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Deuda estatal Act. 04 ago 2016

Prima de riesgo para dummies: ¿Qué es y cómo nos afecta?

¿Es la economía una ciencia reservada tan solo a unos pocos? Día a día escuchamos infinidad de términos económicos que, por repetición, forman parte de nuestro vocabulario cotidiano y nos creemos familiarizados con ellos pero ¿realmente sabemos qué significan y en qué medida nos afectan? Rompemos con los mitos que reservan la economía sólo para los expertos y te damos todas las claves para entender la prima de riesgo.

Imagen de Prima de riesgo para dummies

¿Qué es y qué significa?

La prima de riesgo es una medida del ‘sobrecoste’ que tiene que pagar un país frente a otro por financiarse en los mercados. Normalmente, este sobrecoste está asociado al hecho de que los inversores consideran al primero un país de riesgo (léase por ejemplo España) frente a otro libre de riesgo (caso de Alemania). Así, a mayor riesgo, mayor coste de financiación (tipo de interés) y viceversa. De forma que la prima de riesgo de España es el diferencial entre los tipos de interés de la deuda del Tesoro español y del Tesoro alemán.

¿Por qué se toma como referencia a Alemania?

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La deuda pública alemana se utiliza como referencia ya que está considerada como la más segura

En la zona euro la deuda pública alemana se utiliza como referencia ya que está considerada como la más segura. Dicho de otro modo, la probabilidad de impago de la deuda alemana es muy baja.

Rentabilidad de la deuda de los países

El Tesoro público, para financiarse, realiza emisiones de deuda pública a diferentes plazos (desde las letras a 3 meses hasta los bonos a más de 30 años). Las colocaciones de la deuda se realizan mediante subastas en el mercado primario donde se cruzan la demanda (peticiones) con la oferta y se determina el tipo de interés o rentabilidad de esa emisión. Los tipos de interés resultantes de la subasta dependen de muchos factores, entre ellos de la demanda (apetito de los inversores por los títulos); de la oferta (necesidades de financiación del Tesoro) o de los plazos (se paga más interés por los títulos con vencimiento más largo).

Una vez emitidos, los tenedores de los títulos de deuda los pueden intercambiar en el mercado secundario de deuda. Aquí, el tipo de interés (o precio) puede variar, de nuevo según la oferta y la demanda de los inversores.

¿Cómo se calcula el riesgo soberano?

Es la simple diferencia entre el tipo de interés que paga el Tesoro de España y el que paga el Tesoro alemán a un mismo plazo. Por ejemplo, la referencia más utilizada es el bono a 10 años. Así, si el rendimiento del bono a 10 años español es del 2% y el de bono alemán al mismo plazo es del 0,5%, la prima de riesgo es 1,50%, o lo que es lo  mismo 150 puntos básicos (en el argot con el que normalmente estamos más familiarizados).

Notas de calificación

Las conocidas agencias de ‘rating’ (como Standard & Poor´s, Fitch o Moody´s) evalúan  el riesgo de los países en base a distintos criterios y asignan una calificación (“nota”) a cada uno de ellos. Las calificaciones se asignan a una escala alfabética que va desde “AAA” (triple A, que es la máxima calificación hasta “D” (que es la calificación más baja). La nota de las agencias es el principal referente para los inversores que, en última instancia, toman las decisiones de inversión.

Una mejora o un empeoramiento de la calificación es determinante, puede cambiar la actitud de los inversores. De ahí que las decisiones de las agencias despierten tanto interés.

¿Qué consecuencias tiene para las finanzas públicas?

La calificación que asignan las agencias de rating es relevante porque está directamente relacionada con el coste de la financiación. En principio, cuanto mejor sea la calificación de un país, más barato le resultará financiarse en los mercados, y viceversa. Todo lo dicho para un país, aplica igualmente a los bancos. De forma que el coste de financiación de los bancos también está, en buena parte, determinado por su calificación. Y, en última instancia, el menor coste de financiación de un país o de un banco, termina trasladándose en un menor coste de financiación de los consumidores y de las empresas.