BBVA Research: La economía peruana se contraerá pero tendría un rebote importante en 2021

La dificultad para contener la propagación de la COVID-19, prolongando la paralización de actividades productivas y el confinamiento de las familias, así como las dificultades en la reactivación de determinados sectores y la demora en la implementación de las políticas de apoyo que el Gobierno ha diseñado, son los factores que influyen en esta nueva previsión de BBVA Research para 2020.

Por el lado de la demanda, durante el primer trimestre de este año, el gasto privado se contrajo alrededor de 5%, destacando el retroceso de la inversión (en casi 17%). El fuerte descenso de la inversión privada es consistente con las mayores dificultades para invertir y con los menores incentivos para hacerlo. Además, la liquidez se redujo debido a la brusca disminución de las ventas de las empresas.

De igual forma, el gasto de los hogares disminuyó en 1,7% en términos interanuales, generado por el inicio del confinamiento, que dificultó la realización de las compras, así como por el deterioro del empleo e ingresos de muchos hogares, en particular los de aquellos que dependen del trabajo independiente o informal. Una condición adicional es el aumento de la cautela para gastar y la dificultad para encontrar bienes y servicios que usualmente se encontraban en mercados y centros comerciales.

“Las exportaciones también registraron un fuerte deterioro en el primer trimestre del año, con una caída cercana a 14%. En el descenso de los volúmenes exportados coincidieron no solo la paralización de sectores orientados a atender la demanda externa (por ejemplo, la minería) o de sus cadenas de suministros, sino además las dificultades para realizar envíos al exterior y la ralentización de la actividad en importantes socios comerciales, que enfrentaban también la propagación del nuevo coronavirus”, señala el informe.

Tendencia se mantendrá en el segundo trimestre

Según BBVA Research, los indicadores disponibles de actividad, como la disminución en la producción de electricidad (con una variación interanual cercana al -30%) o la inversión pública del Gobierno General (aproximadamente -70% interanual), apuntan a que el retroceso será más pronunciado que en el primer trimestre del año.

Esta posibilidad se sustenta en las reiteradas extensiones de la paralización de distintos sectores productivos, que abarcó buena parte del segundo trimestre antes del anuncio de su paulatino reinicio, así como en el confinamiento de las familias. Además, hay que considerar las dificultades propias del entorno en el que, por diversos motivos, no resulta sencillo contener la propagación del nuevo coronavirus.