que el mapa de actividades y relaciones con supervisores y reguladores haya cambiado de una manera radical. Hoy nos enfrentamos a muchos más requerimientos, y de muy diversa índole, ya que no afectan sólo a la parte financiera de la entidad. Por tanto, estamos ante un nuevo escenario.

Hemos pasado de un supervisor local exigente y centrado en aspectos financieros, a un supervisor europeo igualmente exigente y con un ámbito de supervisión más amplio. La nueva supervisión tiene además una orientación prospectiva, es decir, analiza el modelo de negocio y la estrategia de los bancos para saber qué se puede esperar de aquí a tres años. Algo impensable hace muy poco tiempo. Adicionalmente, supervisa la gestión y el gobierno corporativo, dos ámbitos que han ido cobrando una importancia exponencial.

El Grupo BBVA está bajo la supervisión del BCE a nivel consolidado pero, por otro lado, todas las franquicias locales también están supeditadas a supervisores locales.

Por ello, la necesidad de coordinación de los diferentes supervisores es fundamental.

A partir de la crisis bancaria de 2007, los supervisores se dieron cuenta de que ninguno tenía una visión holística de las entidades financieras. El problema es que no se pusieron de acuerdo para ver quién tenía que tener esa visión completa. La supervisión prudencial terminó dividiéndose en dos: se separó el supervisor de la actividad ordinaria bancaria, del mundo de la resolución bancaria.

En pocas palabras, tenemos un nuevo entorno supervisor, con una visión holística (no únicamente financiera), que implica un nuevo enfoque desde el prisma del banco.

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Ricardo Gómez Barredo, director de Accounting & Supervisors de BBVA

-P: ¿Fue positivo que BBVA saliera de la lista de entidades sistémicas globales?

-R: La salida de BBVA del grupo de entidades sistémicas globales fue consecuencia de un análisis de la situación que puso de manifiesto que el banco no llegaba a los niveles cuantitativos mínimos de una entidad sistémica. Hasta ese momento, BBVA estaba en el grupo por criterio del supervisor. Y, en noviembre de 2015, pasó de ser considerado un banco sistémico global a una entidad sistémica local en varios de los mercados en los que está presente.

Antes de nada, pensemos qué significa ser una entidad sistémica. Un banco proporciona dos servicios críticos: poner en contacto los déficits con los excedentes financieros (intermediación bancaria) y dar herramientas que permitan la transaccionalidad del sistema, es decir, las relaciones entre diferentes agentes económicos mediante pagos, cobros, etcétera. Desde esta perspectiva, hay entidades que tienen tal tamaño en determinadas geografías que, si dejaran de existir, generarían un impacto considerable. De ahí la reacción de los supervisores; las entidades sistémicas locales o sistémicas globales tienen que estar reguladas de forma especial, porque si no el sistema sale perdiendo.

Cuando se implementó la regulación para estos bancos, parecía que el mercado iba a valorar mejor a las entidades sistémicas, al ser más potentes o capaces. Pero la consecuencia ha sido que las entidades sistémicas tienen obligaciones adicionales que les meten todavía más presión.

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Su carrera dio un giro importante en 2003, al pasar al mundo de la planificación financiera, después de 15 años trabajando en temas relacionados con los impuestos

-P: ¿Cómo valoras el mecanismo de resolución bancaria que se ha visto por primera vez funcionar en Europa?

-R: La Junta Única de Resolución tiene como misión asegurar una resolución ordenada de los bancos o grupos bancarios en quiebra o en una situación complicada, con el mínimo impacto en la economía real y en las finanzas públicas. Es una figura que establece que, cuando se prevé que un banco está en riesgo de quebrar, se interviene antes de que esto ocurra. Cambia el equipo gestor y se toman medidas para que nunca llegue a concurso de acreedores o, por lo menos, para que la participación y las funciones críticas que ese banco proporciona al sistema sigan existiendo independientemente de que el banco desaparezca. Ese es el concepto de resolución.

-P: ¿Y al menos eso se ha conseguido?

-R: Se ha conseguido, aunque todavía falta mejorar la coordinación entre los diferentes supervisores con otras autoridades. En esta línea, el Mecanismo Único de Resolución está empezando a mantener reuniones con la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) el supervisor de todas las comisiones nacionales de valores de Europa, para intentar coordinar la petición de información contable de las entidades. Creo que dentro de cuatro o cinco años el mecanismo de resolución funcionará mucho mejor.

