Propósito, confianza e innovación: tres retos para el éxito en fintech, según Atom
Anthony Thomson, fundador de Atom Bank, tiene claro su propósito profesional: quiere redefinir la relación que tiene la gente con el dinero, quiere mejorarla. Es consciente de que la industria financiera vive una revolución marcada por una disrupción que nadie puede parar: “El principal cambio es que el dinero es datos y los datos son el principal producto de nuestro negocio” reflexiona este emprendedor en su intervención en South Summit, donde desveló tres retos esenciales que toda compañía debe afrontar ante este cambio de paradigma.
Thomson, que también fundó Metro Bank, rompe muchos de los clichés de las fintech. Hace mucho que dejó los estudios y gana en experiencia a cualquiera de los asistentes a su conferencia de Madrid. No tiene un perfil financiero, ni tan siquiera tecnológico. Lo suyo es el marketing, por eso quizás es capaz de provocar las risas y captar la atención de una audiencia que responde con energía a sus continuas preguntas.
En su animada presentación, Thomson revela tres retos que debe resolver cualquier startup para triunfar. “En realidad son tres preguntas que debe hacerse cualquier compañía, tenga el tamaño que tenga”, matiza Thomson.
1 - Propósito
La primera de ellas es tan existencial como: ¿por qué estás en este negocio? Definir el propósito de una empresa es esencial, según Thomson, quien asegura que la respuesta no puede ser solamente: “para ganar dinero”. Si te aseguras de dar un mejor producto, un mejor servicio o una mejor experiencia, ganarás dinero, pero tienes que ser capaz de saber por qué estás esforzándote tanto”, afirma.
“El propósito de Atom es mejorar la relación que tenemos con el dinero”, aclara Thomson, que ha sido uno de los ideólogos de este banco exclusivamente móvil, que ya admite clientes de todo el Reino Unido y en el que BBVA tiene una participación del 29,5%.
2- Confianza
Ganarse la confianza de los clientes es otra de las claves para Thomson, quien distingue entre la confianza cognitiva y la asociativa. La cognitiva hace referencia a las capacidades, a las competencias. “Todos confiamos en nuestro banco para guardar a salvo nuestro dinero, para pagar con nuestra tarjeta o sacar dinero de un cajero; pero en las encuestas las opiniones sobre las entidades dicen otra cosa”, reflexiona.
Por eso, para Thomson, el reto está precisamente en ganarse la confianza asociativa, la que va implícita a una marca o una empresa; y que hace que los clientes se sientan cómodos o incluso se hagan “fans” de un servicio o un producto.
3- Impulso e innovación
No perder el impulso es otro de los grandes retos que afrontan las compañías, según Thomson, quien habla de hacer “innovación constante y dinámica” para no perder competitividad.
El ejemplo de Henry Ford le sirve para ilustrar este último consejo. Ford dijo que si hubiese preguntado a sus coetáneos cómo mejorarían ellos el transporte, estos le hubieran pedido un caballo más fuerte o más rápido; pero nunca, un coche. “Además la gente que veía el primer coche se preguntaba para qué quiero esa máquina que es muy cara, que necesita gasolina y no hay donde repostar y, en realidad, no es mucho más rápida que un caballo”, recuerda Thomson.
“Hoy si preguntas a cualquiera que si prefiere un coche o un caballo; la respuesta está clara. Lo que aún no saben contestar es por qué necesito un banco móvil. La disrupción es muchas veces difícil de percibir”, asegura Thomson, quien cree que las empresas deben estar siempre pendientes de los cambios y preocuparse por no perder dinamismo.