La apuesta de BBVA por la sostenibilidad pasa por formar a sus colaboradores para dar a los clientes el mejor asesoramiento
“Hemos notado que nuestros clientes tienen una mayor preocupación por incorporar la sostenibilidad en su forma de hacer negocio y nuestro rol como banco es el de acompañarlos en esa transición”, aseguró María del Pilar Ramírez, Senior Manager de Negocio Responsable de BBVA en Perú durante el conversatorio ‘ESG Trends: La ruta de la sostenibilidad corporativa al 2025’, organizado en el marco del Club de la Sostenibilidad de la revista Semana Económica, que se desarrolló en la sede de la entidad financiera.
La sostenibilidad es ya un elemento clave en las agendas de las grandes corporaciones. Formar a los colaboradores, trabajar en una nueva taxonomía y acompañar a la sociedad en la reducción de la huella de carbono, son algunos de los retos que deberán afrontar las empresas de cara al próximo año. Bajo el título ‘Los planes sostenibles de las empresas para el 2025’, expertos de diferentes sectores han debatido acerca de sus objetivos como parte de sus planes a largo plazo.
En el caso de las entidades financieras, algo está evolucionando en la relación de un banco con sus clientes y en las conversaciones ya no es extraño hablar de sostenibilidad. “Hace unos años no se esperaría que un banco se reúna con un cliente y que no solamente le hable de cómo hacer las mejores inversiones, sino que le hable de sostenibilidad. Hemos notado una mayor preocupación en los clientes por incorporar la sostenibilidad en su forma de hacer negocio. Eso es importantísimo porque ya se empiezan a evaluar otros tipos de indicadores dentro del desempeño de la organización”, explicó Ramírez.
María del Pilar Ramírez, Senior Manager de Negocio Responsable de BBVA en Perú, durante su intervención. - BBVA
“Para BBVA, la sostenibilidad es un pilar fundamental de nuestra estrategia. Que nuestros clientes empiecen a gestionar la sostenibilidad de manera integral e integradora en su negocio significa que el cliente está pensando en el futuro. Y además son clientes que se vuelven más competitivos”, añadió.
La educación como habilitador
Una buena noticia que implica trabajar desde la raíz y contar con colaboradores con gran conocimiento en la materia para poder dar el mejor asesoramiento. Y para ello, la educación, la sensibilización y generar conocimientos y capacidades resultan esenciales en la estrategia de sostenibilidad del banco. “Desde el año pasado tenemos una apuesta muy fuerte por la formación de nuestros colaboradores con el objetivo de reforzar nuestro rol de asesores en esta materia hacia los clientes”, comentó la experta de la entidad.
Ramírez destacó también la necesidad de crear alianzas para “apretar el acelerador” de los ODS. “La banca tiene un rol importante, pero acercarnos a los ODS no lo podemos hacer solos. Necesitamos gente y empresas comprometidas. Definitivamente hay un empuje cada vez más grande por tener productos vinculados a la sostenibilidad, pero necesitamos que el cliente realmente entienda que esta es la manera de transformar su negocio y estimular la colaboración”. De cara a 2025, el objetivo del banco pasa por “trabajar en alianzas entre el sector público, el privado y la sociedad civil, lo que significa poder generar un cambio real dentro de nuestra forma de hacer empresas”.
De cara al próximo año, Ramírez opina que el reporte de la sostenibilidad evolucionará por el lado de la medición del impacto, algo que tendrá implicaciones a la hora de reportarlo. “En el caso de Perú, desde el año pasado se está trabajando en lo que es la taxonomía para tener finanzas sostenibles. Esto va a marcar también la manera en la cual analizamos desde las instituciones financieras los financiamientos vinculados a la sostenibilidad”, concluyó.