Errores que hay que evitar al vender una casa
Vender un piso o casa es probablemente una de las operaciones financieras más relevantes en la vida de una persona. Es importante, por lo tanto, conocer bien los pasos a dar desde el momento de anunciar la vivienda hasta el cierre de la transacción. En este proceso existen una serie de errores muy comunes, y a la vez fáciles de evitar, que pueden ralentizar o entorpecer la consecución de la venta.
1. Errores económicos al vender una casa
El primer error que solemos cometer al decidir vender una vivienda consiste en no poner un precio adecuado. Y es que se debe tener en cuenta que el precio de una casa no es aquel que considere el vendedor, sino el que un comprador esté dispuesto a pagar teniendo en cuenta la oferta disponible en el mercado. Es importante, por tanto, hacer un listado de las viviendas de la zona con características similares y, antes de fijar la cantidad que se va a solicitar, conocer el precio por metro cuadrado en la zona.
Calcula el precio de cualquier vivienda en España con BBVA Valora
El segundo error es no estar abiertos a la negociación. Muchos compradores necesitan tener la certeza de que han conseguido bajar el precio, aunque sea un porcentaje mínimo del valor del inmueble.
El tercer error es utilizar números redondos. Es normal que un comprador busque pisos de valor igual o inferior a 100.000 euros, por lo que no sería una buena estrategia elegir un precio de 101.000 euros, por ejemplo. Además, la barrera psicológica que añade ese cero de más hace que una casa de 99.500 euros resulte una oferta más atractiva, cuando la diferencia real de precio es de 1.500 euros.
2. Errores al anunciar la vivienda
Existen dos formas de vender una casa. La primera es ocuparse uno mismo y la segunda confiar en un profesional inmobiliario. En este último caso, siempre conviene entrevistarse con varias empresas, entender cómo piensan hacer el trabajo, y decidir cuál de ellas se adapta mejor a nuestras necesidades y nos genera más confianza.
Si vamos a anunciar nosotros el piso, hemos de tener en cuenta que existen varias plataformas gratuitas, por lo que no conviene limitarse a publicarlo solo en una. Cada plataforma o portal inmobiliario ofrece diferentes características: número de fotos que permiten publicar, posibilidad de añadir vídeos o la geolocalización. Es importante conocerlas todas y aprovecharlas al máximo.
Conviene, por ejemplo, poner tantas fotos como nos permita la plataforma, explicando en cada una de ellas a qué parte de la casa corresponde. Muchos compradores descartan los anuncios sin foto o con fotos de mala calidad. La primera impresión es la más importante, por lo que debemos de controlar muy bien cuál es la primera foto que sale en la plataforma.
Otro error frecuente a la hora de anunciar una vivienda es no comprobar que la localización del inmueble está reflejada con fidelidad en el mapa. Cuanta más información demos, más fácil será interesar al potencial comprador.
En caso de que optemos por carteles, algo cada vez menos frecuente, es importante ofrecer la máxima cantidad de información posible. No basta con poner tipo de casa, la zona y el precio. No es lo mismo que sea interior o exterior, con o sin ascensor, que tenga garaje, piscina o el número de dormitorios y la superficie de los mismos.
3. Errores al enseñar la vivienda
Si queremos vender la vivienda, hemos de adecuarla a las expectativas que hayamos generado en el anuncio. No sería la primera vez que una persona entra en un piso y se desencanta al no encontrarlo en buenas condiciones de limpieza, por ejemplo. Es un grave error que el contenido estropee la venta del continente.
Antes de fotografiar o enseñar la vivienda, salvo que necesite ser reformada por completo, es necesario presentarla impecable. Debe de estar limpia y libre de olores, así como perfectamente ordenada. Además, es conveniente efectuar algo de “home stagging”. Existen empresas que se dedican a ello y su coste no es especialmente alto si se tiene en cuenta el retorno que puede ofrecer. No hacerlo mínimamente es un descuido que nos puede costar miles de euros.
Para hacer “home stagging“, es imprescindible retirar todas las referencias personales: nuestro objetivo es que el comprador se sienta en la casa como si fuera suya, y se imagine sus efectos personales en ella, algo que no podrá si la vivienda está llena de los nuestros. Por tanto, deben de apartarse las fotos familiares, piezas de arte demasiado particulares, etc. Las superficies limpias y despejadas. Los colores neutros. Las mascotas y sus accesorios, también fuera.
A menudo se da poca importancia a estas cuestiones, que pueden parecer irrelevantes, pero es más fácil atraer a un comprador si, además de los criterios más racionales, tenemos en cuenta su lado emocional .
Planificar el proceso de venta con tiempo y prestar atención a todos los detalles puede ser la clave para conseguir el objetivo de liberar los recursos financieros bloqueados en esos muebles raíces para invertirlos de la forma que consideramos más conveniente.