¿Qué es la biometría conductual?
La identificación mediante la biometría asociada a parámetros físicos, es decir, mediante el reconocimiento del rostro, el iris, la huella dactilar o la voz ya está muy extendida. La próxima gran apuesta de esta tecnología va más allá y se basa en el comportamiento de los usuarios como fuente de información para proteger su identidad.
La biometría conductual es aquella que tiene en cuenta los hábitos de uso, la conducta y el comportamiento de una persona. Especialmente a la hora de interactuar con su dispositivo: cómo y a qué altura sujeta el terminal o presiona la pantalla, la forma y velocidad al teclear, cómo hace 'scroll' o 'swipe', agranda una imagen con los dedos y arrastran un icono…
“Se pueden registrar más de 2.000 gestos interactivos diferentes. Y a partir de estos movimientos cotidianos es posible extraer una enorme cantidad de datos, establecer parámetros y crear patrones que permiten identificar con seguridad a una persona”, explica Javier Ortega, vicerrector de Innovación, Transferencia y Tecnología de la Universidad Autónoma de Madrid e investigador de BIDA LAB, un proyecto de biometría conductual financiado por la Fundación BBVA.
El crecimiento del uso de la acreditación biométrica crece en el ámbito financiero. La inversión en el desarrollo de ‘software’ y soluciones de biometría conductual es clave para el sector, ya que revoluciona dos factores definitivos en la interacción con los bancos: la seguridad y la experiencia de usuario.
"Para BBVA, la biometría es una palanca clave en la transformación digital y un aspecto clave para mejorar la experiencia de usuario"
¿Por qué la biometría conductual hace las transacciones más seguras? “Este tipo de tecnología permite conocer y registrar cómo interactúa el cliente con el banco y cómo se comporta durante todo el proceso que implica una operación bancaria. Desde el registro y el ‘login’ a la forma en la que navega o cómo utiliza el teclado o la pantalla del ‘smartphone’. A partir de ahí, se pueden identificar patrones irregulares en cualquier proceso y generar alertas cuando las acciones del cliente no sea acordes a su perfil”, explica Raúl Tapias, CEO de Ecertic Digital Solutions.
Por ejemplo, en un caso de robo de contraseñas, sería posible identificar patrones fuera de lo habitual en aspectos como la forma de mover la rueda de desplazamiento del ratón, lo que haría saltar las alarmas. Javier Ortega explica que “la biometría conductual hace que podamos monitorizar todo el proceso y tener la seguridad de que la persona que está realizando una transacción es realmente el titular de esa cuenta”.
Mejora la experiencia de usuario
Para Miguel Villaumbrales, responsable global de Servicios de Autenticación de BBVA, uno de los aspectos más interesantes de esta tecnología es añadir capas de seguridad: “Lo potente es combinar varios factores y tipologías que hacen que una plataforma sea verdaderamente robusta”.
La experiencia de usuario es otro de los aspectos en los que incide la biometría conductual. Por ejemplo, facilita la posibilidad de conocer mejor al cliente para personalizar la seguridad de las herramientas, aplicaciones y servicios que le ofrece. “La biometría aúna la seguridad de los más altos estándares junto con una experiencia de usuario realmente ligera –y hasta casi transparente–”, explica Villaumbrales. Ahora mismo la seguridad es una de las mayores prioridades del mercado, explica el experto, y a ésta, “la biometría conductual suma la completa personalización del nivel de seguridad de los servicios financieros”.
Para BBVA, la biometría es una palanca clave en la transformación digital y un aspecto clave para mejorar la experiencia de usuario y al mismo tiempo la seguridad de las soluciones digitales. En 2016 nació Veridas, la ‘joint venture’ entre BBVA y la start-up Das-nano (con sede en Pamplona) que desarrolla varios productos que revolucionan la forma de identificarse y pagar, profundizando en las posibilidades de la biometría. “Como resultado de este acuerdo, Veridas ya tiene despliegues biométricos en manos de nuestros clientes alrededor del mundo. La biometría comportamental será un añadido que facilitará la experiencia de seguridad de los usuarios digitales”, concluye Villaumbrales.