"Ha llegado el momento de la banca contextual"
Ha llegado el momento de la banca contextual
Antti-Jussi Suominen, CEO de Holvi, explica en este artículo su visión sobre la banca contextual del futuro, que ofrecerá a los clientes servicios adaptados a sus circunstancias y necesidades particulares. “Ofreciendo productos que entienden qué es lo que motiva a esa persona, cuáles son sus desafíos y qué les impide tener éxito”, explica el ejecutivo de la ‘startup’ finlandesa, que fue adquirida por BBVA en 2016.
Vivimos en un mundo de personalización. Un mundo donde las plataformas de vídeo nos permiten disfrutar de una infinidad de contenidos, saben cuáles son nuestras preferencias y nos ofrecen sugerencias sobre lo que ver a continuación. Un mundo donde puedes personalizar unas zapatillas que acaban de salir a la venta con tus colores favoritos.
Todo esto es posible gracias al conocimiento que las empresas son capaces de acumular sobre sus clientes. Desde el contexto en el que operan, hasta sus circunstancias personales. Este conocimiento también es la piedra angular sobre la que se asientan los modelos de negocio de las empresas de tecnología financiera. Las empresas ‘fintech’ se concentran en una necesidad –o conjunto de necesidades– de un segmento concreto de clientes e intentan ofrecer la mejor solución posible para resolverla. Las firmas que han sido capaces de dar respuesta a problemas reales e inmediatos de los consumidores han tenido un éxito tremendo. De igual manera, muchos nuevos bancos digitales, como Atom, están apostando por la automatización para resolver el problema —a menudo complejo y frustrante— de la captación de clientes, convirtiéndolo en un proceso auténticamente digital.
Alianzas para ofrecer servicios de banca contextual a los clientes
En Holvi hemos creado un servicio de banca para empresas dirigido a un segmento que hasta ahora no había sido suficientemente atendido por el sector: el de los propietarios de pequeñas empresas y los microempresarios. Este grupo incluye a emprendedores de todo tipo, desde profesores de yoga, a creadores de páginas web autónomos o dueños de peluquerías. Holvi fue creada de la nada para atender a este mercado. En 2016, unimos fuerzas con BBVA para llevar nuestros servicios a más clientes en Europa. A través de sus alianzas con empresas de tecnología financiera, BBVA trabaja para poner a disposición de sus clientes productos innovadores que les faciliten el día a día y les ayuden a tomar mejores decisiones, una misión que está alineada con la nuestra.
Antti-Jussi Suominen es el CEO de Holvi, la cuenta corriente inteligente para empresas respaldada por BBVA.
Esta alianza es importante para Holvi por más de un motivo. Además de la financiación, BBVA ayuda a Holvi proporcionándole información útil y orientación sobre un amplio abanico de temas, desde cumplimiento normativo hasta el diseño de servicios y uso de ‘big data’. El respaldo de BBVA nos permite centrarnos en resolver los problemas de los microempresarios y en desarrollar nuestra versión de la banca contextual. Para nosotros este concepto significa ofrecer un producto creado para un tipo de cliente muy concreto, un producto que entiende qué es lo que motiva a esa persona, cuáles son sus desafíos y qué les impide tener éxito. En Holvi trabajamos en un modelo de banca contextual que nos permite adaptar todos nuestros productos a las necesidades particulares de nuestros clientes. Por ejemplo, sabemos que a veces es difícil conseguir que los clientes te paguen las facturas. Para ello hemos creado la funcionalidad de facturación electrónica, que permite a nuestros clientes crear facturas digitales con un diseño profesional que se rellenan con los datos de pago automáticamente y que luego les avisa por teléfono cuando se recibe el pago, manteniéndoles al tanto de todo, en todo momento.
La banca contextual transfronteriza
Que sea contextual no solo significa que el servicio sea muy específico para el usuario, sino también que estos servicios se adapten a clientes residentes en diferentes geografías. Desde Holvi ofrecemos servicios transfronterizos en diferentes países de Europa —Finlandia, Alemania y Austria— y hemos aprendido que el contexto no sólo viene definido por el segmento de clientes, sino que a menudo también es local. Por ejemplo, mientras que la directiva de la UE sobre facturación define los requisitos mínimos de información que debe constar en una factura, algunos países han establecido sus propios requisitos y normas. Por este motivo, en Alemania las facturas son distintas que en Finlandia.
Sin embargo, a menudo el sector bancario sigue siendo inherentemente local, y la mayoría de los bancos diseñan su cartera de servicios para aprovechar su base de clientes, circunscrita a una determinada geografía. Muchos de los productos que desarrollan las empresas de tecnología financiera son demasiado específicos para que los bancos puedan ofrecerlos a gran escala. Al asociarse con este tipo de empresas, grandes bancos como BBVA pueden comenzar a ofrecer soluciones avanzadas a sus clientes sin tener que hacer frente a la carga administrativa que supone adaptarse a las complejidades normativas locales en diferentes mercados.
¿Cuál es el futuro de la banca contextual? Para utilizar una analogía con el comercio minorista, en lugar de ser un supermercado de productos financieros, el futuro se parece más a unos grandes almacenes, con diferentes tiendas bajo un mismo techo. Cada tienda daría servicio a un tipo particular de cliente, independientemente de su geografía de residencia. También es probable que veamos a algunas entidades tradicionales optimizar su base de clientes, abandonando determinados "segmentos" de clientes cuando la competencia se intensifique. Independientemente de lo que suceda, estos desarrollos siempre serán positivos para los clientes.