Perspectivas favorables en México para el crédito de vivienda
El financiamiento hipotecario en México creció en 2015 en 11,2% en el monto otorgado y 4,1% en el número de créditos. La industria de la construcción y la edificación de vivienda tendrán resultados positivos este año, aunque a un ritmo menor.
En 2015, el Producto Interno Bruto (PIB) de la construcción superó 2.5% al del año anterior, pero en el 2016 sólo crecerá 0,7%, conforme a las estimaciones presentadas en el análisis “Situación Inmobiliaria México”, elaborado por BBVA Bancomer.
En la primera mitad de 2015 la edificación impulsó el crecimiento del sector, pero durante la segunda mitad del año el crecimiento fue menor, principalmente en la edificación productiva, que llevaba varios años con buen dinamismo. Al cierre de 2015 los constructores hacen una pausa, a la espera de la disminución de los inventarios, que ya alcanzaron niveles cercanos a 2013.
La obra civil se mantiene rezagada por los recortes al gasto federal en infraestructura. Muestra de ello es que la demanda por insumos en el sector ha disminuido desde el cierre de 2015. De mantenerse esta tendencia, el PIB de la construcción tendría poco espacio para avanzar en 2016.
Crece el crédito para vivienda
En 2015 el mercado hipotecario creció 4.1% en número de créditos y 11.2% en monto en términos reales. El hecho de que los institutos públicos otorgan mayores montos de crédito ha reconfigurado su relación a través de los productos de coparticipación con la banca, mismos que se han reducido.
La mejora en las condiciones del crédito hipotecario de los últimos años ha sido el principal promotor de la demanda por vivienda. Por el lado de la banca comercial, menores tasas de interés, mayores plazos promedio y razones de préstamo a valor de hasta 95% han elevado el poder de compra de las familias.
En el segmento de vivienda de bajo costo (llamada de interés social), la asequibilidad promedio pasó de 335 mil pesos en 2010 a 363 mil pesos en 2015, con un avance más moderado en el último año por la estabilización en la disminución de las tasas de interés. En el caso del segmento medio, el valor asequible pasó de 892 mil pesos en 2010 a 970 mil pesos en 2015 en promedio, mientras que en el segmento residencial subió de 2,2 a 2,4 millones de pesos en el mismo período.
Buenas perspectivas de crecimiento
En el corto plazo, los precios de la vivienda son definidos por el lado de la demanda. La dinámica de precios así resultante lleva a definir zonas geográficas distintas a las zonas metropolitanas como los perímetros de contención urbana. Estas zonas geográficas agrupadas por similitud en el comportamiento de precios se explican por la actividad económica existente y no necesariamente por las variaciones poblacionales.
En el caso del financiamiento hipotecario bancario, los mayores montos de crédito no se han otorgado en los lugares con mayor densidad poblacional, sino en aquellos conglomerados con mayor crecimiento económico y creación de empleos formales. Existen otras regiones del país con zonas metropolitanas consolidadas, donde las ciudades se han expandido hacia otros municipios y, por ende, han incentivado a que en dichos municipios el valor comercial de las viviendas ubicadas en ellos adquiera el nivel de las zonas metropolitanas centrales.
Las perspectivas para el sector de la construcción, el crédito hipotecario, el financiamiento para empresas constructoras de vivienda, son positivas durante el 2016, con lo cual se abren áreas de oportunidad para los inversionistas y para las familias interesadas en adquirir un inmueble.