Se presentan las nuevas metodologías del sector bancario para afrontar los retos del cambio climático
La industria bancaria da un nuevo paso adelante al sentar las bases para enfrentarse a la amenaza del cambio climático con una serie de nuevas herramientas elaboradas para tal efecto. Las novedosas metodologías que hoy se hacen públicas, y que van a hacer posible conocer mejor tanto los efectos negativos como las oportunidades que conlleva el cambio climático para el sector, son el fruto de la labor de un grupo de trabajo del que forma parte BBVA junto a otras quince destacadas entidades bancarias globales en colaboración con especialistas en riesgos medioambientales.
El trabajo que ve ahora la luz ha sido posible gracias a un proyecto coordinado por la Iniciativa Financiera del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI, por sus siglas en inglés) y Acclimatise, compañía británica especializada en la asesoría de riesgos climáticos, en el que han participado dieciséis de las más prestigiosas entidades bancarias entre las que se encuentra BBVA. Las nuevas metodologías, cuya entrega preliminar, enfocada en los riesgos de transición, tuvo lugar en el mes de abril, están destinadas a permitir que la banca entienda el impacto de los riesgos y las oportunidades del cambio climático sobre sus carteras crediticias. Las metodologías han sido diseñadas en base a las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre Divulgación de Información Financiera relacionada con el Clima (TCFD) del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB).
Coincidiendo con la presentación de las metodologías, Eric Usher, director ejecutivo de UNEP FI, habla sobre el valor de la iniciativa: “Tanto para instituciones financieras como para los actores del mercado, la gestión y respuesta efectiva frente al cambio climático siempre implica dos cosas: entender y responder al creciente e inevitable impacto del cambio climático y aprovechar las oportunidades de la transición hacia economías sin emisiones de CO2. Para nosotros es un orgullo formar parte de este grupo de 16 bancos que junto con Acclimatise estamos trabajando para desarrollar los métodos y herramientas que ayudarán al sector financiero a responder al cambio climático de una manera integral, abarcando tanto las dimensiones físicas como de transición del reto".
Mediante el uso de la metodología propuesta en este piloto, los bancos pueden comenzar a evaluar el impacto de los riesgos físicos derivados del cambio climático sobre sus carteras crediticias a través de métricas clave de riesgo crediticio, tales como el ratio de Probabilidad de Incumplimiento (PD) y el de Préstamo-Valor (LTV). Estas evaluaciones predictivas tienen en cuenta una perspectiva a largo plazo, más allá del marco temporal de dos o tres años que, por lo general, se tienen en cuenta en la realización de los test de estrés.
La primera aproximación a la metodología se ha llevado a cabo en tres sectores especialmente sensibles al cambio climático como son el agrícola, el energético y el inmobiliario. De esta manera, los primeros resultados han puesto de manifiesto la necesidad de evaluar los riesgos derivados tanto del cambio climático como de los fenómenos climáticos extremos cada vez más frecuentes, a los que están expuestos los clientes y las carteras crediticias de la banca.
A pesar de que estos fenómenos extremos puntuales reciben mayor cobertura mediática, por lo evidente de sus consecuencias, los cambios más lentos pero progresivos pueden erosionar gradualmente la rentabilidad financiera de segmentos completos de prestatarios. Comprender estos fenómenos y los riesgos y oportunidades que de ellos se derivan es fundamental para las estrategias de los bancos dirigidas a incrementar su resistencia frente al cambio climático.
A este respecto, Richenda Connell, directora tecnológica y cofundadora de la consultora medioambiental Acclimatise participante en el proyecto, apunta las ventajas de los resultados de la iniciativa ante los riesgos pero también frente a las oportunidades: “El impacto físico del cambio climático puede suponer un riesgo para las carteras crediticias de la banca. Las innovadoras metodologías publicadas hoy establecen los cimientos que permitirán progresar a medida que mejoran las técnicas de investigación y analítica de datos. Cuando la banca tome conciencia de la magnitud de los riesgos a los que se enfrenta, esto supondrá un hito que animará a otras grandes corporaciones a tomarse muy en serio la gestión del cambio climático. Este refuerzo de la fortaleza para resistir a los impactos del cambio climático también ofrece oportunidades para la banca. Entender bien este fenómeno al que nos enfrentamos supondrá una ventaja comparativa”.
Las metodologías ponen de manifiesto que los riesgos físicos van a dispararse notablemente si la economía global no se concentra en disminuir los niveles actuales de emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, un compromiso global, efectivo y decidido que se tradujera en un recorte drástico de las emisiones de gases en el corto plazo sólo contribuiría a reducir en parte, no a eliminar completamente, estos efectos negativos.
En palabras de Antoni Ballabriga, Head of Responsible Business de BBVA, “para BBVA ha sido de gran ayuda participar en este piloto cojunto desarrollando una metodología abierta con el fin de evaluar los impactos de los riesgos físicos en nuestras carteras de 'real estate'. Esto supone otro gran paso a la hora de, progresivamente, internalizar el cambio climático en nuestro proceso de toma de decisiones”.
Este nuevo cuerpo metodológico también proporciona un punto de apoyo para los bancos a la hora de ayudar a los clientes a adaptarse a las condiciones cambiantes. Los clientes expuestos a riesgos físicos deberán invertir para fortalecer su resiliencia frente al clima. Consecuentemente, ya se están desarrollando mercados globales de suministradores de productos y servicios relacionados con el clima y algunas empresas de ingeniería y tecnología están comenzando a identificar oportunidades para sacar partido de los cambios de tendencia en los mercados. El apoyo a estas inversiones también abre un nuevo abanico de oportunidades para la banca.
Las nuevas metodologías son de acceso público y están disponibles para su descarga en www.unepfi.org. El informe incluye, asimismo, los casos de estudio de algunos de los bancos que han llevado a cabo las pruebas piloto.
El ‘Compromiso 2025’ de BBVA
Comprometido con la lucha contra el cambio climático y a favor del desarrollo sostenible, BBVA anunciaba a inicios de 2018 el ‘Compromiso 2025’, su estrategia en la línea del Acuerdo de París sobre el Clima y para contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
El ‘Compromiso 2025’ prevé tres líneas de actuación: financiar, gestionar e involucrar. Así, BBVA anunció el febrero pasado el compromiso de movilizar 100.000 millones de euros en financiación verde, infraestructuras sostenibles, emprendimiento social e inclusión financiera. Asimismo, trabajará para reducir los riesgos ambientales y sociales y se compromete a involucrar a sus grupos de interés para promover de forma colectiva una mayor contribución del sector financiero al desarrollo sostenible.
BBVA ya es una de las entidades bancarias europeas más implicadas en el ámbito de la financiación sostenible y a través de ‘Compromiso 2025’ busca llegar en los próximos años a una economía más sostenible mientras genera valor tanto para el propio banco como para sus clientes.