¿Qué es el ‘wealthtech’?
Las palabras ‘wealth’, de patrimonio o riqueza, y ‘tech’, de tecnología, se unen para dar lugar a una nueva generación de empresas de tecnología financiera que crean soluciones digitales para transformar la industria de la inversión y de la gestión del patrimonio.
La tarea de gestionar y hacer crecer el patrimonio económico de las personas está ahora también en manos de los avances tecnológicos. Nuevas empresas han aparecido en escena en los últimos años con asesores basados en inteligencia artificial y ‘big data’, plataformas de micro-inversión o soluciones de ‘trading’ basadas en redes sociales.
Esta subcategoría de compañías ‘fintech’ —a la que se ha denominado ‘wealthtech’— alcanzó un récord de 74 acuerdos de financiación por valor de 657 millones de dólares en 2016 y ha crecido de forma consistente en los últimos cinco años, según datos de CB Insights. En lo que va de 2017 ya se han realizado unas 40 inversiones en el sector por un valor aproximado de 315 millones de dólares. La consultora identificó 90 firmas en el panorama tecnológico de 2016 en todo el mundo que encajan con la definición de esta nueva corriente, es decir: empresas que ofrecen alternativas a las firmas tradicionales de inversión y desarrollan herramientas tecnológicas de apoyo para inversores y asesores.
La mayor concentración de estas empresas se da en EE.UU., donde solo el mercado de los ‘robo-advisors’ (que recibe el 30% de la financiación total en ‘wealthtech’) gestionará un billón de dólares en 2020 en todo el mundo y unos 4,6 billones en 2022, según estima BI Intelligence. Este país ha sido el más rápido en adoptar este tipo de productos, muy por delante de Europa, y es además el que mayor volumen de gestión de activos (AUMs por sus siglas en inglés) mueve globalmente, según un informe de FT Partners.
Aunque el producto más conocido de este ámbito sea el ‘robo-advisor’, la lista de ideas para mejorar la industria de la inversión a través de la tecnología no se detiene ahí. Estas son algunas de las categorías identificadas por CB Insights para clasificar el sector, cada una con una amplia variedad de modelos de negocios, herramientas y servicios:
'Robo-advisors'
Los 'robo-advisors' son servicios automatizados que utilizan algoritmos de ‘machine learning’ para ofrecer asesoramiento al usuario en función de las opciones de inversión más rentables del mercado de rendimiento, los objetivos de rendimiento, la aversión al riesgo del usuario y otras variables como la edad o los ingresos. Pueden ser, en definitiva, sustitutos o complementos de la figura tradicional del asesor en el que los clientes depositan sus carteras de inversión y su confianza.
Al sustituir la pericia y experiencia humana por la inteligencia artificial, estos sistemas suponen una gran reducción de costes. Esto ha permitido que personas que no pueden pagar un asesor financiero o con menores recursos para invertir puedan acceder a este servicio. Algunas de las más populares son las norteamericanas Wealthfront y Betterment, la mayor del mercado y ya valorada en 800 millones de dólares, que ofrece una plataforma inteligente de asesoramiento personalizado a bajo coste.
De nuevo EE.UU. es el mercado donde más popularidad tienen estos productos. Según BI Intelligence, en este país hay registradas más de 200 empresas de ‘robo-advisors’, mientras que en todo el Reino Unido tan solo hay 20 y en China otras 20 (a fecha de abril de 2017). No obstante, la misma consultora prevé que el mercado asiático crezca rápidamente y alcance al norteamericano en torno a 2022. Las estimaciones del portal de estadística de mercado Statista también apuntan al crecimiento asiático: el número de inversores chinos que utilizan gestores automatizados pasará de los dos millones actuales a 79,4 en 2021.
Robo-retirement
Se trata de otra versión diferenciada de los 'robo-advisors' también popularizados en EE.UU. y, en este caso, especializados en la gestión de ahorros para la jubilación. Algunas de las empresas con mayor crecimiento en este segmento son RobustWealth, Feex y United Income, especialmente dirigida a la generación de los ‘baby-boomers’ y cuyo eslogan es “ahora vivimos más años, nuestro dinero también debería hacerlo”.
