Paraguay: economía resistente al volátil entorno externo
En los últimos cinco años, la economía paraguaya registró un crecimiento promedio anual cercano al 5%, uno de los más altos de la región. Este desempeño económico es destacable al tener en cuenta que se ha dado en un entorno internacional bastante volátil, caracterizado por turbulencias en los mercados financieros internacionales, reducción de los influjos de capitales hacia las economías emergentes y caída de los precios de los metales y de productos agrícolas. Además, la economía paraguaya también se vio afectada por contracciones en el nivel de actividad de algunos de sus socios comerciales más importantes en la región.
¿Qué ha permitido a Paraguay absorber relativamente bien estos choques externos y, a pesar de ello, seguir creciendo? En nuestra opinión, un elemento fundamental ha sido el desarrollo de un adecuado marco institucional para la ejecución de las políticas monetaria y fiscal. Este marco ha inducido un manejo prudente y disciplinado de estas políticas, con lo que lo que ha logrado consolidar un entorno de estabilidad macroeconómica y de menor incertidumbre, condición necesaria para lograr una senda de crecimiento sostenido. Según la evidencia internacional, es importante mantener la estabilidad macroeconómica pues es un elemento catalizador de inversiones, lo cual genera importantes externalidades positivas y un impacto directo generalizado sobre los niveles de productividad y bienestar de la sociedad.
En concreto, por el lado monetario, el Banco Central de Paraguay (BCP) orienta sus acciones para mantener una inflación baja, para lo cual sigue un esquema de metas de inflación que ha permitido anclar las expectativas inflacionarias. Y por el lado fiscal, la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) ha inducido una mayor disciplina en el manejo de las cuentas públicas al fijar un techo para el déficit del sector público. Como resultado, Paraguay ha podido consolidar fortalezas macroeconómicas que han sido importantes para hacer frente al desafiante entorno internacional.
La mejor gestión macroeconómica debido a políticas fiscal y monetaria más transparentes y predecibles viene siendo reconocida a nivel internacional. Así, desde 2013, el gobierno paraguayo ha podido colocar instrumentos de deuda en los mercados financieros internacionales mediante varias emisiones, por un monto total de USD 2.380 millones (cerca de 9,0% del PIB). Además, Paraguay registró una notable mejora en el pilar de Entorno Macroeconómico del Índice de Competitividad Global del World Economic Forum, al pasar del puesto 102 en 2006 al 60 en 2016. Con lo anterior, el país superó a sus pares del MERCOSUR y fue el que más avanzó en toda la región latinoamericana.
Más allá de los avances, existen desafíos a los que se tiene que enfrentar Paraguay para apuntalar al crecimiento de mediano plazo. De acuerdo al WEF, relativo a la región, el país se encuentra rezagado en aspectos importantes como el suministro de infraestructura física, innovación y educación superior y capacitación. Asimismo, se requiere continuar incidiendo en medidas que permitan la diversificación productiva y de exportaciones. Todas estas alternativas requieren de un elevado número de detalles a nivel micro y apoyo político. Asimismo, la implementación de algunas de estas medidas plantea serios retos institucionales y una burocracia altamente calificada. En lo positivo, algunas de estas propuestas ya se vienen realizando, aunque tardarán algo de tiempo en tener un impacto sensible sobre la economía.
A pesar de los desafíos que enfrentará, mantenemos una perspectiva favorable para la economía paraguaya. Destacamos el potencial con que cuenta el país a nivel de recursos naturales y energéticos y la buena gestión macroeconómica, lo que nos hace prever que se mantendrá como una de las economías más dinámicas de la región.