¿Qué está pasando en los mercados emergentes?

Es evidente que el apetito por activos emergentes, que ya se veía disminuir en los meses anteriores, se ha intensificado de forma abrupta, lo que ha provocado salidas de flujos de capital del bloque emergente, tal y como se anticipa en el anterior informe de flujos publicado en julio.

¿Qué factores están detrás de este deterioro?

El entorno global, muy favorable hasta ahora para los mercados emergentes, está dejando de serlo por varios motivos:

• En primer lugar, el coste de la deuda global está incrementando en un contexto en el que la Reserva Federal continúa subiendo los tipos de interés y reduciendo el tamaño de su balance.
• Otros bancos centrales, como el BCE, ya ha señalizado que dejará de adquirir nuevos activos a finales de este 2018, dando lugar a un entorno en el que la liquidez va a ser menor que en periodos anteriores.
• Por otra parte, los riesgos derivados de un recrudecimiento de las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos también podría pesar a los mercados emergentes, no solo por sus componentes o implicaciones estructurales de más de medio plazo, sino también por tener la capacidad de ser un detonante de la volatilidad financiera de los mercados globales que, como ya se ha visto en otras ocasiones, afecta de manera particular a los mercados emergentes. Más todavía si el origen de estas turbulencias tiene su origen en China, como ya pasó en el año 2015.
• A todo ello se suma la vulnerabilidad específica de algunos países emergentes, una vulnerabilidad que viene derivada a altos niveles de endeudamiento y necesidad de financiación exterior.

¿Existe un deterioro generalizado o solo afecta a unos mercados concretos?

El deterioro está siendo generalizado, ya que el alcance de los factores globales está afectando a la mayoría de los mercados emergentes. No obstante, existe una diferenciación que está lastrando a aquellos países que presentan algún tipo de vulnerabilidades, sobre todo las que tienen que ver con un alto nivel de endeudamiento, sobre todo si está en dólares, y también con necesidades de financiación exterior.

Las perspectivas de aquí en adelante para los mercados emergentes son muy inciertas. Por una parte tenemos que permanecer atentos a todo lo que tiene que ver con la evolución de factores globales, como por ejemplo el apetito global por el riesgo o las condiciones de financieras globales, pero por otro hay que estar muy atentos a cuál es la reacción de los mercados emergentes. No solo de aquellos que están sufriendo de una forma más intensa la desconfianza de los mercados, sino también del resto de bloque para mitigar un potencial contagio.