Planes de trabajo de las autoridades regulatorias: transición ecológica y revolución digital
Tras un año agitado marcado por las tensiones geopolíticas, los efectos de la pandemia y un panorama económico incierto, los principales organismos reguladores, tanto a nivel global como europeo, se enfrentan a desafíos y oportunidades en medio de la transformación digital y sostenible del sector, y en este contexto han presentado sus planes de trabajo para el próximo año 2023.
Victoria Santillana y Ana Segovia, del equipo de Regulación, responden a nuestras preguntas sobre los planes de trabajo de las autoridades, y las expectativas con respecto a los temas de mayor trascendencia para los reguladores.
¿Qué esperamos en 2023 en materia de regulación financiera?
Esperamos continuidad en los planes de trabajo en materia de regulación financiera con un especial foco en la finalización de la implementación de Basilea III, y la reforma del marco de gestión de crisis. Asimismo, se seguirá trabajando en el resto de iniciativas regulatorias relacionadas con el desarrollo de los mercados financieros y en materia de regulación prudencial. Adicionalmente toda la normativa se impregna de conceptos ESG.
Entonces, ¿en 2023 tomará mayor protagonismo el marco regulatorio de ESG?
Esperamos que 2023 sea el año en que el marco ESG se consolide, todas las piezas terminen de encajar y se corrijan las inconsistencias que se han ido detectando. En Europa la agenda regulatoria sigue avanzando de forma decidida, alineada con el objetivo de neutralidad climática para 2050 que marca el Pacto Verde Europeo y el Acuerdo de París y muy centrada en temas de reporting. Tras la aprobación de la nueva Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad (CSRD), todas las grandes empresas de la UE deberán divulgar información sobre el impacto de su actividad en las personas y el planeta, y sobre los riesgos de sostenibilidad que afronten. De esta forma, la transparencia en cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza se convertirá en norma para las grandes compañías y la UE se colocará a la cabeza en estándares de información sobre sostenibilidad. La mayoría de líneas de trabajo del resto de áreas incorporan menciones a la sostenibilidad.
¿Se mantiene el empuje en los temas digitales como en los años anteriores?
Si, continuarán siendo una prioridad para los reguladores a nivel global. En Europa se seguirá avanzando en la implementación de la estrategia digital definida en 2020, con especial foco en un futuro marco de 'open finance', la modificación de la PSD2, y la nueva propuesta legislativa del Euro Digital, además de los desarrollos, por parte de órganos como la EBA o ESMA, de normativas recién adoptadas o de aprobación inminente, como el Reglamento de Mercados Digitales, las normas sobre resiliencia operativa digital del sector financiero, el Reglamento de Inteligencia Artificial o el que regulará los mercados de criptoactivos. Además, la Comisión europea abordará por primera vez el tema del metaverso, sobre el que planea publicar algún tipo de iniciativa regulatoria.
¿Cuáles son los planes de trabajo de los reguladores globales?
El FSB ha publicado que se focalizará en:
- Intensificar el seguimiento y análisis de los problemas de estabilidad financiera;
- Mejorar la resiliencia del sector no bancario;
- Avanzar en el trabajo sobre el marco regulatorio y de supervisión global para los criptoactivos;
- Mejorar los pagos transfronterizos;
- Fortalecer la resiliencia cibernética y operativa;
- Mejorar la resiliencia, recuperación y resolubilidad de las cámaras de compensación (CCPs)
- Abordar los riesgos financieros del cambio climático.
Por su parte, el BCBS ha publicado su programa de trabajo bianual para los años 2023-2024, y ha anunciado que se focalizará en cinco líneas:
- Los riesgos emergentes centrados en las implicaciones de los riesgos relacionados con la inflación en la supervisión bancaria;
- La digitalización de las finanzas;
- Los riesgos financieros relacionados con el clima
- Revisión de las los principios para una supervisión efectiva;
- Realizará la monitorización de la implementación de Basilea III y se trabajará en la evaluación del impacto y eficacia de Basilea III a medio plazo.
Y en en Europa ¿Cuáles son las prioridades de trabajo de la Autoridad Bancaria Europea?
Las prioridades estratégicas para el periodo 2023-2025 en las que trabajará la EBA se agrupan en cinco planes:
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La finalización de la implementación de Basilea III en la UE.
- El ejercicio de stress test de la banca europea
- El fortalecimiento de los datos del sector, los agentes y las autoridades para mejorar la disciplina de mercado.
- La vigilancia de los riesgos digitales,se focalizará en Digital Finance y los mandatos relacionados con las nuevas normativas de MiCA (criptoactivos) y DORA (resiliencia operativa digital).
- Mejorar la capacidad de luchar contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo dentro de la Unión Europea.
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Además la EBA ha desarrollado una prioridad horizontal a los cinco planes descritos anteriormente para la incorporar los factores ESG en todos los productos y actividades de la EBA.
En definitiva, vemos una línea muy continuista en los planes de trabajo ¿en qué difieren los planes regulatorios de 2023 de los años previos? Respecto al año 2022 observamos mayor preocupación en temas ESG en todos los planes de trabajo de los organismos reguladores, y en el mundo digital, la Comisión continúa poniendo en práctica su estrategia digital, que incluye el desarrollo de nuevas iniciativas. Destacamos que ya no se hace mención a la evaluación de las reformas que se introdujeron tras la crisis de 2008. En temas de regulación prudencial no se mencionan con tanto ímpetu temas de proporcionalidad, apalancamiento, o los relacionados con el marco macroprudencial.