¿Podemos aplazar el pago de nuestra hipoteca?
Aplazar una hipoteca es posible, pero las condiciones exigidas por el banco son más o menos complicadas en función del cliente y de la política de la propia entidad.
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¿En qué consiste aplazar nuestra hipoteca?
Cuando un cliente pasa por una época de gastos importantes se plantea la posibilidad de aplazar la hipoteca. Pero una tregua con el banco no es gratis. Durante el periodo de carencia (que puede ir desde los tres meses hasta los cinco años) el cliente tendrá que sumar al importe que queda por pagar un gasto en concepto de intereses.
El aplazamiento de la hipoteca puede realizarse de varias maneras.
- Se amortiza solo el capital.
- Se hace frente solo a los intereses.
- No se paga nada (la opción más costosa).
Generalmente, una familia decide aplazar la hipoteca para ajustar sus gastos mensuales; al reducir la cuota de la hipoteca puede hacer frente a otras deudas pendientes. Pero en esta operación hay más desventajas que beneficios. Ejemplos de ello son el incremento del coste de la hipoteca con la suma de mayores intereses y el alargamiento en el tiempo de nuestra deuda.
¿Qué pasa si tras el periodo de carencia no se puede pagar la hipoteca?
Cuando el cliente tiene problemas para afrontar las cuotas de la hipoteca hay dos opciones: aumentar el plazo para devolver el importe del préstamo hipotecario o solicitar al banco un periodo de carencia. El problema llega cuando, tras pasar el tiempo de carencia, el cliente sigue sin poder hacer frente a su hipoteca.
En este caso, el banco podría llegar a la adjudicación del inmueble, un extremo que se debe evitar. Antes de llegar a esta situación, se puede buscar la manera de conseguir un dinero extra que cubra los gastos de la hipoteca, como alquilar la vivienda (por habitaciones o al completo) o vender otro tipo de bienes.
Si con estas medidas no cubrimos la deuda, el cliente podrá negociar con el banco una dación de pago; es decir, la entidad bancaria se quedaría con el inmueble como medio de pago y la hipoteca quedaría cancelada, una opción que suele dar como válida la entidad cuando ve que no es posible cobrar la deuda de otra manera. Otras opciones, como vender la propia vivienda, pueden suponer mayores gastos y solo son aconsejables en situaciones excepcionales.
¿Hay soluciones alternativas al aplazamiento de la hipoteca?
Antes de tomar la decisión de aplazar la hipoteca, se pueden estudiar otras alternativas como, por ejemplo, la reunificación de deudas, donde el cliente incluir los principales gastos y donde la cuota a pagar será menor. Así, podrá renegociar con el banco la mejora del tipo de interés.