Pensiones, envejecimiento y subsidios en Colombia
El envejecimiento de la población, unido al aumento de la esperanza de vida tendrá en los próximos años un efecto significativo en materia de pensiones. Estas y otras discusiones ocuparon la agenda del Congreso Anual de Asofondos y de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP) que se desarrolló en Cartagena durante la semana pasada.
Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research en Colombia, abordó esta discusión en el marco de una columna publicada en el diario El Espectador. “Es un tema importante en nuestro país y en el mundo. La población en la mayoría de los países del mundo se está envejeciendo y países como el nuestro están agotando su bono demográfico. En los próximos años tendremos personas en edad de pensión con mayor expectativa de vida y además, serán más en relación con las personas ocupadas”, señaló.
Según la economista, este tema presenta complicaciones por la elevada informalidad de la fuerza laboral que no ha permitido que los colombianos disfruten plenamente el bono demográfico. Dependiendo de la medida que se use, la informalidad es de entre el 50 % al 60 % de los trabajadores. “Esas personas no cotizan al sistema de seguridad social y por tanto no acumulan ahorro ni tiempo de trabajo para la protección de la vejez. A futuro tendremos más personas en edad de pensión sin una pensión y con necesidad de apoyo económico para tener una vejez digna. También tenemos una fuerza laboral que se mueve frecuentemente de la formalidad a la informalidad y tiene periodos largos de desempleo y bajos ingresos”, destacó Téllez.
Adicionalmente, para la economista, una porción menor de los que tienen en la actualidad una pensión, se llevan buena parte de los subsidios y justo son los de mayores ingresos. “Este es un ejemplo de por qué, aunque hemos avanzado, aún los indicadores de inequidad son muy elevados. La estructura impositiva y de subsidios no logra corregir la desigualdad. Antes y después de impuestos la distribución de ingresos no cambia”, señaló en su columna.
El envejecimiento de la población, el agotamiento del bono demográfico, las características del mercado laboral y la definición del esquema de subsidios en pensiones deben ser revisados en el marco de las expectativas de mediano plazo de un país que debe atender a una creciente población en edad de pensión. “Todo esto significa que además de que se debe crecer más, se debe crecer más productivamente y reducir la informalidad a ver si le ganamos la carrera al agotamiento del bono demográfico con la incorporación de nueva fuerza laboral a la economía productiva. También hay que repensar el esquema de subsidios que se impone a través de los parámetros del régimen de prima media”, concluyó la economista.