¿Qué es el 'regtech'?
‘Regtech’ es una palabra de moda en el mundo bancario. ‘Reg’ alude a regulación y ‘tech’ a tecnología. De ahí, resulta sencillo imaginar para qué sirve: para que la tecnología ayude a los bancos a cumplir con la regulación de una manera más ágil y eficiente.
El uso de las herramientas digitales para crear nuevos productos y servicios en la banca es algo de lo que ya se ha escrito mucho. Sin embargo, no se habla tanto de otro uso fundamental de las tecnologías en el sector financiero: su aplicación a la hora de mejorar el cumplimiento normativo, abordar riesgos relacionados con la estabilidad e integridad financieras y la protección de datos del consumidor. Es el denominado ‘regtech’.
Los avances tecnológicos están ayudando a la industria y a las autoridades a abordar mejor los riesgos (tradicionales y nuevos) para la estabilidad financiera, la protección del consumidor y la integridad del sistema financiero. Las llamadas soluciones ‘regtech’ mejoran las funciones de gestión de riesgos y facilitan un cumplimiento más eficaz y eficiente de los requisitos reglamentarios ¿Cómo? A través de la automatización de los procesos manuales y el aumento en la cantidad y la mejora de la calidad de los datos, y su análisis automatizado. Esto permite, por ejemplo, generar informes homogéneos entre entidades para los reguladores, que también pueden ser utilizados internamente para mejorar la toma de decisiones de negocio.
Desde la perspectiva de la protección de los consumidores, la aplicación de nuevas tecnologías implica nuevos riesgos de seguridad. El más obvio viene del mayor acceso a los datos personales de los clientes, que requiere protegerlos adecuadamente. Algunos de estos riesgos surgen de las herramientas automatizadas, pero también tienen una gran ventaja: permiten un mayor control y trazabilidad de la relación con el cliente.
Otro de los riesgos acecha la integridad del sistema financiero: el anonimato de las monedas virtuales y la mayor velocidad de los pagos. Sin embargo, las nuevas soluciones ‘regtech’ permiten monitorear y analizar las transacciones de forma más rápida y efectiva.
Así lo explica José Manuel González-Páramo en un reciente artículo publicado en la revista de Estabilidad Financiera del Banco de España. Es este artículo, titulado ‘Innovación financiera en la era digital: desafíos para la regulación y la supervisión’, el consejero ejecutivo de BBVA analiza los potenciales beneficios de la digitalización de las finanzas. También explica los riesgos que plantean las infraestructuras digitales, los nuevos modelos de distribución y las soluciones digitales para los consumidores. Por último, esboza cuál debería ser la respuesta de reguladores y supervisores a estos retos.
José Manuel González-Páramo recuerda que este nuevo paradigma digital presenta riesgos en materia de ciberseguridad, protección al consumidor, seguridad operacional y fraude, no cubiertos por el enfoque tradicional de la supervisión y regulación. Por ello, cree necesario un renovado marco regulatorio que capture por completo el potencial de la innovación digital y haga al sistema financiero más resiliente ante futuras crisis. En su opinión, esta respuesta debe descansar, al menos, en cuatro pilares:
- Políticas muy bien definidas en el control y gestión de los nuevos riesgos digitales en el sector financiero
- El lanzamiento de centros de innovación
- La creación de entornos seguros para la experimentación de nuevos productos (conocidos como sandboxes)
Y el desarrollo de nuevas capacidades digitales y una mentalidad colaborativa dentro de los organismos de supervisión y regulación.