Inclusión financiera: ¿qué hacer para que sea una realidad en el Perú?
La ausencia de habilidades para manejar conceptos básicos de las finanzas personales como el ahorro, el crédito, la jubilación o el propio valor del dinero es una de las barreras más extendidas en América Latina para lograr mayores niveles de inclusión financiera. Iniciativas como "Finanzas como Jugando" de BBVA y Alfi pretende contibuir a conseguir ese objetivo, así como, promover la alfabetización y educación financiera en el país.
Del mismo modo, la informalidad económica es un obstáculo que persiste en el tiempo y que afecta negativamente aspectos relacionados con la seguridad social, los tributos o los fines previsionales. Todas estas variables son clave para un adecuado funcionamiento de la economía y un mayor impulso a la inclusión financiera, que permita ampliar el acceso al sistema bancario y una oferta de productos más adaptada a las necesidades de los clientes.
Diversos estudios dan cuenta del avance de la inclusión financiera en Perú. La encuesta del Global Findex del Banco Mundial indica que, en el último decenio, la participación de adultos que poseen una cuenta pasó de 20% a 57%; es decir, un avance de 37 puntos porcentuales. Ello debido al desarrollo de innovaciones financieras como las billeteras digitales, las transferencias inmediatas y los pagos con QR.
Pese a este avance, el desarrollo de la inclusión financiera todavía es limitado. Por eso es tan importante promoverla, especialmente en un país como el Perú, donde solo 4 de cada 10 personas acceden al sistema financiero, de acuerdo a un estudio de Ipsos.
¿Cómo hacerlo?
Para acelerar este proceso se deben realizar esfuerzos tanto por parte del Estado como de las instituciones privadas. En primer lugar, es necesario continuar con el desarrollo de infraestructuras de telecomunicaciones en el ámbito nacional y de manera descentralizada, a fin de permitir el acceso generalizado de los servicios financieros, independientemente de la ubicación geográfica, a través del internet.
En segundo lugar, se debe impulsar una educación financiera a todo nivel para dotar a la población, sobre todo la más vulnerable, de competencias necesarias para analizar los costos y beneficios asociados al sistema financiero. Las entidades financieras privadas pueden contribuir con este propósito liderando diferentes proyectos y/o alianzas con otras organizaciones.
Por ejemplo, el año pasado BBVA potenció el proyecto 'Finanzas como jugando', iniciativa digital que tiene el objetivo de promover la alfabetización, educación e inclusión financiera y, gracias al cual, el banco fue incluido en la lista de 'Empresas que Transforman el Perú 2022', reconocimiento a las instituciones que incluyen el enfoque de valor compartido en sus operaciones y que es organizado por IPAE, junto con la Asociación Frieda y Manuel Delgado Parker, USAID y RPP.
'Finanzas como jugando'
Este proyecto está dirigido a emprendedores, pymes y personas independientes, ofrece contenidos financieros digitales adaptados a las necesidades específicas de los usuarios. En un trabajo en conjunto, la Fundación BBVA y la fintech Alfi se enfocaron en compartir contenidos a través de una plataforma virtual y una aplicación, en las que cada usuario puede interactuar de manera lúdica para cumplir con las evaluaciones de los diferentes módulos.
Una iniciativa de este tipo permite tener una mayor participación de beneficiarios posibilitando su acceso a su primer producto financiero, así como mejorando la experiencia del cliente con la banca por los conocimientos adquiridos en el uso de los principales canales y herramientas financieras.
Para BBVA, la educación financiera es fundamental por tres factores: el primero es su universalidad, debido a que afecta a todas las personas; el segundo se explica porque el dinero es la mayor causa de stress en las sociedades y el tercero identifica que su beneficio no se circunscribe al ámbito personal o empresarial, sino que tiene impactos indirectos en la estabilidad financiera del sistema en general.