Prepare un plan de acción para hacer realidad sus deseos del 2019
Cada 31 de diciembre se hace recuento de las metas alcanzadas y a su vez de los deseos para el año que llega. La clave está en organizar un plan de acción financiero para que esos deseos se hagan realidad en el nuevo año.
Ya no basta con hacer la lista de los deseos para el año nuevo. Cada gran sueño implica una serie de tareas o pasos para poder ejecutarlo y tampoco está exento de alguno que otro sacrificio. Tras esa organización inicial, se pueden clasificar como de corto, mediano o largo plazo. Esto permite establecer un calendario para mejorar las posibilidades de éxito.
Si se tienen metas como viajes, educación, casa o la compra de un vehículo, abrir un fondo de inversión es una gran herramienta para alcanzar la meta. En el caso de BBVA, los clientes pueden abrir un fondo de inversión en menos de dos minutos con 200.000 pesos colombianos.
En el caso de proyectos más largo, es útil hacer un seguimiento de las tareas para conocer el estado de cumplimiento. Por eso es necesario incluir en el plan de acción un control mensual o semanal. Si no se completa una tarea a tiempo, significa que se deben volver a evaluar los tiempos establecidos para poder llegar a la meta.
Es importante tener identificados los obstáculos que se pueden presentar en el transcurso del año para alcanzar la meta, de esta forma se podrán formular acciones para afrontar esas dificultades.
Uno de los pilares del éxito es el hábito del ahorro, que permite destinar una parte de los ingresos recibidos a cubrir posibles imprevistos. Este dinero funciona como un colchón de ayuda para hacer frente a temas inesperados pero también como un medio de reunir poco a poco la cantidad necesaria para una compra mayor.
En la organización de las finanzas, también es clave poder optimizar el tiempo. Por eso es recomendable mantener un entorno organizado y emplear herramientas que permiten hacer un uso más eficiente del tiempo, como son los canales digitales. A través de ellos, se puede acceder a una gran variedad de productos y servicios que permiten su contratación directamente desde el 'smartphone' o la web transaccional. De hecho, con aplicaciones como BBVA Móvil ya no hace falta desplazarse a una oficina porque el banco está en la palma de la mano.