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Es responsable de la elaboración de los estados financieros y el reporting del Grupo BBVA

-P: ¿Cuándo se llegará a un acuerdo sobre Basilea?

-R: Creo que se va a llegar a un acuerdo sobre Basilea pronto. Está por ver si la nueva normativa cumple las expectativas sobre la homogeneización de los modelos internos para calcular los activos ponderados por riesgo (APRs). Se llegará a un acuerdo, pero no creo que sea la regulación definitiva. Seguramente, necesite modificaciones adicionales sobre solvencia.

-P: ¿Qué esperas de los próximos test de estrés a la banca europea? ¿Crees que van a tener la credibilidad suficiente?

-R: La realización de estos ejercicios es especialmente importante, ya que si los bancos superan el test, implica que existe una buena base para emprender el crecimiento económico. Además, los resultados del escenario estresado son utilizados por los supervisores para fijar las necesidades de capital a nivel individualizado.

Sin embargo, estas evaluaciones se basan en parámetros generales que no siempre llegan a identificar problemas idiosincráticos. Hoy en día el sector financiero está muy globalizado y, teniendo en cuenta la velocidad de los acontecimientos, en ocasiones aparecen nuevos riesgos que no se han tenido en cuenta en el diseño de los test de estrés y se incluyen en ejercicios posteriores.

En definitiva, por mucho que los test de estrés salgan bien y aunque tengan en cuenta muchos de los riesgos del sector, hay que ser conscientes de que no resuelven desafíos como la incertidumbre regulatoria, la entrada de nuevos competidores desregulados o el riesgo reputacional.

-P: Se cumplen diez años de la crisis, ¿qué balance haces del sistema financiero?

-R: Si los bancos no se estuvieran enfrentando a la transformación de la industria por las nuevas tecnologías, claramente la situación sería mejor. Si esta misma situación se estuviera produciendo hace 20 años, el futuro que tendríamos por delante sería mucho más halagüeño. La gran duda es cuál será el rol del sistema financiero en la economía dentro de 10 años. Es una incógnita. Los bancos debemos ser flexibles para adaptarnos al entorno. Y el supervisor también.

-P: ¿Cómo están reaccionando los supervisores a la transformación de las entidades?

-R: Si ya es difícil para los bancos predecir el futuro, para el supervisor es prácticamente imposible. Además su función no es que una empresa funcione bien -de eso se encargan los órganos de dirección-, sino que la empresa no tenga efectos negativos en el sistema. Sin embargo, nos encontramos con un problema: cada supervisor se preocupa de su ámbito de actuación. En este sentido, el reto es compatibilizar la regulación prudencial con los avances tecnológicos, de forma que se promueva un marco regulatorio fuerte con entidades sanas, sometidas a las mismas reglas del juego de los nuevos competidores digitales. Las claves para poder competir en un entorno de cambio tecnológico son tres: capacidad de proceso, velocidad de transmisión y capacidad de almacenamiento.

En este momento, la velocidad de transmisión de la información cada vez es mayor y más barata.

Asimismo, la capacidad de almacenamiento es casi infinita. Así pues, ¿dónde está el cuello de botella? En la capacidad de proceso. Los bancos tradicionales tienen el problema de que su capacidad de proceso es muy cara y lenta. Los nuevos entrantes, en cambio, tienen una capacidad de proceso basada en la nube y otras tecnologías, que resulta rápida, barata y se adapta de manera inmediata a las necesidades del cliente. Por tanto, los bancos necesitan que el supervisor permita que los procesos se realicen fuera de la entidad. Por otro lado, las nuevas tecnologías y las nuevas necesidades de los consumidores exigen tomar decisiones muy rápido y asumir más riesgo. Por eso necesitamos sandboxes, es decir, terrenos de pruebas que nos permitan avanzar más rápidamente.

Por tanto, la jurisdicción cuyo supervisor se adapte más rápido a la capacidad de hacer procesos fuera del banco y a facilitar la formación de sandboxes generará una ventaja competitiva a los bancos presentes en dicho país.

