Renta anual en la SUNAT: ¿Qué ingresos hay que declarar?
La primera parte del año es el periodo para que tanto las personas naturales como las jurídicas presenten la declaración de los ingresos que obtuvieron durante 2023 a la Superintendencia Nacional de Administración de Aduanas y Tributos (SUNAT).
El cronograma de vencimientos iniciará el 26 de marzo y se extenderá hasta el 11 de abril del 2024, de acuerdo con el último dígito del RUC del contribuyente.
Conforme con lo establecido por la Ley 31940, se ha ampliado el plazo para la presentación de la Declaración de Renta y del ITF para las personas naturales y las micro y pequeñas empresas (MYPE) que hayan obtenido ingresos anuales hasta el monto máximo de 1,700 Unidades Impositivas Tributarias (UIT), del Régimen General del Impuesto a la Renta y del Régimen MYPE Tributario, según el siguiente cronograma:
Ahora la SUNAT presentará un formulario virtual
En el caso de las personas naturales, el Formulario Virtual N.° 709 estará disponible en SUNAT Virtual (www.sunat.gob.pe) y en la APP Personas a partir del 12 de febrero del 2024, fecha en la que podrán presentar su declaración, adelantándose a los vencimientos. Como todos los años, además, estará disponible el archivo personalizado con información referencial de las rentas, gastos, retenciones y pagos del Impuesto a la Renta y del ITF, para que puedan verificarlo, completarlo o modificarlo cuando presenten la Declaración Anual.
En el caso de las empresas, el Formulario Virtual N.° 710, simplificado o completo, está disponible en SUNAT Virtual desde el martes 2 de enero del 2024.
El principal beneficio de cumplir con esta obligación es deducir gastos a fin de pagar menos impuestos, y el mayor riesgo es presentar la llamada declaración jurada de forma incorrecta o fuera de tiempo, porque eso implica hacerse acreedor a multas y revisiones por parte de la SUNAT, advierten los especialistas.
¿Quiénes deben presentar la declaración jurada?
Carla Puente de Lobato, socia de impuestos de la consultoría EY Perú, comentó que los trabajadores que tienen un salario anual de hasta 9.118 dólares no pagan impuestos, por lo tanto, no presentan declaración. En cambio, quienes superan este monto están obligados a tributar.
“Sin embargo, aquellas que reciben ingresos como independientes, de fuente extranjera o un 'mix' de todas, son las que tienen que presentar la declaración jurada”, de acuerdo con Puente de Lobato.
Al hacerlo, podrán deducir gastos relacionados con la salud como son las consultas médicas, y el seguro de trabajadoras del hogar.
La tasa del Impuesto a la Renta aplicada a quienes perciben más de 9.118 dólares varía entre 8 y 30% dependiendo del nivel del salario.
Las personas naturales que tienen como única fuente de ingresos el salario que reciben por su trabajo en una empresa no están obligadas a presentar su declaración, al menos que reciban otro tipo de rentas al laborar de forma independiente.
Cuando las personas están empleadas y reciben un salario, la empresa donde laboran retiene el Impuesto a la Renta para pagarlo directamente a la administración fiscal, de tal forma ya no tienen la obligación de declarar ingresos.
Cuando obtienen ingresos por inmuebles que rentan o que vendieron o por inversiones en instrumentos financieros, sí están obligadas a presentar su declaración para pagar el Impuesto a la Renta, que es un tributo que se determina anualmente cuyo ejercicio inicia el 1 de enero y finaliza el 31 de diciembre de cada año, según el sitio en línea de la SUNAT.
Este impuesto grava los ingresos que provienen del arrendamiento (alquiler), enajenación u otro tipo de cesión de bienes inmuebles y muebles, de acciones y demás valores mobiliarios (ganancias de capital) y/o del trabajo realizado en forma dependiente e independiente.
Las empresas deben tener claras las reglas fiscales
Las personas jurídicas (empresas) necesitan tener claras las reglas fiscales que se aplican en cada ejercicio y trabajar a lo largo del año para ver si existe algún potencial incentivo o reducción de la base impuesta que puedan aplicar, según la especialista de EY.
Las compañías deben verificar que cuenten con las partidas de conciliación entre los estados financieros y la determinación del Impuesto de la Renta y validar que se esté aplicando la legislación actual, ya que todos los años cambia.
“Es importante para las empresas que tienen operaciones compartidas o relacionadas que comprueben si ya se puede determinar el ajuste de precios de transferencias que se tengan que incluir en la declaración jurada”, planteó la especialista.
Las empresas deben prepararse para un potencial desembolso que se deba hacer del Impuesto sobre la Renta o hacer una planificación para el pago del impuesto del año siguiente. “Este es un buen momento para verificar y determinar qué atributos fiscales tenemos, y si es que no los tenemos, prepararnos para hacer un desembolso de caja importante ante la administración tributaria”, consideró.
Generalmente, los gastos empresariales vinculados a la obtención de rentas gravadas son deducibles, pero hay casos en los que se requieren conciliaciones porque hay compañías que tienen costos relacionados con ingresos que no pagan impuestos y que, por lo tanto, no son deducibles.
A su vez, hay gastos sujetos al límite de deducción, como los gastos de representación, las donaciones y los gastos en vehículos que año con año varían.
La Ley del Impuesto a la Renta en el artículo 37 y 44 incluye una lista de los gastos que pueden ser deducibles.
Los incumplimientos y omisiones son peligrosos
Presentar la declaración jurada fuera de tiempo genera una multa y si se presenta de forma incorrecta origina un proceso de fiscalización. La administración tributaria tiene cuatro años para realizarlo a partir de que se presenta la declaración jurada, y puede redeterminar el tributo en función de sus criterios de fiscalización o en función de la información de la compañía.
De acuerdo con Luis Miguel Sánchez Bao, asociado senior del despacho de abogados Miranda & Amado, si alguien declara ingresos de 100 dólares, por ejemplo, cuando en realidad eran 120, generará una omisión de impuesto que dará origen a intereses y a una multa equivalente a 50% del tributo omitido.
Esta sanción puede reducirse en 90 o 95% si es que se rectifica la declaración de manera voluntaria antes de que la administración tributaria inicie un proceso de fiscalización o revisión de impuestos. Para evitar errores, los especialistas sugieren tener un doble check mediante un asesor o empresa especializada en preparar y revisar la declaración que hacen los contribuyentes.
Según Sánchez Bao, la declaración tributaria permite a las personas naturales mantener un orden de rentas y finanzas, así como sustentar un récord de ingresos que se muestre a los bancos cuando se solicita un crédito.
También es útil para demostrar ingresos cuando se busca conseguir un empleo o rentar un inmueble. Por ello es importante que personas y empresas lleven un registro de sus fuentes de ingresos, y se acerquen a la administración tributaria para hacer consultas.