Principio de acuerdo para desbloquear el desarrollo del norte de Madrid
El Ayuntamiento de Madrid, Adif y Distrito Castellana Norte (DCN) han fijado las bases para desbloquear el gran desarrollo del norte de Madrid, después de 24 años de espera. El consenso, logrado gracias a los esfuerzos de todas las partes durante siete meses de negociaciones, ha sido presentado hoy por el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, el presidente de ADIF, Juan Bravo, y el presidente de DCN, Antonio Béjar.
Todas las partes han coincidido en subrayar que, gracias a los esfuerzos para buscar el consenso, se ha conseguido el mejor proyecto para Madrid y los madrileños, un proyecto ambicioso y al mismo tiempo equilibrado con el entorno. La sostenibilidad y la movilidad no contaminante han sido factores determinantes a la hora de encontrar un punto de encuentro.
También se ha evidenciado la importancia de la participación de los vecinos, cuyas opiniones, sugerencias y peticiones se tendrán en cuenta en el nuevo diseño del proyecto. La participación ciudadana es un elemento imprescindible para que el urbanismo esté al servicio de los ciudadanos.
La iniciativa, de privada a pública
El Ayuntamiento será el responsable de la iniciativa de planeamiento del ámbito, que pasa de privada a pública. La tramitación del proyecto se llevará a cabo mediante una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM) y las siguientes ordenaciones pormenorizadas de los cinco ámbitos de actuación en los que se dividirá la zona: Estación de Chamartín; Fuencarral – Tres Olivos; Fuencarral – Malmea; Fuencarral –Las Tablas y Distrito de Negocios. El Ayuntamiento será el responsable de la tramitación del proyecto y de conseguir la aprobación final de la Comunidad de Madrid para la modificación del PGOUM, prevista para el último trimestre de 2018.
Cada uno de los cinco ámbitos tendrá una edificabilidad distinta, ajustada a la densidad y morfología de los barrios colindantes y al uso prioritario que tendrá cada zona. Con este objetivo, la edificabilidad será más reducida al norte de la Calle 30, donde el uso predominante será residencial, y más elevada al sur, donde prevalecerá el uso terciario. De esta forma, se consigue un proyecto más equilibrado e integrado con el entorno existente. En cada ámbito, además, se respetará el principio de los usos mixtos, para que los vecinos disfruten de una zona donde se pueda vivir, trabajar y disfrutar del ocio, lo que garantiza calidad de vida y permite implementar un desarrollo accesible y con movilidad sostenible.
En total, la edificabilidad será de 2.830.578 metros cuadrados edificables, una reducción del 16,03% frente al plan de 2015. De éstos, 1.100.000 metros cuadrados edificables serán para uso residencial y 1.490.000 metros cuadrados edificables para terciario. Las partes han acordado eliminar las vías ferroviarias que no setransforman del cómputo de la edificabilidad total del ámbito, así como el Nudo Norte y el Nudo de Fuencarral. Como consecuencia, la edificabilidad neta de DCN se reduce en 461.605 metros cuadrados edificables, hasta 1.202.234 metros cuadrados edificables, un 27,74% menos que en el proyecto anterior.
El nuevo desarrollo contará con 11.000 viviendas, cifra un 38% inferior a la del plan anterior,que cubrirán la fuerte demanda habitacional que se registra en el norte de Madrid. Habrá un 20% de vivienda protegida, una cifra que duplica el mínimo legal previsto por la ley y muypor encima de la prevista en el anterior proyecto.
Infraestructuras y movilidad
El Ayuntamiento de Madrid se hará cargo de la reforma del Nudo Norte y el Nudo de Fuencarral, mientras que los propietarios del ámbito Distrito de Negocios pagarán la losa que cubrirá las vías del tren tras la estación de Chamartín, que llegará hasta la Calle 30. Las obras de urbanización correrán a cargo de los propietarios de cada uno de los ámbitos, en proporción a su participación en el mismo. Distrito Castellana Norte pagará el Metro y la reforma de las instalaciones del Canal de Isabel II.
La movilidad es uno de los ejes centrales del proyecto, que está pensado para reducir lo más posible el uso del vehículo privado mediante la puesta a disposición de una extensa y eficiente red de transporte público, así como de carriles bici y la recuperación de protagonismo para los peatones. En este sentido, la prolongación de la Castellana se ha diseñado con el objetivo de recuperar los orígenes de este eje viario, que vertebra la ciudad del sur al norte. La nueva Castellana será un paseo verde semi-peatonal con prioridad para los peatones y las bicicletas: un eje verde que una el Paseo del Prado y el monte del Pardo.
Estación de Chamartín y distrito de negocios
El nuevo proyecto, fruto del consenso entre las partes, tiene su eje central en la estación de Chamartín, que se transformará en un gran hub de transportes con excelentes conexiones con la región, toda España y, gracias a la cercanía al aeropuerto, con el resto de Europa y del mundo. La remodelación permitirá que la estación se transforme de un lugar de paso a un destino en sí misma, un lugar de encuentro para los vecinos y con capacidad para atraer turistas, siguiendo el modelo de proyectos exitosos como King Cross en Londres.
En el entorno de la estación surgirá el nuevo Distrito de Negocios, que situará a Madrid a la vanguardia de las grandes capitales internacionales y funcionará como polo de atracción de empresas generadoras de empleo de calidad. El Distrito de Negocios dotará a Madrid de las oficinas que requieren las grandes firmas internacionales, que necesitan de espacios amplios yde calidad para atraer el talento y fidelizar a sus empleados. Los grandes proyectos de regeneración urbana que se han desarrollado en otras urbes mundiales han demostrado con creces la relación entre la creación de estos espacios y la capacidad de atraer empresas y empleo.
Además, la concentración de las oficinas en el entorno del gran hub de comunicaciones de Chamartín, donde confluirán trenes de larga distancia, Cercanías, Metro y autobuses, favorece la accesibilidad, reduciendo a su vez las necesidades de movilidad y, consecuentemente, los atascos y la contaminación.
El prestigioso estudio de arquitectura británico Rogers Stirk Harbour+Partners (RSH+P) y los técnicos del Ayuntamiento están diseñando el proyecto. Se prevé que la aprobación inicial de proyecto esté lista en enero de 2018.