Sólo un 24% de peruanos poseen un buen nivel de educación financiera
Perú ocupa el séptimo lugar de la región en educación financiera, solo un 28% de sus habitantes mantienen un buen manejo de conocimientos financieros. Actualmente, se viene trabajando para revertir esa situación y lograr poner a disposición de los peruanos toda la información financiera que necesitan para tomar mejores decisiones. Informarse y poner en práctica ciertas costumbres como tener un ahorro programado servirá para conseguir una mejora del bienestar financiero y personal.
De acuerdo a una encuesta realizada por la clasificadora de riesgos Standard & Poor’s, Uruguay ocupa el primer lugar de Sudamérica, con un 45% de su población con buena educación financiera, mientras que Bolivia ocupa el último lugar con 24%.
Estas cifras reflejan que existe un amplio trabajo por desarrollar en la región, sobre todo si se comparan con países como Noruega y Suecia, líderes de esta clasificación. De acuerdo a la investigación, el 71% de los habitantes de estas naciones posee un buen nivel de educación financiera.
Según consideran los especialistas, contar con un alto nivel de educación financiera permite que las personas estén más preparadas para tomar decisiones acerca de su dinero, ahorro e inversiones. Además, tienen la capacidad de gestionar sus ingresos de forma eficiente, logrando alcanzar sus metas. La falta de información podría reflejarse en dificultades financieras, que a su vez impactarán sobre la salud mental y emocional.
Comenzar con buenas costumbres
La educación financiera no es un tema distante de nuestro día a día, sino que involucra acciones de las que seguramente hablamos con frecuencia, pero nos cuesta desarrollar. Por eso, BBVA sugiere seguir tres costumbres positivas que una persona con educación financiera pone en práctica.
- Inicia una cultura de ahorro: Guardar dinero para financiar proyectos personales, profesionales o afrontar imprevistos es una de las mejores decisiones que podría tomar. Una alternativa es ahorrar cada mes una cantidad o porcentaje fijo de tu salario. Algunos especialistas sugieren que sea el 20%, pero es mejor que lo definas de acuerdo a tus ingresos totales y a los gastos que debes cubrir.
- Planifica tus recursos: Muchos esperan comprar una casa, estudiar una maestría o cumplir otros deseos. Para esto se requiere una fuerte inversión y, en algunos casos, exigen una cuota inicial. Para alcanzar estos sueños es necesario definir los objetivos de forma clara y aprender a manejar un presupuesto personal. Hay que comenzar por incluir lo básico: calcular el total de ingresos y los gastos, incluyendo los fijos (como alimentación o movilidad). De esa forma se sabrá cuánto dinero queda disponible y en qué cantidad se podrá gastar o ahorrar.
- Ser responsable: Obtener una tarjeta de crédito no significa tener libertad de comprar sin control. Al contrario: contar con este producto financiero debe obligar a ser más consciente de los gastos que se están realizando, y se debe tener conocimiento de los intereses y seguros que se cobrarán por hacer uso de la tarjeta. Es necesario pedir a la entidad bancaria toda la información sobre los productos que se están otorgando.
Una persona educada financieramente siempre mantiene sus obligaciones con el sistema bancario bajo control, sin endeudarse ni gastar más dinero del que recibe. Además, siempre es consciente de que cada compra que realiza tiene un valor y no significa un capricho del momento. De esta manera, se podrá disfrutar mejor del dinero e, incluso, cuidar de la salud física y mental.