¿Cómo protegerse ante un fraude con tarjetas de crédito?
Las tarjetas de crédito son unos de los principales medios de pago del mundo en la actualidad. Existen de diferentes tipos y marcas, pero hay una característica en común entre todas: si no se les da la protección que requieren, pueden ser víctimas de fraude físico u 'online'.
Tan solo en Perú, según datos de la Superintendencia de Banca y Seguros, a setiembre del 2016 existían más de 8,200,000 tarjetas de crédito activas por alrededor de 23 millones de soles.
Y en el mundo los números también son llamativos. Según un informe de Nilson Report, en 2015 se generaron más de US$31,000 billones en todo el mundo a través del sistema de pago por tarjetas, superando en 7,3% a las transacciones del 2014.
Pero, así como se mencionan los datos por ingresos generados a partir de las tarjetas de crédito, también hay que mencionar los gastos que se asumen a consecuencia de los fraudes que cada vez se vuelven más creativos. Según datos de Nilson Report, se proyecta que para el 2021 las pérdidas por fraudes alcanzarán los US$32,960 millones, demostrando una proyección al alza en comparación con las pérdidas registradas en el 2016 de US$22,800 millones y de US$21,000 millones en el 2015.
Es por eso que, si se tiene una tarjeta de crédito, es fundamental saber cómo protegerse y tomar conciencia del cuidado que se debe tener con ese plástico que, a veces, saca de apuros.
Tipos de fraude
Lo primero que se debe de saber es que existen dos tipos de fraude con tarjeta de crédito: los presenciales y los que no lo son.
Presenciales: ocurren cuando un vendedor pasa la tarjeta por un dispositivo que almacena su información y luego la utiliza para cargarle otras compras no realizadas.
No presenciales: ocurren cuando la información del titular de la cuenta bancaria es robada y utilizada sin tener la tarjeta de crédito en mano. Es el más común y suelen ocurrir por internet, principalmente por caer en correos de 'phishing' o suplantación de identidad.
Consejos a tomar en cuenta
- Nunca escribir el número de tarjeta en lugares o papeles a los que tenga acceso alguien más.
- Es recomendable que las tarjetas estén almacenadas en otro lugar que no sea la billetera.
- Revisar siempre el estado de cuenta al detalle ayuda a que tal vez se encuentren consumos que no se hayan realizado y se puedan alertar a tiempo.
- Siempre que se realice una transacción, no se debe perder de vista la tarjeta. Si no hay POS inalámbrico, lo mejor es acercarse a hacer el pago.
- No dejar espacios vacíos en los recibos y tachar todos los espacios en blanco que estén encima del monto total.
- Destruir las tarjetas de crédito antiguas que ya no se usen.
- Reportar cualquier cargo en el estado de cuenta de la tarjeta que pueda parecer sospechoso.
- Nunca dar información de la tarjeta por teléfono, a menos que como dueño se haya iniciado la llamada.
- Salir a la calle solo con la tarjeta de crédito que se va a utilizar.
- Avisarle al banco si hay un cambio de dirección o si se sale de viaje.
- Guardar todos los recibos y compararlos con los datos que aparecen en el estado de cuenta.
Y así como todas estas medidas ayudan, también están los seguros contra fraudes para tarjetas, como el que ofrece BBVA Continental a sus clientes. El seguro de Protección de Tarjetas del banco protege las tarjetas de crédito y débito de la entidad, así como las tarjetas de crédito de otras entidades financieras. Aplica en caso de uso indebido ocasionado por robo, extravío, clonación, hurto o compras fraudulentas por internet, entre otros.