Un promedio de 68 desastres naturales se registran en América Latina cada año
Por el cambio climático que se evidencia en todo el mundo, los desastres naturales han ido en aumento en los últimos años y siguen dejando a su paso cientos de víctimas. Entre 2005 y 2015 hubo 380 desastres en el mundo, siendo Asia el continente más golpeado con un 44,4% del total de estos eventos, seguido por América con 25,5%, África (16,5%), Europa (7,2%) y Oceanía (6,4%).
De acuerdo con un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la frecuencia de desastres en Latinoamérica ha aumentado 3,6 veces en medio siglo. Señala que mientras en la década de 1960 hubo 19 desastres, en promedio, por año, en la primera década del siglo XXI ese promedio aumentó a 68 fenómenos anuales.
La mayoría de los desastres en la región están relacionados con fenómenos de origen metereológico e hidrológico, que incluye huracanes, tormentas, inundaciones y sequías. No obstante, de acuerdo con el estudio, el desastre con mayor número de víctimas en la región fue el terremoto de Haití en 2010, que dejó 222.570 muertos.
En 2016 se registraron dos eventos que dejaron muchas víctimas, como fue el terremoto en Ecuador, con 677 muertos, y el huracán Matthew, en Haití, con 546 muertes. Este año, Perú y Colombia han sido afectados de manera importante por la ola invernal que ha generado el desbordamiento de ríos, los que a su paso se han llevado poblaciones enteras. Precisamente, BBVA estableció programas de apoyo para los damnificados en estos dos países. En efecto, BBVA Colombia promovió iniciativas en favor de los damnificados de Mocoa y BBVA Continental organizó campaña de donaciones en favor de los afectados por el 'Niño Costero'.
El desbordamiento de tres ríos arrasó con varios barrios de Mocoa, ciudad colombiana afectada por la ola invernal.
Más atención a la población infantil
En la nueva edición de su Boletín Desafíos, la Cepal y la Unicef hacen un llamado a los países de la región para que refuercen los sistemas de protección social, particularmente de la infancia, que es la más vulnerable ante los desastres. “Los niños y las niñas de América Latina y el Caribe, particularmente los que viven en contextos de pobreza, son altamente vulnerables a los desastres y experimentan sus efectos en forma desproporcionada y creciente”, señalan los dos organismos en su informe.
Agregan que al garantizar niveles básicos de ingreso y acceso a servicios sociales como salud, educación, vivienda, entre otros, la protección social fortalece la prevención y la capacidad de respuesta, reduciendo la vulnerabilidad y permitiendo la recuperación a corto, mediano y largo plazo. Consideran crucial la coordinación intersectorial e interinstitucional así como mejorar la información cuantitativa y cualitativa sobre la población infantil en situación de riesgo.