¿Qué pueden hacer las universidades para que sus titulados consigan más y mejor empleo?
Los estudios cursados son la variable que más influye en la probabilidad de encontrar trabajo en España, hasta el punto de que las titulaciones con mejores resultados (ciencias de la salud e ingenierías) superan en más de 47 puntos a las que tienen menos demanda. Además del grado elegido, hay universidades más activas a la hora de promover la empleabilidad de sus alumnos: la Universidad de Valencia, las Politécnicas de Madrid y Valencia y la Universidad de Deusto.
Otros factores que también inciden en la probabilidad de encontrar un empleo son la comunidad autónoma de residencia y factores personales, como la edad y la capacidad del estudiante, según se desprende del informe 'Itinerarios de inserción laboral y factores determinantes de la empleabilidad: formación universitaria versus entorno', cuyos primeros resultados han avanzado la Fundación BBVA y el Ivie.
La variable más relevante para el acceso al empleo es la titulación cursada, con diferencias de 47,4 puntos porcentuales entre las tasas de ocupación de los estudios con mejores y peores resultados. Las mayores tasas de empleo, por encima del 80%, corresponden a las ramas de ciencias de la salud e ingenierías, dentro de las cuales algunas titulaciones como Medicina e Ingeniería Electrónica rozan el pleno empleo (97,7% y 98%, respectivamente).
Las tasas de empleo más bajas se encuentran en Artes y Humanidades, una rama cuya media se sitúa en el 64,3%, con casos como el de Filología Francesa, con una tasa de empleo de solo el 50,6%. Por esa razón, las universidades que se han especializado en titulaciones que demanda más el mercado de trabajo obtienen mejores resultados en la inserción de sus egresados.
Estancias en el extranjero y prácticas en empresas
Además de la oferta de titulaciones, las universidades influyen también en la empleabilidad de sus titulados por otros canales. Así, según los resultados del estudio, haber tenido la oportunidad de hacer estancias en el extranjero o prácticas en empresas mejora la probabilidad de empleo un 3,6% y un 1,7%, respectivamente. Y haber recibido una formación considerada satisfactoria por el estudiante también favorece la empleabilidad, hasta 12,4 puntos porcentuales.
La localización de la universidad es otro factor que condiciona la inserción en buena medida, debido a las notables diferencias territoriales en ritmos de creación de empleo, tasas de desempleo y características de las ocupaciones que ofrecen los tejidos productivos regionales. En porcentaje de titulados ocupados, las diferencias oscilan entre el 82,8% de Cataluña y el 66,9% de Canarias.
En cuanto a las tasas de paro (porcentaje de egresados activos que no tienen empleo) oscilan entre el 11% en Cataluña y el 26,1% de Andalucía. Galicia es la autonomía en la que más tiempo necesitan los universitarios para encontrar un empleo: el 32,9% tarda más de 12 meses, mientras que en Cataluña solo el 13,3% supera ese plazo.
Universidades más activas en inserción laboral
Según las conclusiones del informe, las universidades con más capacidad para impulsar la empleabilidad de sus egresados son las que reúnen las siguientes características:
- Consideran la empleabilidad como un objetivo estratégico
- Poseen una oferta docente que atiende a la empleabilidad de las titulaciones
- Promueven la movilidad entre sus estudiantes
- Se preocupan por la calidad de su profesorado
- Invierten en capital relacional con su entorno, mediante la colaboración con empresas e instituciones en formación, investigación y transferencia.
El estudio de la Fundación BBVA y el Ivie ofrece un índice sintético que revela que la Universitat de València, la Politècnica de València, la Politécnica de Madrid y la Universidad de Deusto son las más activas a la hora de promover la empleabilidad de sus alumnos por medio de actuaciones directas.
Perfil del graduado con mayores opciones
El estudio identifica también cinco características de los graduados con mayores posibilidades de lograr un empleo ajustado a su formación:
- Eligen estudios que preparan para profesiones altamente demandadas -en especial de ciencias de la salud e ingenierías- y los cursan en universidades especializadas.
- Se forman en centros que cuentan con profesorado altamente cualificado –con un elevado número de doctores- y sobresalen por sus resultados docentes e investigadores.
- Adquieren competencias y capacidades transversales, como los idiomas y las TIC, y habilidades mediante experiencias de movilidad durante sus estudios, especialmente en el extranjero.
- Estudian en universidades localizadas en las áreas económicas más dinámicas, cuyo entorno ofrece más oportunidades de empleo.
- Se benefician de las redes sociales de sus familias y de las redes de las universidades privadas cuando han estudiado en ellas.