Reducir tasas de interés para mejorar competitividad de las exportaciones chilenas
Para mejorar la competitividad de las exportaciones chilenas y lograr que vuelvan a tener un rol protagónico como impulsoras del crecimiento de la economía, se requiere de un ajuste, ya sea por la vía del tipo de cambio y/o por la vía de desinflación de precios o salarios. Así lo indica Hermann González, economista de BBVA Research, en una columna publicada por el diario 'El Mercurio', en donde señala que un ajuste más sano y menos doloroso sería a través del mecanismo cambiario, para lo cual se haría indispensable una reducción de las tasas de interés.
Hermann González explica que una depreciación mayor y multilateral del peso sería la mejor alternativa para mejorar la competitividad de las exportaciones, mientras que el mecanismo de desinflación de precios o salarios resultaría más costoso, dado que sería compatible con una actividad económica que se debilita aún más y con un ajuste del mercado laboral que implicaría pérdidas de empleo y menores remuneraciones.
El economista de BBVA Research señala que Chile lleva varios años registrando pérdida de competitividad de sus exportaciones y que si bien el índice que la mide se estabilizó en el último trimestre de 2016 en los sectores agrícola e industrial y repuntó en el minero, es insuficiente para recuperar el terreno perdido. “Además, la tendencia reciente responde muy específicamente a la evolución de los precios de exportación de dos productos, lo que obliga a ser mucho más cauteloso en la interpretación y generalización de los resultados encontrados para el cuarto trimestre de 2016”, agrega.
"La caída desde más de US$ 4 la libra a US$ 2 nos golpeó y nada pudimos hacer para evitarlo, a pesar de ser el mayor productor de cobre del mundo
De igual forma, manifiesta que la desaceleración de las remuneraciones en 2016 ayudó a mejorar la competitividad de las exportaciones, particularmente en el sector minero, que sumado al aumento del precio del cobre, lo puso en una posición más confortable, pero otros productos industriales como el vino, la madera y la celuloza siguen rezagados.
Por otro lado, González llama la atención sobre la poca influencia que tiene Chile en la fijación de los precios y que deja al país en una situación de vulnerabilidad frente a las condiciones de demanda internacional. “El caso del precio del cobre es emblemático para ejemplificar este punto: la caída desde más de US$ 4 la libra a US$ 2 nos golpeó y nada pudimos hacer para evitarlo, a pesar de ser el mayor productor de cobre del mundo. Por otro lado, una mejora de precios de exportaciones como la que hemos visto en los últimos meses en el caso del cobre y del salmón, beneficia por igual a todos los países exportadores, sin generar ganancias de competitividad relativa”.
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