Qué es La London Metal Exchange o LME
La bolsa de metales de Londres o London Metal Exchange es el mayor mercado de futuros y opciones sobre metales. Al igual que existen mercados de derivados especializados en acciones, energía o incluso productos agrícolas, este mercado está especializado en metales.
Aunque fue fundada en 1877, sus orígenes se encuentran en 1571, cuando los mercaderes empezaron a reunirse periódicamente para comprar y vender metales. En estos comienzos, la compraventa de metales no se hacía con derivados financieros, sino con los propios metales. En ese momento se empezó utilizando el Royal Exchange, aunque en el siglo XIX comenzaron a aparecer tantos traders que resultaba imposible que todos estuvieran en esa instalación. Así que empezaron a reunirse en cafeterías, en la City, aunque este “mercado” informal no era capaz de resolver los problemas que tenían los compradores y vendedores.
Dado que algunos metales provenían de ultramar, los precios de los mismos y las fechas en las que llegarían se convertían en una incertidumbre, y los comerciantes empezaron a correr el riesgo de que los precios no fueran lo esperados una vez llegaban las mercancías a Londres. Para entonces, el mercado de metales de Londres ya atraía a hombres de negocios de otras partes de Europa.
La apertura del Canal de Suez en 1869 hizo que los envíos de estaño tardaran el mismo tiempo desde la Malaya Británica que el cobre de Chile: tres meses. Junto con el reciente invento del telégrafo, los contratos de futuros a tres meses eran una evolución natural. Estos contratos todavía siguen vigentes como una seña de identidad del mercado.
Aunque el metal del que se suele seguir la cotización en los mercados es el oro, y en menor medida la plata, en London Metal Exchange se apuesta por el precio de otros muchos metales. El mercado clasifica a los metales en:
- no ferrosos (aluminio, cobre, zinc, níquel, estaño y plomo)
- metales preciosos (oro y plata)
- metales menores (cobalto y molibdeno)
- acero
Además existe un índice sobre los principales metales contratados en el mercado, el LMEX. Este índice depende de los precios del aluminio, el cobre, el estaño, el níquel y el zinc. Sus fluctuaciones se pueden utilizar como un indicador del coste de las materias primas más utilizadas en muchas industrias del mundo.