El Quijote: los secretos de la obra de Miguel de Cervantes se leen… y también se escuchan
La curiosidad es infinita, casi tanto como son los matices que pueden extraerse de la obra de Miguel de Cervantes. Muchos expertos dicen que hay tantos Quijotes como lectores, ya que ninguna interpretación de la obra cumbre de nuestras letras es igual a otra. Hace unos días compartimos 5 secretos de los primeros capítulos de “El Quijote del siglo XXI versión sonora”, un proyecto de RNE apoyado por la Fundación BBVA, y poco después revelamos 5 curiosidades de los capítulos en los que Alonso Quijano comienza a construirse a sí mismo como caballero andante. A continuación, ofrecemos una nueva recopilación de datos peculiares y en ocasiones, desconocidos o no advertidos por muchos, de Don Quijote de la Mancha.
-Don Quijote actúa durante toda la obra dando lecciones infinitas de caballería, que ha extraído de la lectura de las novelas de su biblioteca -aquella que fue quemada por las autoridades por ser considerada peligrosa. Al más puro estilo de Robin Hood, el ingenioso hidalgo lucha por defender la justicia para los más débiles a través de la compasión, el diálogo, la generosidad o creando espacios de convivencia. Esto último es muy visible en el trato que da a su escudero Sancho Panza. Tal y como se expresa en la obra, Don Quijote se hizo caballero “tanto para el aumento de su honra como el provecho de la República”.
-El autor retrata un ideal de mujer basado especialmente en su madre y hermanas, conocidas como ‘las Cervantas’. Miguel de Cervantes se sentía especialmente agradecido a su madre porque le liberó de la esclavitud de la ignorancia, enseñándole a leer y a escribir. El personaje de Marcela es el primero en aparecer, pero le siguen otros tan relevantes como Dulcinea o Dorotea.
-Uno de los pocos conflictos de los que Don Quijote sale bien parado es el episodio del baciyelmo. Don Quijote y Sancho Panza se encuentran con un barbero y el caballero está convencido de que porta el yelmo del Mambrino, un casco de metal que hacía invulnerable a quien lo vestía. En realidad, como intenta hacerle ver su escudero, no es más que una bacía (una vasija de metal) con la que el barbero se tapaba de la lluvia que caía en ese momento. Don Quijote se hace con el curioso casco y lo bautiza como baciyelmo para zanjar el conflicto con Sancho Panza. Este yelmo se ha convertido en un icono de la imagen de nuestro caballero andante.
-El amor de Don Quijote por Dulcinea es idílico, universal, ideal. Sin embargo, no todo es tan perfecto como parece. El caballero andante más famoso de nuestra literatura sintió tentaciones por otra mujer en un determinado momento: una doncella ‘que se le pone delante’ y que le hace disputar una batalla mental entre su amor platónico y esta mujer dispuesta a entregarse… Finalmente, triunfa el amor frente al deseo.
-La carta que Don Quijote escribe a Dulcinea desde Sierra Morena, tras la liberación de los 12 galeotes, es una perfecta muestra del balance cervantino entre la locura y lo sublime. En palabras de Pedro Salinas, ésta es "la mejor carta de amores de la literatura española". Lo curioso es que esta carta no sólo nunca llegó a su destino, sino que, de haberlo hecho, Dulcinea no hubiera podido leerla porque era analfabeta.