Las opciones de Garbiñe Muguruza para ser maestra en Singapur
El 22 de octubre comienza una de las finales de maestras más disputadas de los últimos años. La ausencia de Serena Williams en los últimos meses, las nuevas caras de jóvenes que vienen pisando fuerte y la intensa lucha por el número 1, puesto que han ocupado hasta cinco jugadoras durante la temporada, hacen que cualquiera de las ocho contendientes lleguen con opciones al título. Sin Cibulkova, defensora del título, y con tres debutantes (Svitolina, Ostapenko y Garcia), Garbiñe Muguruza llega al último torneo del año con la intención de poner el broche de oro a la que es sin duda, su mejor temporada hasta la fecha.
Muguruza fue la primera jugadora en clasificarse para las finales. Con un inicio de temporada algo frío, Garbiñe reivindicó su liderazgo al llevarse Wimbledon a lo grande, en dos sets y ante Venus Williams, toda una institución en la hierba londinense. La embajadora de BBVA se hizo además con el trofeo de Cincinnati y semanas más tarde cumplía uno de sus sueños, convertirse en la mejor jugadora del mundo. Será su tercera participación consecutiva en las finales y el trofeo de maestras le aseguraría cerrar el año como número 1.
Simona Halep parte con una ventaja de 40 puntos sobre Garbiñe. La rumana, que perdió la final de 2014, llega después de hacerse con el primer puesto del ránking en una temporada en la que le avala el título logrado en Madrid. Halep nunca ha tenido suerte en las grandes citas y esta podría ser una buena ocasión para afianzar su liderazgo. Como cabezas de serie, Garbiñe evitará a Halep en la round robin y podría encontrársela en las semifinales.
Simona Halep felicita a Garbiñe Muguruza tras su triunfo en Cincinnati - EFE
Otra que se juega algo más que el trofeo en Singapur será Karolina Pliskova. La jugadora checa, que ostentó el número 1 durante siete semanas este mismo año, llega a las finales con tres títulos en su bolsillo (Brisbane, Doha y Eastbourne). Su consistencia y su potente saque le han asegurado un puesto en las finales, en la que será su segunda participación.
Elina Svitolina debuta en Singapur como la revelación de la temporada. Con cinco títulos en esta campaña (Taipei City, Dubái, Estambul, Roma y Toronto), la ucraniana ha ganado todas las finales que ha alcanzado, en el que ha sido su mejor año deportivo. Sin embargo, la presión ha podido con ella en los Grand Slams, un punto débil a tener en cuenta.
A sus 37 años, Venus Williams sigue demostrando que tiene cuerda para rato. Semifinalista en el Open de Australia y en Wimbledon, la mayor de las Williams será la única aspirante a maestra que ya cuenta con el título en su palmarés, logrado en 2008. Aunque no ha conseguido ningún torneo esta temporada, ha demostrado que la veteranía en su caso es un grado ante unas rivales que no superan los 27 años.
Garbiñe Muguruza posa con el trofeo de campeona de Wimbledon junto a Venus Williams - EFE
Otra vieja conocida del WTA Finals es Caroline Wozniacki. Será su quinta participación en una temporada en la que ha sido la eterna finalista con seis finales perdidas. La insistencia tuvo finalmente su recompensa en Tokio hace apenas unas semanas. La danesa, que no pudo con Clijsters en la final de maestras de 2010, llega en buen estado de forma y con ganas de hacer por fin un buen papel en un grande.
Tras la victoria en Roland Garros, Jelena Ostapenko sufrió el síndrome post Grand Slam, ya superado después de una muy buena gira asiática. Al título en el ladrillo de París ha sumado el de Seúl. Su garra y temperamento aparecen siempre en las grandes citas, como ya demostró dando la vuelta a un marcador muy adverso en la final de Roland Garros y ante una Halep que se jugaba su primer grande y el número 1.
Cierra la terna de aspirantes a maestra Caroline Garcia. La francesa de 23 años ha tenido un impresionante final de temporada, cosechando los torneos de Wuhan y Pekín con una semana de diferencia. Garcia ha adelantado a Johanna Konta en el último momento, dejando a la británica fuera de Singapur por la mínima por segundo año consecutivo. A su favor juegan la frescura y su buena racha; en contra, el cansancio acumulado en el último tramo del año.
El viernes 20 conoceremos el cuadro de un WTA Finals que se presenta como fiel reflejo de la clasificación mundial: sin una clara favorita y con todas las jugadoras dispuestas a llevarse la corona.