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-P: Pasamos a un tema regulatorio más específico, IFRS9, ¿Cuál será el impacto en la banca española?

-R: Pasar a contabilizar las pérdidas por insolvencias siguiendo los principios de IFRS9 (métodos internos de cálculo de provisiones), supone un cambio radical para las entidades. No sólo por los significativos cambios operativos que exige, sino principalmente porque implica la necesidad del trabajo conjunto de las áreas contables y de riesgos, con objeto de que la gestión del riesgo de crédito quede adecuadamente reflejada en los estados financieros.

Según IFRS9, el coste de riesgo se calcula en base a la pérdida esperada a un año. Esto tiene más sentido económico de lo que parece. Pongamos el caso de una entidad con una sola cartera de préstamos que va a devengar un interés durante un año. El coste de dicha cartera se calculará en base a lo que se estima que va perder durante ese año. De esta forma, el 31 de diciembre tendrá calculada la pérdida esperada equivalente a todo el año siguiente. Por tanto, se logra una cierta anticipación que gusta al supervisor contable, porque las entidades van a estar mejor preparadas para enfrentarse a situaciones de ‘shock’ al reconocer pérdidas contables antes de que se produzcan.

No obstante, las estimaciones de pérdidas implican el uso de predicciones sobre los importes y el momento de los recobros. Esto produce un riesgo material que puede afectar a los estados financieros, así como a las métricas financieras y regulatorias.

De hecho, como consecuencia de la entrada en vigor de IFRS9, muchos bancos se están replanteando su modelo de negocio.

Aquellos muy apalancados en operaciones de plazos muy largos con un riesgo alto van a tener que plantearse el precio al que hacen esas operaciones o, incluso, si les compensa seguir haciéndolas.

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-P: Entonces, el impacto va a ser importante.

-R: Creo que tendrá un efecto real en la forma en que cada banco hace operaciones en el mercado.

-P: Entramos en materia de fiscalidad. ¿Cómo se desmonta el mito de que las grandes empresas tratan de pagar menos impuestos?

-R: El primer paso es corregir los comportamientos incorrectos de ciertos grupos multinacionales que diseñan estructuras con el objetivo de rebajar la carga fiscal en determinadas geografías. Esto es cierto; no es un mito.

En segundo lugar, las entidades deben ser lo más transparentes posible. Además, tienen que ser capaces de convencer a la sociedad e informar correctamente de los impuestos que pagan.

En BBVA, con el objetivo de ser un buen ejemplo en materia de transparencia, decidimos hacer público de forma voluntaria un informe sobre la contribución fiscal global. Desglosamos el beneficio que estamos obteniendo en cada una de las jurisdicciones y los impuestos que nos corresponde pagar por esos beneficios.

Además, los bancos somos un socio vital para Hacienda, ya que gestionamos la información que necesita para poder recaudar impuestos de los contribuyentes.

El coste que supondría a las autoridades tributarias hacer ese trabajo sería enorme.

-P: En cuanto al regtech, ¿cómo está ayudando la tecnología a que los bancos cumplan la normativa?

-R: El regtech pretende proporcionar soluciones en el ámbito regulatorio en cuestiones como la interpretación de la nueva regulación; el acceso, el almacenamiento y la gestión de datos; el reporting regulatorio; la prevención del fraude; y la gestión de riesgos. No sólo supone utilizar la tecnología para recolectar información, almacenarla y transmitirla de manera correcta. Implica también que el supervisor utilice el mismo sistema tecnológico que las entidades financieras para tratar la información. Es imprescindible que los reguladores adopten nuevas soluciones tecnológicas, para entender las ventajas que suponen y los riesgos que conllevan. De esta manera, podrán tomar decisiones cualificadas, en base a una comprensión profunda de la materia. Además, se conseguirá que la comunicación entre el supervisor y los bancos sea mucho más ágil y rápida.

-P: ¿En qué punto está el regtech?

-R: Lo primero que hace falta es una definición clara y estable de la información que el supervisor necesita de las entidades en cada una de las jurisdicciones en las que está presente. Y no hay que olvidar que se trata de información que está en constante evolución.

El día en que se estabilice la información requerida por el supervisor, será más fácil aplicar las soluciones regtech comentadas.