Las prioridades de la nueva Comisión Europea
''Las prioridades de la nueva Comisión Europea
Un pacto verde, una economía en pro de las personas, una Europa digitalizada y que cuente con mayor fortaleza en el mundo. Salvador Portillo, Regulation Manager en BBVA, analiza en esta columna de opinión las prioridades de la nueva Comisión Europea que empezó sus trabajos el 1 de diciembre.
El 16 de julio el Parlamento Europeo (PE) eligió a Ursula von der Leyen (VDL) como futura presidenta de la Comisión Europea (CE). El órgano ejecutivo de la Unión Europea, con sus 26 Comisarios Europeos, fue aprobado por el Parlamento en la última sesión plenaria del mes de noviembre en Estrasburgo. Tras esta aprobación final del colegio de comisarios la nueva CE empezó sus trabajos el 1 de diciembre.
Bajo el lema 'Una unión que se esfuerza por lograr más', la CE ha establecido una serie de orientaciones políticas de las cuales hay cuatro clave: un pacto verde europeo, una economía que funcione en pro de las personas, una Europa adaptada a la era digital y una Europa más fuerte en el mundo.
Prioridades
La CE defiende que Europa tiene que ser un líder mundial y debe establecer las bases para promover un crecimiento sostenible. Para la CE, es esencial abordar las causas de nuestras divergencias, particularmente para completar la Unión Bancaria y la Unión de los Mercados de Capitales, y convertirnos en un centro global para la innovación financiera sostenible, para que los consumidores y las empresas de la UE puedan aprovechar al máximo la digitalización de los servicios financieros.
Las prioridades para el desarrollo de una economía próspera en la UE que ofrezca un alto nivel de vida a todos sus ciudadanos durante el próximo ciclo legislativo europeo deberían centrarse en fomentar la innovación y el crecimiento inclusivo a largo plazo, teniendo en cuenta cuatro grandes bloques, alineados con los objetivos de la CE:
1. Digitalización. Las tecnologías digitales deben ayudar a proporcionar a los ciudadanos de la UE los productos y servicios más convenientes y a mejor precio, independientemente de su ubicación, y fomentar la competitividad de la UE en el contexto global. Para que esto suceda, es crucial garantizar que la seguridad cibernética se garantiza a través del desarrollo y coordinación de medidas públicas y privadas.
Una parte clave de este objetivo es diseñar un marco de políticas que permita la adaptación a los cambios estructurales creados por la digitalización. Europa debería seguir buscando formas de fomentar un entorno favorable a la iniciativa empresarial y al desarrollo y crecimiento de modelos empresariales exitosos. Asegurar un marco legal y regulatorio que permita la adopción tecnológica y la innovación basada en datos es clave, si queremos que Europa sea la sede de la próxima generación de campeones digitales. A este respecto, destaca el compromiso de la CE para sacar adelante una propuesta que regule todo el marco de la inteligencia artificial en el primer trimestre de 2020.
2. Sostenibilidad. La transición hacia un modelo socioeconómico sostenible implica una transformación fundamental de nuestro modelo actual a través de un enfoque multisectorial. Europa necesita un mercado de capitales integrado, totalmente arraigado y sólido, para garantizar la transición ordenada de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París, y poder asegurar la inversión privada para proyectos sostenibles. El sector bancario tiene un papel clave que desempeñar, al igual que las instituciones europeas que presentarán su propuesta “Un pacto verde para Europa” a principios del próximo año.
3. Unión Bancaria. Una verdadera Unión Económica y Monetaria, que permita a los bancos fomentar el crecimiento económico a través de una Unión Bancaria plenamente operativa, con una mayor armonización del marco de resolución e insolvencia, y la reducción de la fragmentación regulatoria, especialmente con la finalización de Basilea III. Con respecto a la Unión Bancaria, es de suma importancia avanzar en las negociaciones para crear un fondo de garantía de depósito común (EDIS). La presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea será asumida por Alemania en el segundo semestre de 2020 y se espera que lideren un acuerdo al respecto. De lo contrario, el compromiso de los países europeos con la unión podría estar en peligro.
4. Mercados Financieros. Se necesita coordinación regulatoria en los mercados financieros mundiales, que permita una mayor eficiencia en la asignación del stock de ahorro mundial y evite el arbitraje regulatorio. Para ello es necesario, como señala la presidenta de la Comisión Europea, una Europa más fuerte en el mundo.
Conclusión
Las prioridades del sector financiero deben alinearse con la agenda regulatoria de las instituciones europeas, con el objetivo de que Europa establezca las bases para promover un crecimiento sostenible e inclusivo, y la convergencia en la Unión Europea. En particular, a través de un compromiso por parte de las instituciones y el sector financiero, la UE tiene la oportunidad de convertirse en la referencia mundial para la innovación financiera sostenible y la digitalización de los servicios financieros.