¿Por qué los negocios sociales son cada vez más rentables?
Los consumidores cada vez están más concienciados y exigen a las compañías que incorporen principios de sostenibilidad y responsabilidad social en su actividad. Esta tendencia está haciendo que las empresas sociales empiecen a ser realmente visibles, demostrando que se puede tener un impacto positivo en la sociedad y el medioambiente y, además, ser rentables.
Las empresas sociales se están convirtiendo en el motor de una nueva economía, más responsable, en la que se impulsan modelos innovadores de negocio y se generan ecosistemas de alianzas y colaboraciones. En un mercado, cada vez más competitivo, estas son las claves que hacen que muchos negocios sociales funcionen y, además, sean ejemplo de rentabilidad.
Cuestión de confianza
Por primera vez en la historia de los mercados, tal y como explica el informe de Deloitte, “2018 Deloitte Global Human Capital Trends: The rise of the social enterprise”, los jóvenes piensan que sus vidas serán peores que las de sus padres, lo que les lleva a cuestionarse las premisas del mercado empresarial y sus principios económicos y sociales.
En este panorama poscrisis, las empresas sociales aparecen como referentes de una serie de valores que conectan con un tipo de consumidor cada vez más influyente: “Los ‘millennials’ constituyen la mayoría de la fuerza laboral en muchos países, y su poder probablemente aumentará con el tiempo”, asegura el informe. La producción de bienes y servicios de calidad, la generación de empleo en buenas condiciones, la mejora de la sociedad y la protección del medio ambiente, son algunas de las exigencias de estos consumidores, que vuelven sus ojos hacia las empresas sociales.
Nuevos retos, nuevas soluciones
Las empresas sociales rentables llevan la innovación en su ADN. Este factor, tal y como dice el estudio “Social Entrepreneurship and Innovation: International Case Studies and Practice” del emprendedor social Ken Banks, se ha visto favorecido por las nuevas tecnologías: “Impulsados por el crecimiento de internet y la ubicuidad de los teléfonos móviles, hay más personas que trabajan para resolver los problemas sociales y ambientales más apremiantes del mundo que nunca antes en la historia de la humanidad”.
El punto fuerte de estas empresas es que no les importa compartir sus hallazgos para aumentar el impacto positivo de sus nuevas soluciones: “La innovación abierta describe un nuevo modelo de desarrollo de productos basado en el flujo libre de información e ideas entre departamentos y organizaciones, y es parte del resultado de las tecnologías digitales que han permitido nuevas formas de colaboración entre usuarios y empresas. Este concepto y su práctica se reflejan mucho en el campo social”, explica el informe “Emprendimiento social” del Instituto de la Juventud (INJUVE) adscrito al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social de España. La innovación y mantenerse a la vanguardia en las tendencias del mercado son claves para ser un negocio social rentable.
Necesidad de confianza
El barómetro global Edelman Trust 2019 lo dice muy claro: “A pesar de que hay una gran falta de fe en el sistema, hay un tipo de relación que, cada vez, es más sólida: la del empleado con su superior. El 58% de los empleados a nivel global consideran a su CEO como un referente de confianza en temas sociales”. Las personas, tal y como revela esta encuesta, están dispuestas a confiar en sus superiores, pero para ello la empresa debe demostrar ser “algo más que el negocio de siempre”. Y es en ese “algo más” donde los negocios sociales sobresalen, lo que les hace más fuertes en el mercado laboral ya que, “las recompensas de cumplir con las expectativas y generar confianza son excelentes”. Los líderes de las empresas sociales, según este estudio, se convierten en una clave esencial del éxito debido a que “los empleados que confían en su empleador tienen muchas más probabilidades de participar en acciones beneficiosas en su nombre, abogar por la organización, mostrarse más comprometidos y ser mucho más leales que sus compañeros más escépticos”.
Un aprendizaje constante
El informe de Deloitte, del que se ha hablado anteriormente, asegura que las compañías que promueven el aprendizaje son tres veces más rentables y tienen una capacidad mayor de retención del talento que aquellas que no lo hacen. El mercado facilita esta tarea ayudando a las compañías a localizar estas soluciones: “Hay una gran variedad de herramientas que permiten a los empleados encontrar contenido, hacer cursos y compartir información como nunca había ocurrido antes”.
Según este estudio, las empresas sociales necesitan mantenerse al día por lo que la clave de su éxito debe pasar por “asociarse con comunidades e instituciones educativas que ayuden a mantener un flujo constante de talento, con las habilidades adecuadas, para que la organización y la economía en general, prospere”.
Reflejarse en otros
Las empresas sociales seleccionadas de la nueva edición de BBVA Momentum, el programa de apoyo al emprendimiento social de BBVA, se encuentran inmersas en un completo programa que fortalecerá todos los aspectos que tienen que ver con su crecimiento: formación, soluciones que plantea el reto de crecer, mejora de las habilidades… Muchas de ellas ya cumplen con estas claves para aumentar su rentabilidad y otras están trabajando para reforzarlas. Su visión del mundo empresarial, su pasión y su compromiso con la sociedad y el medioambiente serán las claves de su crecimiento y con él, de los objetivos económicos que se han planteado. Ellas son el mejor ejemplo de que el impacto positivo no está reñido con la rentabilidad.