Regtech o cómo la tecnología también ayuda a cumplir con la ley
Startups, reguladores y representantes de los principales bancos mundiales se dieron cita ayer en el Centro de Innovación de BBVA para participar en el primer Regtech Innovation Lab, organizado por el Institute of International Finance (IIF) y BBVA en Madrid.
Ha sido un evento único en su tipo en el que expertos en regulación, desarrolladores de software y las entidades financieras han puesto en común su conocimiento y necesidades para crear estructuras que respondan a las normas de cumplimiento de manera más eficiente y a precios más competitivos.
Y es que el aumento de la regulación promete hacer crecer la factura de cumplimiento y las entidades financieras deben hacer frente a este desafío/obligación, en un entorno de bajos tipos de interés y márgenes ajustados de la actividad bancaria. Las cifras hablan por sí solas:
- El 38% de las firmas de servicios financieros dedican al menos una jornada completa de trabajo cada semana para rastrear y analizar las novedades regulatorias, una cifra que aumenta hasta el 59% en el caso de las entidades sistémicas.
- Una entidad sistémica ha llegado a destinar casi 1.000 millones de euros adicionales para cubrir tareas relacionadas con nuevos requisitos regulatorios.
- El sector asegurador, por ejemplo, destinó más de 6.000 millones de euros para cumplir con las nuevas normativas.
La dinámica del evento ha incluido encuentros ‘exprés’ de 25 minutos con entidades miembro del IIF y autoridades regulatorias de diversos países. Ayasdi, Onfido, Suade o Sybenetix fueron algunas de las startups presentes en este primer ‘lab’ donde presentaron sus conceptos y productos y escucharon las necesidades de las entidades financieras y los reguladores. IBM y Silicon Valley Bank también presentaron sus propuestas.
El uso de estas nuevas tecnologías regtech ofrece un gran potencial para desarrollar mejores soluciones de cumplimiento, mejorar la eficiencia, la rentabilidad y reducir las barreras de entrada al sector. Las aplicaciones de regtech abarcan áreas como la monitorización en el pago de transacciones, el proceso de conocer al cliente (y sus datos), también conocido como KYC; el desarrollo de modelos y predicciones, el control de las operaciones, la supervisión de la operativa para asegurarse que se ajusta a la normativa vigente e incluso detectar la posibilidad nuevas regulaciones en el futuro.
Gurjeet Singht, CEO de la compañía de análitica avanzada Ayasdi, cree que la industria financiera se encuentra “ante la gran oportunidad de repensar cómo hacemos todas las cosas. Aún hay muchos sitios donde se siguen realizando procesos de manera manual que llevan mucho tiempo y donde la inteligencia artificial y el machine intelligence pueden ser muy útiles. La inteligencia artificial puede ser muy beneficiosa y marcar la diferencia con los clientes y el machine intelligence puede ser muy eficiente en los procesos internos y para trabajar con los reguladores”.
Los desarrollos de Ayasdi tienen actualmente aplicación en la detección de fraude, estrategias de negociación, segmentación de clientes, investigación de enfermedades y seguridad nacional. Su especialidad es el software de aprendizaje automático (machine learning) y el análisis de big data que para organizaciones que trabajan con una gran cantidad de datos.
Taras Chaban, cofundador y CEO de Sybenetix, compañía dedicada al análisis de comportamientos y proveedor de soluciones para el reconocimiento de patrones aplicados para a la banca, hedge funds y los gestores de activos, resalta la importancia de que se produzca este diálogo entre los reguladores, las instituciones y los innovadores. “El Regtech Innovation Lab nos está permitiendo contactar con otras compañías” y al mismo tiempo, Chaban cree que este ejercicio les está permitiendo encontrar nuevas ideas “sobre cómo tratamos la privacidad de los datos en la analítica de comportamientos”.
Más barato y preciso
Con más de nueve años de experiencia en Google, Edward Ungar, ahora director comercial de Onfido, destacó las posibilidades del regtech no solo para recortar costes, sino para mejorar la precisión de la información que se gestiona. “En procesos donde hay intervención humana (manual), existen límites a la exactitud y precisión que se puede conseguir”, regtech ayuda a mejorar esos resultados, explica.
Onfido trabaja en el desarrollo de soluciones para la verificación de la identidad de los clientes a través de una API y ayuda a transformar tanto la experiencia del cliente como el cumplimiento normativo. Según Ungar, se trata de un área en que los bancos retail tienen problemas y pueden beneficiarse de los avances que aportan áreas como el reconocimiento visual, machine learning, y biometría. “Lo que intentamos ofrecer es una experiencia de usuario más cercana, al estilo Google para que las entidades puedan destinar los recursos a funciones más especializadas”, afirmó.
A través de la API de Onfido se pueden realizar comprobaciones en 132 países, sean cuales sean las necesidades del negocio. Esto lo consiguen mediante la comprobación internacional de identidad, buscando registros que enlazan el nombre completo de una persona con la dirección y fecha de nacimiento dado. Realiza comprobaciones contra las PEPs y la lista de sancionados internacionales y devuelve todos los detalles de los registros. También verifica que el documento sea genuino cruzando referencias de la información del documento con la identidad validada.
Regulación como servicio
Los asistentes a este primer Regtech Innovation Lab concuerdan en que esta subdisciplina del mundo fintech aún afronta numerosas barreras para su implementación. Existen restricciones legales sobre el uso de datos y las nuevas tecnologías, hay una falta de estandarización de la información y la regulación impone unos plazos cada vez más ajustados para implementar nuevas soluciones de IT en las entidades financieras. Por otra parte, la metodología y los portales de reporting anticuados de algunos reguladores y la incertidumbre frente a una agenda regulatoria que aún no está finalizada también dificultan un avance más rápido. Y la falta de redes que reúnan a las partes involucradas en un único lugar.
La startup Suade afirma tener algunas herramientas para ayudar a afrontar este tipo de desafíos. Diana Paredes, cofundadora y CEO de esta firma londinense, explica su propuesta: Ponemos a disposición de la banca el concepto de “regulación como servicio”, que consiste en ofrecer una plataforma para proveer a las entidades la regulación como un servicio de software. “La regulación cambia de manera muy rápida y es muy importante que los bancos sepan que el software también puede adaptarse a esos cambios. Esto se traduce en más flexibilidad en la arquitecturas de software, que permite actualizar de manera más ágil ante el nuevo ámbito regulatorio”.
Para esta emprendedora el reto para las regtech está en hacer comprender a las instituciones financieras que es el momento de innovar en este ámbito. “Cuando estás presentando una nueva forma de hacer tecnología, el reto siempre es encontrar bancos que estén dispuestos a innovar. Siempre cuesta explicar a los bancos por qué necesitan adaptar su tecnología. El mundo está cambiando y si no cambian ellos, el mundo va a cambiar sin los bancos”, añade.
En ese sentido, Paredes recuerda que los antiguos sistemas (plataformas spaghetti) no son un buen aliado para la regulación y que, en cambio, la tecnología sí resulta atractiva para los reguladores.