Premio Fronteras a Noam Chomsky por sus aportaciones al estudio del lenguaje humano
La Fundación BBVA ha reconocido al lingüista estadounidense con el Premio Fronteras del Conocimiento en Humanidades y Ciencias Sociales, nueva categoría que se incorpora a los galardones en esta edición. La obra de Chomsky ha establecido nuevas líneas de investigación en diversos campos de las humanidades, en especial en el estudio de la mente humana y de los sistemas cognitivos que la conforman.
Con sus trabajos desde finales de los 50 hasta los años 80, Noam Chomsky (Filadelfia, 1928) reveló cómo la adquisición del lenguaje depende de la facultad innata de la mente humana que permite comprender y generar oraciones basadas en los principios formales de la “gramática universal”. De esta forma establece que el cerebro humano posee un conocimiento innato que le permite adquirir y desarrollar el lenguaje. Una teoría mayoritariamente aceptada y cuyas implicaciones han impulsado nuevas vías de investigación en muy diversos campos científicos y humanísticos “en una nueva y fructífera vía que abarca la lingüística teórica, la psicolingüística, las ciencias cognitivas, las filosofías del lenguaje y de la mente y la psicología cognitiva”, tal y como señala el acta del jurado que ha fallado el premio.
Con su visión del lenguaje como el producto de una facultad pre-programado de la mente humana que lo genera con estructuras predefinidas, Chomsky hizo posible el estudio “tanto desde el punto de vista científico como humanístico” del que podría ser considerado “el producto cognitivo más distintivo de la humanidad”, prosigue el acta. El lenguaje pasa a ser no solo un instrumento de comunicación, sino un objeto cognitivo-biológico emanado de la mente humana, y por tanto en sí mismo una ventana al funcionamiento del cerebro.
Noam Chomsky, Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Humanidades y Ciencias Sociales - Luis Astudillo C. / Cancillería/ C.C/
A pesar de que Chomsky propone un modelo general de la estructura de las lenguas humanas, este modelo ha permitido desarrollar estudios muy pormenorizados de las propiedades formales de múltiples lenguas humanas, ha propiciado el surgimiento de una nueva lingüística comparada y ha sentado las bases para el estudio científico de la adquisición y desarrollo del lenguaje.
Aprender a hablar
En la primera mitad del siglo XX, la teoría conductista explicaba que los niños aprendían a hablar en un proceso de imitación, basado en el ensayo y error. Para Chomsky, en cambio, la mera respuesta a estímulos no explica la capacidad de los niños para crear oraciones del todo nuevas. La habilidad de producir un número infinito de estructuras (oraciones) a partir de un número finito de elementos (palabras) implica que el cerebro humano nace programado con las reglas de la gramática universal que subyace a todas las lenguas. Por lo tanto, la adquisición del lenguaje no depende únicamente de aprender e imitar lo que otros hablantes le enseñan al niño.
“El simple hecho de que cualquier hablante pueda construir expresiones que nunca ha dicho y entender otras que nunca ha oído no puede explicarse a través de la imitación”, explica Ignacio Bosque, catedrático de Lengua Española de la Universidad Complutense de Madrid, miembro de la Real Academia Española y nominador de la candidatura de Chomsky. “Los seres humanos poseemos una facultad del lenguaje articulada en principios lingüísticos de considerable complejidad, una especie de horma en la que cualquier lengua humana encaja. A lo largo de más de setenta años, Chomsky ha estudiado con sumo detalle la estructura de esa horma”.