Premio Fronteras para cuatro matemáticos que han hecho posible una sociedad digital segura
La sociedad digital que conocemos no existiría sin la criptografía moderna. Son los algoritmos y protocolos de seguridad desarrollados por matemáticos como Goldwasser, Micali, Rivest y Shamir los que hacen posible la transmisión segura de información: desde el correo electrónico y las compras 'online' hasta las transacciones financieras o el voto electrónico. Además, los galardonados con el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento han sentado las bases de desarrollos como el 'blockchain', las criptomonedas o la firma digital.
Shafi Goldwasser, Silvio Micali, Ronald Rivest y Adi Shamir han merecido este galardón por sus “contribuciones fundamentales a la criptografía moderna, un área con un tremendo impacto en nuestra vida cotidiana”, según señala el acta del jurado del premio en la categoría de Tecnologías de la Información y la Comunicación.
En 1978, Adi Shamir y Ronald Rivest crearon junto a Leonard Adleman el algoritmo RSA (siglas que corresponden a sus apellidos), que fue “el primero de los protocolos seguros que definen la criptografía moderna”, afirma el acta. El uso de RSA, sobre todo combinado con otras técnicas, sigue siendo hoy muy extendido.
Shamir y Rivest, que hoy trabajan respectivamente en el Weizmann Institute, en Israel, y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en EE. UU., alcanzaron ese primer logro trabajando juntos en el MIT. Desde entonces y durante cuarenta años han seguido contribuyendo muy activamente en diferentes aspectos de la criptografía.
En aquella época, Shafi Goldwasser estudiaba en la Universidad de Carnegie Mellon (EE. UU.), y Silvio Micali, en la Universidad La Sapienza, en Roma; poco más tarde, ambos coincidirían en la Universidad de California en Berkeley (EEUU) e iniciarían también una fructífera colaboración que acabaría con la demostración matemática de que un método de encriptación es de verdad indescifrable. En la actualidad ambos trabajan en el MIT.
Para demostrar que algo es seguro necesitas garantizar que ningún ataque futuro podría tener éxito"
Como ha explicado el propio Micali al conocer el fallo del jurado, “durante miles de años las personas han intentado encriptar mensajes, pero eran sistemas seguros solo hasta que un día dejaban de serlo porque alguien descifraba el código. RSA propuso un sistema de encriptación que nadie era capaz de romper, pero que tampoco nadie había demostrado que fuera indescifrable.Para demostrar que algo es seguro necesitas algo más, necesitas garantizar que ningún ataque futuro podría tener éxito. Nuestra contribución ha sido aplicar un método riguroso para asegurar que si alguien quiere entender algo de un mensaje encriptado, tendría que resolver un problema matemático cuya resolución no se ha podido lograr durante siglos”.
Tras esas contribuciones, en colaboración e independientemente, Goldwasser y Micali “han ampliado el alcance de la criptografía más allá de su objetivo tradicional de garantizar la seguridad de las comunicaciones” -señala el acta- con desarrollos que han contribuido al florecimiento de la sociedad digital, al permitir colaborar y compartir información o realizar transacciones comerciales sin renunciar a la seguridad.
Por ejemplo, ambos han contribuido a desarrollar (junto a Charles Rackoff) la llamada ‘prueba de conocimiento cero’, que demuestra que es posible convencer al interlocutor de la veracidad de algo, pero sin mostrar ese algo. Se trata de un algoritmo esencial presente en un amplio abanico de aplicaciones desde los procesos de autenticación hasta el uso de los bitcoins.
En nuestra vida cotidiana, cualquier ‘password’ que tecleamos, o cualquier firma digital que usamos, está protegida por técnicas basadas en nuestro trabajo"
“Hoy realizamos on-line la mayor parte de las actividades que solíamos hacer en persona, y todo esto requiere la confianza del usuario que está transfiriendo dinero de una cuenta a otra, del comprador que está usando su tarjeta de crédito, o del usuario que está enviando un email. Para esto necesitamos técnicas de encriptación para prevenir el robo de identidad y la invasión de la privacidad, y lo conseguimos gracias a la criptografía”, explica Goldwasser. “En nuestra vida cotidiana, cualquier ‘password’ que tecleamos, o cualquier firma digital que usamos, está protegida por técnicas basadas en nuestro trabajo”, asegura Micali.
Goldwasser también destaca otro de sus logros, relevante para el aprovechamiento de la era del big data: cuando diferentes entidades ponen en común sus bases de datos para extraer la máxima información fruto de esa agregación, pero sin dar acceso a la identidad anidada en los datos. Es lo que ocurre, por ejemplo, cuando se comparten datos genómicos de la población.
Las herramientas criptográficas actuales permiten hacer compatible la protección de la privacidad de los ciudadanos con la seguridad"
Para Goldwasser, es importante que los ciudadanos sean conscientes de lo valiosos que son sus datos personales, y de que no deben proporcionarlos libremente. Recuerda, además, que las herramientas criptográficas actuales sí permiten hacer compatible la protección de la privacidad de los ciudadanos con la seguridad. Y comenta el gran potencial del área: “Existen métodos de criptografía eficaces que no se están utilizando todavía… Las empresas informáticas deberían trabajar más para construir sistemas que apliquen las ideas maravillosas que hemos desarrollado en el campo de la criptografía y que todavía no se han implementado”.
Las tecnologías de bitcoin y blockchain (cadena de bloques) constituyen ahora uno de los focos de interés de estos cuatro expertos. Para Rivest, "Bitcoin es una tecnología interesante, pero la realidad es que existe mucha exageración en este terreno y todavía es muy pronto para saber si realmente se convertirá en un sistema fiable capaz de crear una nueva economía digital".