Perspectivas favorables para el crecimiento económico sectorial en México
Si bien el crecimiento sectorial en México previsto para 2016 no parece ser más dinámico que en 2015, la actividad económica de la mayor parte de los sectores seguirá avanzando. Prevemos que el sector externo se reactive en los próximos meses, lo cual eventualmente se trasmitirá al mercado interno.
La producción industrial seguirá siendo afectada por la minería, previéndose para esta última una contracción anual de 1.1%. No obstante, su incidencia sobre la primera ya no será tan adversa como en 2015. Por su parte, el sector de electricidad, agua y suministro de gas encabezará el crecimiento industrial con un avance de 3.6%. Mientras tanto, las manufacturas seguirán afectadas por una demanda externa débil, con un avance en torno al 2% en 2016. En lo que toca a la construcción, se prevé que crecerá alrededor de 0.6%. Por lo anterior, se pronostica que la producción industrial crecerá 1.7% en 2016.
Si bien se observó un relativo buen crecimiento de la actividad en los servicios en 2015, parece complicado que puedan mantener ese ritmo en lo que resta de 2016. Se anticipa que el sector servicios moderará su ritmo de avance a 2.4% anual. Entre los factores que estarían limitando el crecimiento de los servicios estarían: 1) los recortes presupuestales que no sólo implicarán una menor inversión pública sino también menos inversión privada; y 2) el modesto avance de las exportaciones no petroleras. Estos dos factores limitarán el crecimiento del ingreso de las familias y de las empresas y, por consiguiente, del empleo.
Dado que Estados Unidos y México comparten cadenas productivas entre sus sectores manufactureros, los factores que afectan el desempeño del sector manufacturero estadounidense tienen efectos sobre la producción y exportación de las manufacturas mexicanas. En este sentido, el sector externo es clave para el desempeño de la economía mexicana. Las exportaciones son un indicador de la competitividad y del desempeño del sector manufacturero. Un sector exportador dinámico está vinculado con el crecimiento del empleo y los montos de inversión extranjera que recibe el país.
Las exportaciones automotrices dirigidas hacia Estados Unidos siguen mostrando una tendencia ascendente en términos de dólares (en el primer bimestre de 2016 crecieron a tasa anual 9.2% luego de un 6.3% en todo 2015), mientras que las canalizadas al resto del mundo continuaron exhibiendo una tendencia negativa (-28.5% en el primer bimestre de 2016 después de un -12.9% en 2015).
Una preocupación reciente sobre las exportaciones automotrices es la que se refiere a la desaceleración de las unidades de vehículos ligeros exportados hacia Norteamérica. En el primer trimestre de 2016 apenas crecieron 0.4% anual resultado de una caída anual de 9.8% en marzo, la cual se atribuye a que algunas plantas tuvieron paros técnicos programados para mantenimiento y al efecto estacional de Semana. Cabe señalar que las exportaciones automotrices en 2015 contribuyeron con 34% de las exportaciones manufactureras y con 30% de las exportaciones totales.
Las exportaciones no automotrices dirigidas hacia Estados Unidos no lograron mostrar tasas positivas durante todo 2015 (-1.1% anual); esta situación se ha profundizado en el primer bimestre de 2016 con una reducción anual de 4.1%. Por su parte, las exportaciones no automotrices y automotrices enviadas al resto del mundo continuaron estancadas y en descenso, respectivamente.
En 2015, al interior de las manufacturas, 13 sectores de los 21 que la componen tuvieron un avance superior al 2.7% del promedio, y por debajo de ellas pero en terreno positivo, se contabilizaron cuatro sectores.
Para 2016, la menor demanda externa seguirá afectando las manufacturas. Prevemos que solamente ocho de los 21 sectores registren un crecimiento por arriba del promedio. Asimismo, nueve sectores mostrarán un crecimiento por debajo de las manufacturas y cuatro estarán en terreno negativo.
Las perspectivas sectoriales serán positivas para 2016, sin embargo existen riesgos entre los que se encuentran: i) un menor vigor de la economía de EE UU que afecte aún más el crecimiento de las exportaciones no petroleras de México y, con ello, la manufactura, el comercio y los servicios de transporte; y ii) una mayor afectación a las inversiones pública y privada derivada del recorte al gasto del sector público.
Arnulfo Rodríguez Hernández es economista senior en BBVA Research México.