¿Cómo queda la economía mundial tras 2016?
Al término de 2016, la economía global está acelerándose ligeramente, de un 0,7% a un 0,8%. Miguel Jiménez, de BBVA Research analiza la situación de la economía mundial, a través de los indicadores adelantados.
Por los indicadores adelantados, da la impresión de que se está acelerando todavía más hacia un 0,9%. Esto supone unas tasas anualizadas que están pasando de un 3% a un 3,5%, que es más de lo que creció en 2015 y en la primera mitad de 2016. Pero en cualquier caso son todavía tasas de crecimiento moderadas, están por debajo de lo que había antes de la crisis.
¿Qué indicadores se comportan mejor?
En general parece que los indicadores de confianza en todas las regiones del mundo están mejorando, sobre todo los de confianzas industriales de manufacturas. Los indicadores reales, que los más importantes son la producción industrial o las exportaciones, están mejorando algo también pero se está viendo menos, entonces estamos esperando a que se traslade un poco de confianza a indicadores reales. Por último, hay un dato bastante bueno del comercio mundial, que había alcanzado niveles muy muy bajos en la primera mitad de año y ahora parece que ha tocado fondo y empieza a recuperarse, algo que es positivo.
¿Cuál es la evolución por regiones?
Por regiones hemos visto que Estados Unidos, que había tenido una primera mitad de año muy mala con crecimiento por debajo del 1%, ha remontado en el tercer trimestre del año. Esto ya era esperado pero ha sido incluso mejor de lo esperado, y también en el cuarto trimestre parece que va bien. Luego hay algún otro país emergente y grande como la India o un poco menos Rusia que también han remontado en la segunda mitad de año. Europa está creciendo a un ritmo bastante decente, en línea con lo esperado, alrededor de un 1,5%. Y China también va bien, en línea con lo esperado, y va a conseguir su objetivo de crecimiento para el año de un 6,6%. Incluso los últimos indicadores que hay de noviembre parece que van algo mejor de lo previsto y esto también es bastante positivo.
¿Qué esperamos hacia adelante?
En los próximos meses yo creo que el buen tono va a continuar, y esperamos que continúe así o incluso mejor, pero en cualquier caso con bastantes precauciones porque hay bastantes fuentes de riesgo. Una de ellas es la política económica que va a seguir la nueva administración americana, que no está nada claro, y ahí el riesgo está en que a pesar de que va a ser probablemente una expansión fiscal que tienda hacia más proteccionismo, esto a medio plazo puede ser negativo. En Europa también hay varios riesgos diversos en algunos países de la periferia como Italia o Grecia, que continúan; está la crisis de refugiados que puede volver como volvió en 2015; y tenemos un calendario electoral bastante apretado con muchas elecciones el año que viene. Finalmente en China, hacia el medio plazo y largo plazo, siempre hay la posibilidad de que tenga una desaceleración muy rápida, lo que se llama un aterrizaje brusco, porque tiene muchos desequilibrios, mucho nivel de deuda y esto probablemente es el principal riesgo económico a más largo plazo.