Perú y las fortalezas de la Alianza del Pacífico
No hay dudas de la fuerte heterogeneidad de los países de América Latina. Es precisamente ahora, sin vientos de cola y con 'shocks' externos muy similares, cuando se ha puesto de manifiesto la diferencia en la credibilidad y fortaleza de los marcos de política macroeconómica en los diferentes países, así como la distinta capacidad de absorber esos 'shocks' sin que afecten demasiado al crecimiento.
Así, en nuestro último informe de previsiones macroeconómicas resaltamos que, dentro de la desaceleración generalizada, la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile) en promedio aún crece 2,5% anual, en comparación con una caída del PIB del -3,8% en Brasil el año pasado, que se reeditaría también este año (ver Gráfico 1).
Otra dimensión que pone de manifiesto la heterogeneidad en la región es la apuesta por la integración en la economía global. Por un lado, el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela) ha ido avanzando a trompicones desde su fundación en 1991, con cierta integración de unas pocas ramas industriales entre Brasil y Argentina, pero con muchas trabas efectivas al comercio entre sus miembros y poca apuesta por integrarse con la economía mundial.
Por contra, la Alianza del Pacífico tiene como objetivo explícito la integración comercial, financiera y el libre movimiento de personas entre sus miembros, al tiempo que apuestan por una integración creciente con la economía mundial, especialmente hacia Asia. Así, mientras todos los países de la Alianza del Pacífico ya tienen firmados acuerdos de libre comercio con EE UU y la Unión Europea —Chile y Perú también con China—, ninguno de los países del Mercosur lo tiene con alguno de ellos. Y esto termina reflejándose en que los países de la Alianza del Pacífico tienen acceso sin barreras arancelarias a entre un 52% y 76% de la demanda global (en el caso del Perú, a 46 países, que representan el 73% del PIB mundial, como se ve en el gráfico 2).
Con todo, es cierto que el comercio dentro de la Alianza del Pacífico aún sigue siendo sólo el 4% del comercio exterior de los países que lo conforman (9% en el caso del Perú). Pero se han dado pasos importantes para poder sentar las bases para una intensificación de ese proceso de integración. En particular, se han eliminado las barreras arancelarias internas, se ha acordado reglas para la acumulación de origen (imprescindible para desarrollar cadenas de valor) y se están reduciendo otras barreras al comercio, por ejemplo a través de la implementación de ventanillas únicas de comercio y acuerdos de estándares fitosanitarios.
Sectores con mayor potencial para aprovechar la integración en la Alianza del Pacífico
En BBVA Research hemos identificado los sectores que pueden aprovechar mejor el potencial de la Alianza del Pacífico, bien sea desarrollando cadenas de valor o profundizando la competitividad que ya poseen en algunos sectores de bienes de consumo. En el caso del Perú, dentro del primer grupo (bienes intermedios y de capital) estarían sectores como el de harina y aceite de pescado, zinc, plásticos, productos químicos, bebidas alcohólicas y tejidos e hilados. Por otra parte, dentro de los bienes de consumo final, destacan nuevamente las telas e hilados, los plásticos y las bebidas alcohólicas, pero se incorporan también la perfumería y cosmética, cereales y pasta y productos cerámicos (Tabla 1).
Para los detalles de identificación de estos sectores, véase el Documento de Trabajo de BBVA Research 15/21 “¿Cuáles son los sectores con mayor potencial para aprovechar la Alianza del Pacífico?”.
Sin duda, a medida que se siga avanzando en la reducción de barreras no arancelarias dentro de la Alianza del Pacífico y, dentro del impulso que también le dé a los firmantes la ratificación del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, según sus siglas en inglés), estos sectores serán los primeros en poder aprovechar tanto la integración dentro de la Alianza del Pacífico como el giro hacia Asia de toda la región.