El precio del petróleo, la demanda europea y la política del BCE estabilizan el consumo
A pesar de la incertidumbre de los últimos meses, el consumo de los hogares ha evolucionado favorablemente y se ha estabilizado en torno al 3% anualizado en el primer trimestre. Así lo refleja el informe ‘Situación Consumo’ de BBVA Research.
El servicio de estudios de BBVA cree que las perspectivas del consumo de los hogares continúan siendo positivas a pesar del aumento de la incertidumbre sobre las medidas de política económica que serán adoptadas durante los próximos años.
La incertidumbre sobre la política económica podría restar más de un punto al crecimiento acumulado del consumo privado entre 2016 y 2017. En este sentido, el gasto de los hogares aumentará alrededor del 2,7% en 2016. En 2017 se moderará hasta el 2,4% a medida que los factores transitorios que han incentivado el gasto de las familias durante el año en curso desaparezcan -como la rebaja fiscal- o jueguen un papel menos relevante que en el pasado -como el bajo coste del petróleo-.
Los bienes duraderos han liderado el crecimiento del consumo en la primera mitad del año. El automóvil ha jugado un papel central. Las matriculaciones mensuales de turismos han fluctuado en torno a las 95.000 unidades cuando se descuentan las variaciones por causas estacionales, 8.000 más que en la segunda mitad de 2015. El crecimiento de la renta per cápita y el descenso del precio relativo de los carburantes, de la tasa de desempleo y de los tipos de interés de las nuevas operaciones de crédito al consumo ayudarían a incrementar en torno al 14% las matriculaciones de turismos en 2016 hasta 1.180.000 unidades. Y se prevé que en 2017, la demanda avanzaría alrededor del 8% hasta 1.280.000 turismos.
El flujo de crédito seguirá aumentando y sustentará el consumo a medio plazo, sobre todo de bienes duraderos. En este contexto, la digitalización de la financiación al consumo permite a las entidades dar respuesta a las necesidades de los consumidores de forma ubicua. Sin embargo, la respuesta regulatoria al reto digital es incompleta.