¿Qué es un CFA o analista financiero certificado?
CFA significa Chartered Financial Analyst, algo así como Analista Financiero Autenticado. Se trata de una certificación profesional en finanzas de origen norteamericano que se obtiene tras un largo y riguroso proceso. La gestiona el CFA Institute, anteriormente conocido como AMIR.
Pero preguntarse qué es un CFA no es la mejor forma de abordar la cuestión, ya que detrás de la palabra CFA existen varios significados sobre lo que hay detrás de las siglas. Normalmente con CFA en una conversación la gente se suele referir a lo siguiente:
- EL CFA Institute, la institución encargada de hacer el examen
- El examen, uno de los requisitos requeridos para alcanzar la condición de CFA
- Los miembros del CFA Insitute que han cumplido todas las condiciones requeridas por el CFA Institute
- Aquellos que han aprobado uno de los exámenes, pero no son miembros del CFA Institute (no reúnen el resto de requisitos).
¿Cómo conseguir ser CFA?
Para ser CFA son necesarios los siguientes condiciones:
- Tener un título universitario (aunque hay excepciones)
- Pasar los tres exámenes que lo componen (nivel I, nivel II y nivel III)
- Tener cuatro años (cuarenta y ocho meses) de experiencia relevante según el CFA Institute
- Unirse a la asociación CFA local
- Adherirse al código ético CFA
Como se puede ver no es fácil sino que requiere esfuerzo, motivación y experiencia. Por ese motivo los profesionales certificados con el CFA suelen ofrecer ciertas garantías sobre su capacidad de conocimiento.
¿Cómo son los exámenes del CFA?
Los exámenes tienen una duración de seis horas y cubren los siguientes temas:
- Métodos Cuantitativos
- Economía
- Finanzas corporativas
- Análisis financiero y reporte
- Análisis de valores
- Gestión de portfolios
- Y por supuesto: Ética
Existe un examen por nivel y para presentarse a uno hay que haber superado el inferior. El nivel I se celebra dos veces al año (en Diciembre y Junio) y los niveles II y III sólo tienen convocatoria en Junio. Los exámenes son en inglés.
El examen de nivel I es de 240 preguntas de respuestas múltiple (tipo test), el de nivel II 120 preguntas tipo test y 20 de respuestas cortas. El nivel III tiene varias preguntas de tipo ensayo y diez de respuestas cortas. Los exámenes son un desafío y se requieren muchas horas de estudio y preparación para dominarlos. Los exámenes que requieren que el alumno realice cálculos, sólo homologan dos modelos de calculadoras.
Para aprobar, no hace falta haber respondido bien a las preguntas, sino que el listón se decide después de obtener las notas de todos. Por ese motivo la tasa de suspensos es bastante alta.
Aunque no es imprescindible (ni el único requisito) tener un nivel de CFA para gestionar nuestras finanzas, sí se trata de una cualificación interesante a ser tomada en cuenta por profesionales (que es a los que está dirigida) y por aquellos que deciden en quién confiar sus ahorros.