Micro-inversión
Ya no es necesario tener un gran patrimonio para poder invertir y ganar algo de rentabilidad. Es la idea con la que trabajan las plataformas de micro-inversión, que permiten realizar pequeñas inversiones sin comisiones y a través de cantidades iniciales muy bajas. El beneficio de estas firmas, especialmente dirigidas a un público 'millennial', es la posibilidad de ir generando un colchón de ahorro poco a poco y sin necesidad de desembolsar grandes cantidades. Se trata, en su mayoría, de apps que presentan la inversión como algo sencillo, cómodo y accesible.
“Con el tiempo, las pequeñas inversiones regulares se irán convirtiendo en algo mayor —20 peniques al día se convierten en seis libras al mes, o en 72 al año. Eso no suena a mucho, pero es mejor que nada— y la industria de la micro-inversión aspira a que empiece a convertirse en una costumbre que crezca junto con los ahorros de los millennials”, explicaba un artículo de Financial Times sobre esta tendencia ‘wealthtech’ en 2016.
Tradicionalmente los asesores de inversión obtienen beneficios a través de las comisiones de transacciones y gestión. En estas nuevas plataformas, sin embargo, estas tasas no existen y habitualmente el usuario solo debe pagar un cargo de un dólar al mes por suscripción. Así funciona la norteamericana Stash una plataforma de micro-inversión por objetivos que permite invertir cantidades tan bajas como cinco dólares. Otro ejemplo llamativo es Acorns, también estadounidense, que redondea la cifra de cada pago realizado con tarjeta por el usuario hasta el siguiente número entero e invierte la cantidad restante en bolsa automáticamente.
'Brokers' digitales
Los ‘brokers’ digitales incluyen plataformas y herramientas de software en línea que ponen al alcance de cualquier persona información bursátil y la posibilidad de invertir en bolsa. Uno de los formatos más exitosos de esta rama del ‘wealthtech’ son las plataformas de inversión social o ‘social trading’ que parten de la idea de que los usuarios puedan seguir las inversiones “del mismo modo que siguen las actualizaciones de estados en Facebook”, según explica Bloomberg.
Las hay tanto enfocadas a negocios como a usuarios finales. Una de las más conocidas en formato B2C es eToro, una plataforma disponible en 140 países que pone en contacto a sus usuarios y les permite copiar el portfolio de los inversores con más éxito de la red para replicar sus estrategias.
Herramientas de inversión
En esta categoría se incluyen distintos tipos de servicios que ofrecen un ‘input’ extra de información a los inversores a través de herramientas digitales, ya sea mediante comparadores, recursos de investigación o acceso a asesoramiento.
Por ejemplo, Nerdwallet, que ofrece a sus usuarios la posibilidad de acceder a una red de inversores expertos, comparar la oferta de ‘brokers’ digitales en el mercado, analizar su salud financiera de cara a la jubilación o recibir informes de investigación en formato ‘newsletter’. También figura en esta categoría Kensho Technologies que ha desarrollado “el Siri de Wall Street”, un sistema de ‘machine learning’ que permite a los inversores acceder a análisis financieros a medida mediante lenguaje natural. La ‘startup’, elegida entre las mejores empresas ‘fintech’ del año por Fortune en 2016, ha recibido financiación de Goldman Sachs y Google Ventures.
Gestión de portfolios
Aquí se incluyen las herramientas que ayudan a inversores y asesores financieros a unificar y gestionar sus portafolios de inversión en una sola plataforma. Habitualmente, permiten analizar la evolución de las inversiones, hacer pronósticos y tomar decisiones para optimizar la asignación de recursos a distintas carteras.
Algunos ejemplos son Grisbee, una ‘startup’ francesa que permite recibir asesoramiento personalizado y monitorizar la salud financiera de las inversiones; o Addepar, compañía B2B que proporciona un software para unificar la gestión de distintos activos financieros dirigida a negocios familiares, bancos y asesores financieros.