¿Es posible vivir del Trading? (II) por Gerardo Ortega
Como ya dijimos, sí. Claro que es posible vivir del trading. Improbable de lograr para una gran mayoría, pero posible.
Intentamos con esta segunda entrega desdramatizar y sobre todo, normalizar, todo lo relacionado con el mundo del trading partiendo de la base de que trader es aquel que compra y vende cualquier activo cotizado, con mayor o menor éxito, e independientemente del plazo. Así que si alguien se ha pensado -y los hay - que un trader es una persona dotada con unos súper poderes especiales, con sangre entre verde y/o azul corriendo por sus venas y con una capacidad de entendimiento fuera de lo normal, que Dios les pille confesados si es que antes no les ha pillado el mercado.
De hecho, con un par de medias móviles simples o con un par de estocásticos es más que suficiente para operar y si me apuran, hasta para - con el paso del tiempo y en función del ciclo - ganar dinero. Con este simple sistema, haciéndolo continuo (stop and reverse) y con un tamaño de la posición adecuado (en base al stop que nos pida el mercado y un porcentaje de riesgo constante sobre nuestro capital) podemos, cuando menos, sobrevivir “al” mercado que no vivir “de” él. Si automatizamos el sistema en lugar de hacerlo discrecional resolveremos además el factor emocional.
Si lo piensan es lógico. Las medias móviles son indicadores retardados que recogen gran parte del movimiento de una tendencia del mercado mientras que los estocásticos son osciladores líderes que nos anticipan los posibles giros del mismo. Esto significa que como el mercado - y no es sencillo detectarlo hasta que se hace evidente - siempre se encuentra en tendencia o sin ella, según qué utilicemos así nos irá. Y eso para los diferentes grados de tendencia en los que hayamos decidido trabajar. Por eso no podemos acertar el 100% de las veces ya que aplicamos sistemas tendenciales a procesos laterales y sistemas de rango a tendencias sin darnos cuenta que las condiciones del mercado cambian. De hecho, es imposible si quiera aproximarse a ese 100% y el que diga lo contrario miente. Somos falibles.
Esto mismo sucede con el amplio arsenal de herramientas y técnicas de análisis, operativa y gestión de estrategias de las que disponemos. Así que entenderán que sólo con mucho trabajo y esfuerzo, pero bien orientado, podremos conseguir y gracias a la experiencia acumulada que un sistema que acierte el 50% de las veces sea ganador y que cuando gane, gane más que pierda, cuando pierda.
Por otro lado. ¿No les llama la atención que hay quien nunca está en los grandes movimientos del mercado? De hecho quienes actúan así, siempre buscan el “más difícil todavía” pues intentan coger de tan extraordinario movimiento, el giro. En la mayoría de los casos es porque se cree llegar tarde al movimiento (uso incorrecto de indicadores) y en lugar aliarse con la tendencia lo hacen con “el temor”; el temor a una vuelta de la misma. En otros, los menos, se trata de inversores que juegan a traders, y que pese a denostar a los analistas, intentan ejercer de ellos. Y claro. A la que el mercado se complica, se lían.
Ya les dije que el tamaño de la cuenta, importa y mucho. Es fundamental pues nos permite centrarnos y evitar cualquier tipo de urgencia en el movimiento del precio. Hagan números y calculen cuánto necesitan para vivir y luego cuanto quieren para “vivir bien” resolviendo su propia ecuación de primer grado con una incógnita (en términos brutos) y verán porque pese a ser posible vivir del trading, para una gran mayoría resulte improbable.
En esta dura profesión el único atajo que existe es la formación por parte de un experto. De hecho es crucial y debería ser permanente. ¿Cara? ¡Sin duda! Y carísima… Siempre que lo que se venda sea “experiencia” que es justo aquello que no está en los manuales y que nada tiene que ver con las sesiones de refuerzo emocional que algunos venden.
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