Los retos pendientes en equidad de género dentro de las organizaciones
Crear espacios de trabajo inclusivos y condiciones igualitarias para las mujeres dentro de las organizaciones es una de las tareas más urgentes que existen hoy en día en el mundo laboral. En Perú, las brechas de género son aún amplias, por lo que resulta necesario promover iniciativas o programas que rompan con los estereotipos de género y que aseguren la igualdad de oportunidades para todos.
Desde hace algunos años, la lucha de las mujeres por gozar de las mismas oportunidades en el ámbito laboral se ha hecho cada vez más relevante y poco a poco va vislumbrando su impacto en la sociedad. Sin embargo, aún hay mucho camino por recorrer.
Según la Cámara de Comercio de Lima, en los últimos años se ha registrado un cambio significativo en equidad de género con un impacto positivo en Perú. En los años 70, tres de cada 10 mujeres trabajaba; y en los 90, cinco de cada 10. Actualmente, el 78% de peruanas en edad de trabajar lo hace.
Asimismo, la Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA), afirma que el 57% de los 2,8 millones de personas que atiende en 5 países de Latinoamérica, son mujeres.
Estas cifras representan la capacidad productiva de las mujeres y el deseo por desarrollar sus talentos y habilidades para poder construir su propio futuro. Sin embargo, el problema radica en la falta de apoyo, pues, a pesar de que Perú es uno de los países con mayor cantidad de mujeres emprendedoras, aún muchas enfrentan obstáculos para tener un mejor desempeño en el sector privado formal y un mayor acceso a financiamiento y mercados.
Asimismo, enfrentan dificultades para lograr una equidad de género total en el ámbito laboral. A pesar de tener el mismo nivel educativo o experiencia laboral, hay brechas en acceso a oportunidades, en los salarios, en los puestos de trabajo, etc.
Romper el techo de cristal
En ese sentido, las empresas deben promover dentro de sus organizaciones la diversidad y la igualdad de oportunidades. Todo ello para optimizar el pensamiento crítico y favorecer el desarrollo de los empleados en un entorno globalizado.
BBVA ha reconocido que existe una brecha de género en el país, por lo que está trabajando desde varios frentes para brindar las mismas oportunidades a mujeres y hombres. Sebastián Zuzunaga, líder de la estrategia de diversidad de la entidad, indica que la política de equidad del banco va a la par de un desarrollo del talento.
“El desarrollo de capacidades es un factor vital para romper el techo de cristal. Es importante que este desarrollo comprenda habilidades duras y blandas. En las habilidades duras impulsamos el aprendizaje y crecimiento en áreas específicas donde la brecha es mayor; en las blandas, brindamos talleres de empoderamiento y habilitamos una plataforma de mentoring entre mujeres”, expresa.
Además, afirma que BBVA busca ser un referente en equidad de género. “Queremos que nuestros colaboradores se desarrollen en una organización inclusiva. Equipos más diversos se complementan mejor y aportan ideas representando un componente más para el éxito de un proyecto y sus miembros”, sostiene.
Mujeres BBVA: Anabelí González (Gerente General de Servicios Jurídicos), Sandra Bianco (Gerente General de Talento & Cultura), Berenice Villalobos (Talent Acquisition), Sandra Cabanillas (Gerente de Permises & Services), Stefany Campos (Budget Modeling & Planning), ), Katia Alcazar (Gerente General de Control Interno y Cumplimiento), Sara Parra (Banca Corporativa Local) y Estrella Espinoza (Gerente Territorial).
Mujeres BBVA
Este año, en conmemoración al Día Internacional de la Mujer, BBVA desarrolló un diálogo con algunas colaboradoras líderes de la institución en el que se tocaron temas como equidad de género, oportunidades de crecimiento, situaciones adversas a las que se enfrentan las mujeres; y compartieron, en base a su experiencia y vivencias en el mundo corporativo, todo su proyecto de desarrollo profesional.
El evento sirvió para visibilizar ciertos temas (prejuicios, roles de género, equidad) que directa o indirectamente impiden o limitan el desarrollo de las colaboradoras. Así como, generar cercanía con dichos temas y buscar espacios de conversación que puedan despertar debate y mejora dentro del clima laboral dentro de la organización.